miércoles, 23 de octubre de 2013

Nooo... ¿En serio?

No se si están al tanto de las noticias, pero hace un tiempo surgió el caso de una niña que fue hallada en un campamento de gitanos en Farsala, Grecia, que rápidamente fue catalogado como un "misterio".

El "misterio del ángel rubio" para ser mas preciso.

Todo comenzó cuando las autoridades que encontraron a la nena (que deben ser gente terriblemente mal pensada, porque de otra forma no se entiende) sospecharon que "algo raro" pasaba al observar detenidamente y por largo rato (así medio entrecerrando los ojos, con una mano apoyada en el mentón y cara de profunda concentración), el aspecto físico de la menor, luego de lo cual llegaron a la conclusión (mediante arduas discusiones, acalorados debates y un larguísimo brain storming que incluyó aportes de reconocidos especialistas en genética, renombrados científicos, la Interpol, y un estudiante de posgrado de antropología que realizó una elaborada presentación en Power Point), de que existirían serios indicios como para suponer que la nena no sería realmente la hija de la pareja que se presentaba como sus padres biológicos.

Y, la verdad, yo creo que se apuraron un poco con la acusación.

Vean la foto de la familia:

   
Realmente ¡¿en que se basan para sospechar, con tan mala onda, que la pequeña no es la hija de esta gente?! ¿Donde está el "misterio"? ¡Si la piba es el vivo retrato de sus padres! ¡Es igualita! (Por ahí tiene mas del papá, claramente, pero bueno, los niños siempre sacan mas de un padre que del otro).

Por supuesto al poco tiempo les hicieron un ADN y salió que, efectivamente, la nena no tiene ni un cromosoma en común con ninguno de los dos supuestos progenitores, pero, claro, hay que ver que tanto se puede confiar en eso.
Para mi que las autoridades falsificaron las pruebas para intentar ocultar el gravísimo error que habían cometido al acusar injustamente a estas pobres personas de haberse kirchnereado a la mocosa.

Hay gente mala en el mundo eh... Que barbaridad....

sábado, 27 de julio de 2013

Mi vida es un carnaval carioca

Digo esto y seguramente infieran que estoy siendo deliciosamente irónico, como es mi costumbre (Porque, como bien saben, yo soy así, delicioso e irónico. También soy sarcástico, medio antipático y bastante mal llevado, pero eso es otro tema, y no estamos aqui para sacarme el cuero caramba...).
Pues bien, déjenme felicitarlos por su suspicacia, ya que tienen toda la razón. Evidentemente son personas muy perceptivas para detectar ovbiedades.

Ahora bien; seguramente, además, en este o algún otro momento hayan pensando que también soy un poco exagerado, o bastante, o directamente que bolaceo a lo pavote y me tomo ciertas licencias literarias (por definirlo de una manera elegante) acerca del asunto este de que el Universo o las garcas de las Deidades que lo rigen me tienen cierta antipatía, me tomaron de punto y gustan de divertirse haciendo de mi vida un verdadero tsunami de miserabilidad ¿Verdad?
Si, vamos... No lo nieguen. Somos pocos y nos conocemos bastante. Mas de una vez pensaron eso. Reconoscanlón: son muy mal pensados, y creen que yo invento cosas porque eso me sirve para hacer mas llevadero y/o/u medianamente atractivo el relato de las boludeces que se me da por compartir de vez en cuando en este olvidado espacio.
Pero no importa. No me molesta. Todo bien. Yo lo acepto (con extraordinaria grandeza. Con esa grandeza que solo los mas humildes podemos mostrar).
De todas formas, y al solo efecto de hacerlos sentir mal y probarles lo equivocados que están por pensar esas cosas de una persona tan adorable y transparente como yo, voy a contarles algo como para que vean que, mas allá de los detalles, tan tan errado no estoy y los Dioses algo personal en mi contra tienen, vaya uno a saber por qué (Yo tengo la teoría de que es porque envidian mi refulgente atractivo y mi carisma irresistible, pero no se...).

En fin... Como mas o menos lo dejé entrever en los artículos anteriores, en estos últimos años mi vida no ha sido precisamente un lecho de rosas, pero a partir de la separación, digamos que directamente se ha convertido en una especie de montaña rusa.
Pero una montaña rusa medio rara, oxidada y tambaleante, que solamente va para abajo, y que está ubicada en un parque de diversiones abandonado, desierto, oscuro, tenebroso y lleno de cucarachas. Algo que podría definir en pocas palabras como una verdadera porquería y que, frecuentmente, hace brotar en mi interior el casi irrefrenable impulso de cruzar a la verdulería y comprarme una regia sandía para devorarla acompañada de un buen vaso de vino tinto, cosa de terminar con mi miseria de una vez por todas.
Pero no lo hago. Principalmente porque ya se terminó la época de la sandía (los impulsos me agarran siempre a destiempo. No pego una), y encima el vino bueno está carísimo y no me voy a andar quitando la vida con un tinto berreta de cajita (después de todo soy una celebridad y aunque sea me quiero ir con algo de dignidad).

Este patético estado anímico ha provocado, además, que mi ya reconocida y querible falta de gusto por relacionarme con el resto de la especie humana se haya visto profundizada a niveles casi casi patológicos (algo que también ya mencioné anteriormente. Y si, también me pasa que repito mucho las cosas. Ser casi un ermitaño y empastillarse diariamente tiene estas particularidades, y a veces me confundo y no se si dije algo acá o se lo dije a las plantas en una de nuestras charlas), y solamente me obligue a salir a la calle únicamente cuando es estrictamente necesario (por ejemplo para comprar algo para comer, o para ahuyentar a los niños que pasan gritando y riendo por mi ventana, arrojándoles soda con un sifón).
Para mi esto no tiene nada de raro pero, aparentemente, es algo que perturba seriamente a mi psicóloga, dado que recurrentemente me repite (a veces con mucho énfasis y cara de que si pudiera me encajaría un bife) que no puedo seguir así, que ya es tiempo de que haga algún "movimiento" (parece que correr niños con un sifon no cuenta) y que me ponga las pilas de una puta vez porque cada vez que habla conmigo termina frustrada y con ganas de devolver el título y dedicarse a vender cosméticos.
Fue entonces que, hace un tiempo, luego de largas horas de meditación hecho un ovillo en el sofá, y teniendo en cuenta que, aunque se la pase cagándome a pedos, un poco de aprecio le tengo a la licenciada y me dió cierta culpa que se sienta mal por mi causa (puede que todo haya sido otro de sus trucos mentales Jedi, pero la verdad es que la última vez que dijo que tenía ganas de dedicarse a otra cosa me pareció que lo decía en serio), finalmente llegué a la conclusión de que quizás, por ahí, podría ser, existía una ligera posiblidad de que algo de razón tuviera, así que decidí que, tal vez, efectivamente, ya era tiempo de hacer algo.
Pero debía ser algo groso. No cualquier cosa. Algo importante. Algo que sirviera como puntapié inicial de una nueva etapa en mi vida. Algo que sirviera para declararle al Universo que no me iba a derrotar, por mas que lo intentara, una y otra vez. Algo que le demostrara a los Dioses en su cara, que aún estaba de pie, empuñando mi espada nuevamente y mirándolos fijamente a los ojos mientras me golpeo el pecho y les grito "¿¿Eso es todo lo que tienen mariquitas pusilánimes??" (Porque yo soy asi. Te tardo una eternidad en decidir algo, pero cuando me decido ... Aaahhhpalalalala... Agarrate eh, porque soy una cosa de locos...).
Así, embargado por esta erupción de energía indomable y bastante drogado por la mezcla de antidepresivos que ingerí, fue que hace un mes, mas o menos, me pegué una enguajada, me arreglé un poco, me puse el pullovercito ese de pelo de bebé panda que todavía no terminé de pagar, salí a la calle, grité "¡¡¡This is Sparta!!!" y ahi nomás... me fui al cine.

Bueno, si, ya se, no parece gran cosa, pero para mi fue algo extremadamente difícil de hacer ¿Que esperaban? ¿Que fuera a tirarme en paracaidas del Obelisco? Además ya había comentado antes que volver al cine era algo que me iba a costar muchísimo ¿Lo dije acá no? O capaz que se lo dije a uno de los almohadones del sofá. No se. No me acuerdo.
En fin, la cosa es que si, después de mucho tiempo, me propuse volver al cine, y fui.
El film que tuvo el alto honor de ser el elegido para ser parte de este épico momento fue, por supuesto, "El hombre de acero".

"¿¡Y por que no escribió la crítica señor!? ¿¡EH?! ¡¡¿¿Por qué??!! ¡¡Turro!! ¡¡Vago!!" estarán exclamando ustedes en este momento, interrumpiendo la emotividad del relato casi con indignación y apresurándose a reclamar con esa falta de sensibilidad que los caracteriza.

Bueno, aguanten un cacho y déjenme contarles por que.

Resulta que llegué al cine y, luego de dudarlo no menos de veinticinco veces, procedí a ubicarme en la cola para sacar la entrada, luchando con el persistente deseo de volverme de inmediato a mi casa, que era lo único que me acompañaba mientras esperaba.
Saqué la entrada, haciendo un enorme esfuerzo de concentración para decir "una" en lugar de "dos" como estaba acostumbrado. Fue bastante feo (Aunque peor hubiera sido pagar dos de gusto, pero bueno...)..
Me tragué la angustia. Tosí, porque me ahogué con la angustia. Subi la escalera mecánica. Me detuve unos segundos para contener nuevamente el impulso de darme vuelta y volverme. Caminé unos pasos, algo forzado por el reclamo y algún que otro empujón seguido de insultos de la gente que venía detrás mío y se iba quedando medio trancada, dado que yo estaba detenido al final de la escalera mecánica.
Me dirigí a la entrada y le di el ticket a la señorita. Comencé a transitar lentamente por el hall hacia la sala indicada. Aún con plena conciencia de que estaba patéticamente solo, casi por reflejo pregunté "¿Tenés que ir al baño?" como solia hacerlo en cada oportunidad en que he transitado por ese lugar. "¿Y a usted que le importa joven?" me repondió de mala manera una vieja que pasaba cerca y que pensó que le hablaba a ella.
Llegué a la puerta de la sala. Respiré hondo, y entré.
Me sentí solo. Mas que de costumbre.
Respiré hondo otra vez. Apreté los dientes y seguí caminando. Llegué al pie de la escalera y elevé la mirada hacia los asientos donde siempre solía sentarme. Sentí que, quizás, ya nunca mas me sentaría en aquel lugar.
Quise volverme, otra vez. Pero no podía. No debía. Ya había llegado lejos, y si me volvía en ese momento sería un fracaso. Y además estaba ahí para probarme que podía estar ahí. Estaba ahí para mirar a los Dioses y decirles "¡Esta es para ustedes putos!" mientras me tomo groseramente la entrepierna.
Y asi, con ese pensamiento en mi mente, junté fuerza, saqué pecho y, con absoluta determinación, comencé a subir lentamente la escalera, buscando una ubicación.
Subí un escalón. Luego otro. Y otro. Elevé un poco la mirada, levantando una ceja y esgrimiendo una ligera sonrisita así medio de costado, imaginando la cara de las Deidades que observaban impotentes mi avance. Subí otro escalón. Y cuando estaba subiendo el quinto... me tropecé y me caí.

Si, si. No es joda. No es una licencia literaria. No es un invento.

Estaba entrando a la sala donde, debo agregar, ya había gente, y me caí en la escalera.

Obviamente me paré lo mas rápido que pude (habrán sido no mas de siete u ocho minutos), subí dos o tres escalones mas haciendo un esfuerzo sobrehumano para no estallar en combustión espontánea por la vergüenza, y me senté ahí nomás, medio cerca del pasillo, deseando fervientemente que alguno de los asistentes que estaba en la sala fuera un terrorista musulmán armado con un chaleco cargado de explosivos y lo detonara en ese mismísimo instante, y sintiendo, además, una sensación de dolor punzante y casi insoportable un poco por detrás del hombro derecho.
Un dolor tan agudo que con el correr de los minutos, hacía que por momentos se me entrecortara la respiración y amagara con desmayarme (Cosa que no hice porque ya si caerme fue un papelón, desmayarme hubiera sido como demasiado. Además ya había pagado la entrada y me hubiera perdido la película. Y además desmayarse es de puto).

Y fue entonces así, en ese estado, que tuve que ver la película. Apenas. Literalmente, apenas.

"¿¿Y eso que importa?? ¡La crítica la tiene que escribir igual señor! ¡Usté se debe a su público, por poco que sea! ¡¡ Atorrante!! ¡¡Devolvé la plata!! ¡¡Ladrón!!" continuarán gritando ustedes, agitando sus puños, algunas guadañas y una que otra antorcha, y demostrando el nulo aprecio que me tienen y lo mal que están del marulo.

Esperen pichones, esperen, porque eso no fue todo. Nooooooo nononono. Falta lo mejor. La frutillita del postre. La prueba irrefutable de lo que mencionaba al principio, y que dio lugar al corte y la confección de este artículo.
Porque caerse pasando un papelón giganteso se cae cualquiera. Yo no. Yo vengo con bonus track.

Es así que al finalizar la proyección, ya me encontraba directamente casi en un estado de semi inconsciencia, el dolor se había agudizado a niveles casi insoportables y prácticamente no podía mover el brazo derecho.
Como pude, haciendo uso de toda mi arrolladora masculinidad espartana y mi orgullo saiayin, abandoné el complejo y caminé hasta mi auto, solo para comprobar que me era definitivamente imposible manejar para retornar a mi hogar (de hecho, lo sospeché seriamente cuando de pedo me pude subir al vehículo) o para llegar hasta algún centro médico a ver si me daban un calmante, o me hacían la gauchada de ejecutarme con un rifle sanitario para que deje de sufrir.  
Entonces hice lo único que pude hacer en ese momento: me quedé ahi, sentado en el auto, con la mirada perdida en el vacío, solo, y sin saber que carajo hacer.
Y para que se entienda bien lo maravilloso de la situación, cuando digo "solo", es solo; literalmente solo, ya que aqui donde resido no tengo ni familiares, ni amigos, ni conocidos, ni nadie cercano a quien acudir; y la única persona a la que, en un momento de nebulosa desesperación, se me ocurrió llamar, no me atendió el teléfono (Si estás leyendo esto gracias eh. Muchas gracias). 

No voy a entrar en detalles acerca de todo lo que sucedió después para no hacerlo demasiado largo, pero basta con decir que aproximadamente unas seis horas después del incidente (si, seis, contando las dos que duró la película), pude llegar a un sanatorio y realizarme una radiografía.
El diagnóstico fue que tenía fracturada la escápula (Si no saben que hueso es, googleen, y háganse una idea de lo cagado que hay que ser para rompersela).

¿Que por que no escribí la crítica se preguntaban? Bueno, capaz que porque vi toda la película con un hueso roto, lo cual la terminó convirtiendo en una especie de borrón que apenas recuerdo.
Una película que tenía muchísimas ganas de ver. Una película que me costó una enormidad decidir ir a verla. Una película que iba a simbolizar mi decisión de volver a levantarme para tratar de salir del pozo en el que me encuentro.
Una película que por esas ironías del destino (es un jodón bárbaro el destino. Que tipo copado che) se titula "El hombre de acero" ¿No es gracioso? Jajajaja que loco ...(Y perdoname Supermán, pero la reconcha de tu hermana, vos y tu invulnerabilidad).
Y claro, tampoco pude escribir fundamentalmente porque dada la naturaleza de la rotura, el médico me dijo que debería mantener estrictamente inmovilizado mi brazo derecho (que es mi brazo hábil, por supuesto. Sino no tiene gracia, la puta que lo parió) al menos durante un mes, dado que sino se incrementaba bastante el riesgo de que la lesión empeorara y pase a ser algo quirúrgico.
Como eso iba a ser virtualmente imposible de lograr para un pobre infeliz meado por un brontosaurio con infección urinaria como un servidor, que ahora vive solo (y está solo. Y todo parece indicar que morirá solo, probablemente atragantado con una semilla, desnucado por caerse de la cama, o algo así bien bien ridículo), lo que tuve que hacer, por precaución, fue permanecer internado en el sanatorio por algo mas de dos semanas.

Podría, a partir de aqui, deleitar a la teleplatea relatando todas las cositas jocosas que viví en esos días, como por ejemplo que el primer día de internación como no había habítaciones individuales tuve que compartir la pieza con un señor que expelía sonoros gases sin nigín tipo de consideraciones (no se cual sería su diagnóstico, pero así nomás, a groso modo, me arriesgaría a decir que se había tragado un trombón) o lo cerca que estuve de suicidarme en mas de una ocasión tratando de lavarme los dientes con la mano izquierda, pero mejor lo dejo para otro día.

Al fin y al cabo, este pobremente redactado artículo, el cual solo fui capaz de comenzar a escribir hace unos días debido al temita este de que aún tengo la movilidad de mi brazo derecho bastante limitada debido a un simpático dolor que se resiste a abandonarme (y que aparentemente es lo único que no me quiere abandonar), solo tiene la finalidad de demostrar a los señores del jurado, con pruebas evidentes e irrefutables que, definitivamente, lo crean o no, el Universo me de-tes-ta.

Y con ganas.

Creo que es hora de pensar, seriamente, en hacerme exorcizar.

jueves, 20 de junio de 2013

Shopping II: el regreso

El fin de semana pasado tuve que salir a comprarme algo de ropa.
Y digo "tuve" no porque toda la ropa que tengo haya sido devorada por un enjambre de polillas (o una bandada. O una jauría. Que se yo... No sé como se le dice a un montón de estos voraces batracios), y en este momento esté vistiendo un coqueto y sensual taparrabos, sino porque lisa y llanamente tuve que obligarme a hacerlo, casi por la fuerza (Incluso estuve a punto de llegar a usar la violencia física, porque me puse medio rebelde, pero por suerte no fue necesario).
El tema es que detesto tener que comprarme ropa.
En realidad, como saben quienes frecuentan este prestigioso sitio desde hace tiempo y se deleitan con mi alocada forma de ser, detesto tener que ir a comprar cualquier tipo de cosa, fundamentalmente por eso de que tenes que dar plata a cambio pero, mas que nada, por el asuntito este de que no sé comprar y que, cuando debo hacerlo, así medio por obligación, generalmente compro para el ojete (Si Ud. no está entre el selecto grupo de los dos o tres loquitos que frecuentan este sitio desde hace tiempo, puede interiorizarse en el tema haciendo clic aqui. Si quiere. Sino no. No es obligación. Pero después no ande haciendo preguntas boludas o diciendo que no le encuentra mucho sentido a lo que viene a continuación).
Pues bien, con el tema de la ropa, esta molesta limitación comercial se vuelve especialmente notoria y patéticamente evidente.
La razón fundamental de que esto ocurra es que, asi como me ven (un verdadero apocalipsis de facha), debo reconocerlo, soy una persona definitivamente cero fashion.
Para ser mas claro, soy hombre, y mi vestuario para mi está completo con un jean, algunas remeras, algún buzo o pullover por si refresca, una campera, mi armadura (por si hay que defender el reino), una camiseta de Boca, y una capa y mi sombrero de copa (porque, eso si, de vez en cuando me gusta arreglarme para ir al súper). Nada mas. Todo lo demás es lujo. Y yo no soy habitualmente un tipo muy lujoso que digamos. Soy mas bien un tipo de aspecto sencillo. Sencillísimo. Casi diría tirando a croto.
El punto es que este estilo de vida, por llamarlo de alguna manera, hace que no sepa demasiado sobre vestimenta. No sé de telas, ni de marcas, ni de cortes, ni de moda, ni de tendencias, ni nada de eso. No conozco del tema. Ni me gusta. Ni me interesa.
Esta ignorancia textil no me representaba, en el pasado, un escollo tan imposible de sortear ya que convivía con una experta erudita en moda y entusiasta incansable del arte de la compra, y cada vez que debía forzarme a renovar parcialmente mi guardarropas (porque siempre es por la fuerza. No se si dije que no me gusta comprarme ropa) mas allá de algunos acalorados intercambios de opinión (yo manifestando abiertamente mi estupor y sufriendo algunos episodios de lipotimia ante el exhorbitante importe de ciertos productos, y ella inflando los cachetes y diciéndome que bajara la voz y dejara de hacer papelones porque le daba vergüenza que fuera tan agarrado), mal que mal y gracias a la intervención (y tenaz persistencia) de la susodicha, la operación se realizaba.

Pero hoy en día el tema es mas complicado.

Una de las tantas desventajas del haberme separado (ademas de comer mal, planchar peor, y la desgarradora soledad de vivir sin amor sintiendo que ya nadie me quiere y que no valgo nada) es la de no contar ya con la tan preciada mirada femenina en temas tan puntuales como la vestimenta (o el uso de mas de un programa en el lavarropas, o saber que producto utilizar para limpiar distintas cosas), y verme en la muy poco feliz situación de tener que llevar adelante la penosa tarea de adquirir nuevas prendas sin ninguna clase de asistencia.
Esto, lo sé, es una receta para el desastre, pero bueno, mal que me pesara tuve que hacerlo ya que lei por ahi que el jean nevado, las camisas hawaianas, la polera de plush y el cardigan de lana, aparentemente, no se usarían mas.
Fue así que, luego de pensarlo muy bien (lo estuve evaluando desde hace mas o menos como dos meses), el sábado sali decidido y armado con un plan de dos simples pasos:
Paso 1: entrar a UN negocio y comprar las tres cosas que necesitaba en ese único lugar, cosa de sacarme rápidamente de encima el tema; y Paso 2: volver raudamente a mi casa a encerrarme en la penumbra lo mas rápido posible (porque otro de los efectos secundarios de la separación, además de la asfixiante certeza de que voy a morir solo, es que no tengo ganas de salir a la calle, ni de estar entre la gente, ni de ver gente. Gollum al lado mío es un RR.PP.).

Y así lo hice. O al menos fue lo que intenté hacer.

Entré a la primer tienda que vi la cual, para mi sorpresa, a diferencia de otras de las cercanías, estaba vacía (vacía de clientes, no de ropa ¿Para que iba a entrar sino?).
Eso debería haberme dado algún vago indicio de que algo raro tenía pero, como dije antes, no soy una luminaria en estos temas.
Saludo a la chica que atiende y le pido de ver una campera (porque una de las cosas que necesitaba comprarme era una campera, y en la vidriera había una que, así vista de afuera, parecía que iba a estar bien).
La chica, sin demasiado entusiasmo quizás porque me vio pinta de muerto de hambre, me muestra el modelo solicitado en tres colores.
Lindo el modelo, lindo los colores, pero lo que en vidriera parecía una "camperita canchera" era en realidad una campera que evidentmente había sido diseñada para tipos que se van a pasear al Ártico. O al espacio exterior. Creo que pesaba mas la campera que yo. Y encima salía un huevo.
Ahi nomás el plan ya se me empezó a ir peligrosamente al carajo y, por supuesto, me empecé a poner fasitidioso y de mal humor.
Uno, yo no soy para nada friolento y, de comprarla, a no ser que se desate una era glacial, la onerosa campera iba a terminar durmiendo el sueño de los justos en en placard.
Dos, salía un huevo.
Tres, había otros modelos de campera que eran casi igual de gruesos pero mas feos.
Cuatro, esta era linda, pero salía un huevo.
Cinco, habia alli en una pared, un afiche enorme de un flaco usando esa misma campera y le quedaba pintada. Yo me la puse y parecía Trapito. Fue deprimente. A los modelos hay que matarlos.
Seis, salía un huevo.

O sea, a cinco minutos de iniciada la operación "Puta madre que fastidio es comprar ropa", mi estrategia ya tambaleaba. No queria tener que caminar recorriendo otros locales, pero esa campera no era la que necesitaba, ni la que quería (Y menos costando lo que costaba. Salía un huevo, no se si lo dije).
Y entonces, como no podía ser de otra manera, como siempre me pasa en estos casos, en ese instante entré en trance.
La mente se me puso completamente en blanco. Miro la campera. Suspiro. Arqueo la cejas. La sigo mirando. Pienso en lo que sale. Doy un soplidito. Mi billetera me grita que salga corriendo. Sigo con la mirada fija en la maldita campera (al pedo, porque ya casi había decidido que no la iba a comprar porque era muy gruesa. Y además salía un huevo). Siento sobre mi la penetrante mirada de la vendedora que se relamía viendo al pancho que tenía enfrente y pensando en su comisión. Doy otro soplidito. Toco la campera como si entendiera algo de tela. Me froto el menton con gesto concentrado. Vuelvo a tocar la prenda. Pienso en que deberían darme un Oscar por "Mejor actuación de tipo que relamente está pensando en los pros y los contras de la campera cuando en realidad tiene la mente completamente en blanco".
Finalmente, ignorando la persistente voz en mi cabeza que me decía "Comprala. Sino hay que seguir buscando... Además mirá como te mira la chica. Vas a quedar como un piojoso. Encima hace como cuarenta minutos que estas parado acá sin moverte. La piba se está poniendo incómoda. En cualquier momento llama a la policía", haciendo uso de toda mi fuerza de voluntad le dije a la espectante muchacha que no la iba a llevar.
Y poder decir eso, para alguien como yo, en esas circunstancias, fue casi un triunfo épico.
Normalmente hubiera quedádome con la campera, enojádome luego comigo mismo por papafrita al que le venden cualquier cosa porque no sabe decir que no, y lamentádome durante meses por el excesivo gasto realizado. Pero esta vez no.
No se si se debíó a algún efecto secundario de las pastillas que estoy tomando, o al vértigo pavoroso que sentía en el bolsillo cada vez que pensaba en el precio de la prenda, pero, esta vez, la victoria fue mía. 
Una victoria que hubiera sido completa si me hubiese retirado en ese momento, con la frente en alto y los fondos aún intactos, siguiendo mi regla de darme por vencido de inmediato si algo no sale bien a la primera; pero no lo hice. No. Me engolosiné. Sucumbí a la tentación...
Envalentonado por mi nueva actitud de "comprador que la tiene re-clara y puede decir que no", ahi nomás me lancé en pos de las otras dos cositas que debía comprar. Total, ya estaba ahí, dominando la situación de taquito.
-A ver mocosa- le digo a la vendedora, llevando mis manos a la cintura y sacando pecho -Mostrame algunos pullovercitos ¿Tenés?
-Si- responde la chica, medio mirándome raro, mientras me muestra dos o tres.
-Dame el grisecito. Y me lo voy a probar ¿Estamos? Porque yo no me llevo cualquier cosa ¿Sabés chiquita?- le digo con autoridad, para que sepa con quien está tratando.
La joven me lo alcanza y me dirijo al probador con seguridad arrolladora y paso cancherito.
-Me lo llevo- exclamo luego de probarme la prenda y comprobar que no me queda del todo horrible.
-Muy bien- dice la jovenzuela. Se dirige a la caja, acomoda la prenda en una bolsa de esas paquetas de cartón y me la da, mirándome como con un brillo de maldad y regocijo en los ojos -Serían cuatrocientos cuarenta y cinco pesos señor-.

Sonrío, pensando que la muy atrevida me estaba cachando.

La vendedora me mira seria, con cara de "Si campeón. El pullovercito sale $445. La veselina es aparte".

Se me borra automáticamente la sonrisa. Siento que se me baja violentamente la presión. Se me aflojan las piernas. Creo que también sufrí un pequeño pre-infarto y me salieron canas de golpe.
Agarro la bolsa y reviso bien el interior para ver si además del pullovercito pedorro me estaba entregando las llaves del local. O un jarrón antiguo de la dinastía Ming. O un lingote de oro. O medio kilo de cocaína.
Pero no... solamente estaba el pullovercito. 
En ese momento una oleada de interrogantes me inundó la mente: ¿Estará el fucking pullover cosido con hilos de oro y no me di cuenta? ¿Quedará muy muy mal y muerto de hambre exclamar "¡¡Eeeehhhhh!! ¡¿Pero de que está hecho?! ¿¿De pelo de bebé panda??" y salir corriendo mientras grito como un desaforado? ¿Será creíble que ahora me haga pasar por extranjero y empiece a repetir "Mi na antienda aspagnol" mientras me voy retirando del local? ¿Y si simplemente me doy vuelta y me voy sin decir una palabra? ¿Por qué no tengo un mayordomo que se encargue de todo como tiene Bruce Wayne? ¡¡¿Como cuerrrrrrnos puede salir tanto un puto pullover?!!
En eso siento nuevamente la voz de la ambiciosa vendedora preguntándome si necesitaba algo mas, notando que yo estaba como paralizado, con la mirada perdida en el vacío y sin siquiera amagar a esgrimir medio de pago alguno.
-Eehh... M-m-medias- dije (porque también necesitaba medias), con un hilo de voz y ya medio abatatado sin poder pensar con claridad lo que hacía.
-Como no- responde la señorita con una amplia y triunfal sonrisa, y me despliega como cinco pares de medias sobre el mostradorcito.
-Todas tienen el "loguito"- aclara con cierto énfasis.
Afortunadamente, la palabra "loguito" actuó como disparador (porque hasta un paparulo como yo sabe que cualquier cosa con "loguito" significa que te van a romper el orto) y pude reaccionar apenas para hacer como que miraba por unos segundos las medias y decir "No, gracias. Estoy buscando en otro color" ante el temor de que para pagarlas tuviera que dejar el auto, o mi honor (Cabe aclarar que la chica me volvió a mirar raro ya que los pares eran en blanco, gris, azul y negro. Habrá pensado que quería comparme medias fuxias o amarillo patito. No se. Igual a esa altura ya no me importaba nada)
Segundos después, como puedo, apenas controlando los espasmos musculares y la falta de oxígeno que amenazaban con hacerme colapsar ahi mismo, tomé mi billetera y, temblando, saqué la tarjeta y se la entregué a la muchacha, mientras una solitaria lágrima caía por mi mejilla.

Luego procedí a retirarme, una vez mas, completamente derrotado.

O sea, para resumir, el plan era ingresar al local y comprar una campera, un pullovercito y unos pares de medias, gastando una suma mas o menos importante (importante según mis estándares. Quinientos pesos ponele, lo cual ya es una barbaridad) teniendo en cuenta que las camperas, generalmente, son algo costosas, pero balanceando el costo general con las otras dos prendas.
Lo que terminó sucediendo es que abandoné el local con una bolsa de cartón conteniendo únicamente un pullovercito de morondanga que me salió $445, y la moral tan destrozada como mi bolsillo.
 
Y para hacer mi fracaso completo (porque si voy a cagarla, la cago bien), y solamente para no tener que volver a salir nuevamente otro fin de semana, no tuve mejor idea que proseguír con mi raid de compras, ya definitivamente de mala gana y deseando terminar con todo (incluso con mi vida) de una puta vez, y terminé comprando un par de medias en otro local (uno solo. Si, si... Entré en un local lleno de gente y esperé mas de media hora para comprar UN par de medias) y una campera mas o menos cercana a lo que quería (recalco lo de "mas o menos cercana". Ya estaba entregado) en ooootro local que quedaba como doce cuadras a la vuelta de la concha de la lora, y la cual, por supuesto, me salió un huevo.
Lo único que espero es que empiece a hacer mucho mucho frío como para empezar a amortizarla pero, con mi suerte, probablemente estemos por vivir el invierno mas cálido en la historia de la humanidad.

Encima estuve viendo que también necesito comprarme un jean, alguna camisa y zapatillas nuevas (las Flecha que estoy usando ya están algo gastadas).
 
Creo que, definitivamente, voy a necesitar alguien que me asesore, o puedo llegar a provocarme una tragedia financiera irreparable.

jueves, 25 de abril de 2013

Con pena y sin gloria

Visto y considerando que este mundo pedorro no se acabó un carajo, y que al final los Mayas parece que eran muy hábiles en la confección de trajes de baño (de ahí su nombre... Ya se que este chiste ya lo hice como mil veces, pero el público se renueva) pero haciendo predicciones resultaron menos creíbles que Blanca Curi, me veo forzado, si, for-za-do, a retomar cierto grado de actividad.
También, por supuesto, como en cada oportunidad en la que me he ausentado por algún tiempo, han influído en esta decisión las permanentes muestras de afecto y preocupación de parte de ustedes, estimados lectores, que nuevamente han inundado mi casilla de mail preguntándome como estaba y diciéndome lo mucho que se me extrañaba; que me han enviado conmovedoras cartas por correo (tengo lectores que son un poco viejos y no están muy actualizados), y hasta dos o tres cartas documento reclamando el pago de deudas y comunicandome el despido de mi empleo (también tengo lectores con un gran sentido del humor jajaja).
Un poco tambien influyó el haber recibido algunas amenazas telefónicas anónimas, y el hecho de ver desde hace ya unos cuantos días un auto misterioso estacionado en mi cochera (aunque esto último no pasó de ser una nota de color ya que después me di cuenta de que era mi propio auto. Es que soy un poco distraído).
Es por eso, que ante semejantes muestras de interés y aprecio, y viendo lo ansiosos y desesperados que están por saber que fue de mi vida en este último tiempo, paso a ponerlos al correinte de los acontecimientos.

Pasó que al comenzar el año, como suele ser habitual en este mundo del espectáculo en el que nos movemos las estrellas, también comenzaron a sucederse las negociaciones para ver con cual de los principales canales de tv iba a firmar contrato para poner al aire mis codiciados productos y, bueno, resulta que hubo algunas diferencias por el temita este del prime time, mas ciertas otras en cuanto a la moneda en la que iba a cobrar mis honorarios, y así una cosa llevó a la otra, y que voy a este canal, y que no, y que después me paso a la competencia, y otra vez no, y que ahora no voy a ninguno y me compro un canal yo y hago lo que se me canta el culo, y después al final no compro nada, y que esto y que aquello, y bueno, las cosas se fueron estirando mas de lo pensado y así es que llegué a este mom...

No, mentira. Eso no fue lo que pasó.

La verdad es que estuve realmente muy ocupado porque hace un tiempo, sorpresivamente, me llamaron para proponerme ocupar un alto puesto en una institución internacionalmente reconocida y, si o si, tuve que viajar para arreglar los detalles.
Parece que esto de ser Papa es cosa seria.
Lamentablemente no pudimos llegar a un acuerdo con el Concilio del Vaticano, y me vi obligado a rechazar la oferta.
Me sacaron a empujones, para ser mas preciso.
No se, creo que se tomaron medio mal algunas de mis propuestas para modernizar la figura Papal, como la de ponerme un sponsor en la sotana como lo hacen los equipos de fútbol (incluso había sugerido poner la marca "Pringles" como para que pegara), o que en lugar de "Papa" o "Su Santidad" me llamaran "Papu" o "Papirri" como para tener mas llegada pupular aprovechando mi extraordinario atractivo y mi avasallador carisma.
Pero bueno, no copó mucho la idea (resultaron un poco quisquillosos los obispos) y al final me tuve que volver.
Dentro de todo menos mal, porque por lo que pude averiguar me iban a hacer trabajar los domingos.
Igualmente todo esto llevó su tiempo y fue por eso que estuve ausente y...

No, tampoco. Eso también es mentira...

Lo cierto es que estuve intentando diversificar mi fuente de ingresos y viendo con mis amigos Fede y Leo de poner un negocio que parece que anda al pelo: un lavadero.
Todavía no se si es de autos o de ropa, pero los pibes me aseguraron que, y cito textualmente lo que me dijeron la primera vez que hablamos por teléfono: "Vamos a hacer millones lavando".
A mi me pareció una buena oportunidad de negocios (¡Por fin se me da una!), porque los chicos la tienen muy clara en el tema empresarial; me dijeron que al local lo íbamos a tener en Puerto Madero y, además, me aseguraron que tenían contactos bien bien arriba (gente que vivirá en un piso veinte o treinta supongo. No se. Yo no manejo mucho el lenguaje corporativo) y que eso nos garantizaba, y cito nuevamente sus palabras, "que nadie nos joda" (Aparentemente el mundo de los lavaderos es bastante mas complicado de lo que parece).
Lo mejor de todo es que son tan buenos estos muchachos, que hasta me dijeron que me iban a poner a mí como director de la empresita y que, si todo iba bien, hasta capaz que me ligaba un viajecito a Panamá o Belice. Re buenos pibes.
Por desgracia ya hace un tiempo que no tengo noticias de ellos, y no se si llegaron a armar algo.
Para mi que les debe haber salido algún negocio en el tema de la ecología porque en la última comunicación que tuve con Fede mencionó algo del "fondo del Riachuelo" y me contó que Leo andaba un poco intoxicado. Bah, eso deduzco yo. En realidad lo que me dijo era que estaba recontra cagado. No se. No me dio muchos detalles porque cuando me llamó esa última vez sonaba muy agitado, habló poco, medio como entrecortado, y lo último que alcanzó a decir fue "No puedo decir nada mas porque me están apretando mal". Jaja... Seguro que estaba con una minita. Que loco lindo...
En fin... Así que fue por eso que estuve un poco desaparecido. No es fácil hacer negocios; lleva su tiempo, hay que atender muchos detalles, y hacer llamadas, y ver que todo ande...

No. Esto tampoco es verdad. (Reitero: "ESTO NO ES VERDAD. NO LOS CONOZCO. NO TENGO NADA QUE VER. EN SERIO. LO JURO. ME DAN VUELTA Y NO SE ME CAE UNA MONEDA. NUNCA VI A ESTAS PERSONAS EN MI VIDA. ESTO ES FICCIÓN. YO HAGO FICCION DE VERDAD, NO COMO ESTOS LADRONES).

Lo cierto, la verdad, toda la verdad y nada mas que la verdad, y sino que Thor y La Plata me lo demanden, es que desde hace un tiempo estoy pasando por un momento bastante difícil del que me está costando, bastante también, salir.

No voy a entrar en mucho detalle, un poco para no aburrir con eventos que hacen a la esfera de mi vida privada (porque no se si sabían pero yo vivo en una esfera. Soy algo excéntrico), y otro poco porque básica y fundamentalmente no se me da la gana, pero mas o menos la cosa es así: mi vida no es fácil.
Ya se, es una frase hecha que no explica nada. No me importa. Acabo de decir que no voy a dar detalles. Pero confíen en mi palabra. Además, los que tienen el muy dudoso privilegio de conocerme personalmente y de haber visto a la persona detrás del personaje (¡Uh que frase acabo de mandar! La voy a registrar. Creo que jamás nadie la ha dicho en la historia) pueden dar fe de ello.

Tanto es así que a esta altura de las circunstancias, aquella sospecha que tenía de que el Universo mucho mucho que digamos no me estimaba, se va convirtiendo en una patente y dolorosa (en todos los sentidos de la palabra) realidad.
Para ser mas preciso y a manera de ejemplo, la Kabbalah dice en una de sus enseñanzas algo así como "feliz el hombre que debe atravesar dificultades y sufrimiento, porque eso significa que el Creador se preocupa por él".
Bueno, si esto es así, el Creador a mi me adora. Es locura que tiene conmigo. Casi casi que me dan ganas de decirle que ya está bien, que ya se que tenemos onda y no hace falta que me lo demuestre mas. En serio. Si pinta tener una relación mas abierta y se quiere preocupar por otra gente por mi está todo bien. De verdad capo, andá tranquilo. Yo te llamo.
O sea, me ha tocado en suerte atravesar por cosas complicadas y golpes duros, que no han pasado sin dejar secuelas. Sin embargo, como aparentemente no poseo la facultad de saber cuando debo quedarme en la lona y dejarme de joder (vengo a ser como un Rocky Balboa pero un poco mas lindo y con mejor dicción), siempre traté de levantarme y seguir.
Seguir recibiendo sopapos, claro...
Y el último que me morfé es el que me dejó al borde del knock out, pensando en tirar la toalla mientras la cuenta del árbitro ya va por tres millones quinientos setenta y dos.
Porque cuando los golpes van al cuerpo las heridas cicatrizan, los huesos se arreglan (o te los cambian por partes biónicas o Adamantium) y los magullones con el tiempo se desvanecen; pero cuando te dan un golpe que llega a lo mas profundo, ahí ya no es tan fácil la cosa.

Supongo que los pocos que hayan llegado leyendo hasta este punto, además de estár aburridísimos y pensando "¿De cual estará tomando el pibe este?" o "Soy mujer y no entendí nada de la última parte ¿No hay fotis? ¿¿Esto no es Facebook??" estarán, además, conjeturando sobre que cuernos estoy hablando.
Bueno, el hecho concreto es que me separé.
Hace unos meses, luego de diecisiete años, nueve meses y cuatro días, mi relación con la Sra. Renegado (hoy ex-Sra. Renegado) ha tenido un amargo, triste e impensado final.
Y si en este momento están diciendo "¡Uhhh! ¿Tanto lío por eso?" sepan que esta situación es, al menos para mi y en este momento, mas complicada de lo que parece.
Y no, ya dije antes que no voy a dar detalles. No sean chusmas de barrio. 
Por otra parte, sé que esta es una noticia que llenará de incontenible regocijo a las millones de lectoras que desde hace años fantasean con conocerme, y que en este preciso momento muchas de ellas estarán dando histéricos grititos de felicidad, con los ojos llenos de ilusión, y pensando en salir corriendo a pegarse una enjuagada y sacar turno con la depiladora.
Bueno señoritas, déjenme decirles, primero, que son bastante egoístas y malas personas ya que anteriormente acabo de escribir todo un párrafo, con metáfora y todo, acerca de lo mal que me siento por esto y no les importó un pepino. Debería darles verguenza.
Y segundo, y lo mas importante, es que no se molesten. (Ok, lo de ir a depilarse si. En nombre de todo el género masculino. Si quisiéramos acariciar algo peludo tenemos muchas otras opciones, como la mascota de la familia, o algún cacho de queso viejo que haya en el fondo de la heladera).
Sepan que mi corazón ahora es de piedra.
Sory por escupirles el sueño tan pronto pero, como diría el poeta contemporáneo Ricardo Montaner, "he declarado mi vida en soledad". Lo siento. Es así. A llorar al campito. Como les digo una cosa, les digo la otra. Dificilmente exista alguna mujer por ahí que pueda volver a hacerme creer en eso que algunos llaman "amor". Es un capítulo de mi vida que hoy está cerrado. Completamente. No hay posibilidad alguna de que alguna de ustedes vuelva a conquistar mi afecto nuevamente. Nada. Cero. Ninguna, ninguna. Considérenmen in-con-quis-ta-ble. Fruta prohibida. Inalcanzable. Y además no tengo ganas de estar con nadies. Punto final. (Salvo que Ud. sea Kaley Cuoco. O muy muy muy parecida. O tenga un cierto aire. O sepa gesticular con la boca como hace ella. No se, ahi lo podemos charlar...).

Así que, bueno, esa es la historia.
Mi vida, actualmente y desde ese momento, se ha convertido en una especie de isla gris y desierta en la que no quedan mas que las ruinas humeantes de lo que alguna vez fue una... eeehhmmm... civilización científicamente avanzada y fundada en el amor (O algo así. Que se yo... Creo que es otra metáfora...) y obviamente esa fue la razón por la cual no estuve ni con el humor ni con las ganas como para volver a escribir.
De hecho, ahora mucho tampoco, y solamente lo hago porque mi psicóloga (si, estoy viendo a una psicóloga. No se rían. Estoy mal en serio. No es todo joda loco...) me dijo que por ahí me hacía bien y me engañó utilizando uno de sus trucos mentales para que volviera a hacerlo. (Estoy empezando a sospechar que es una Jedi. Al nivel del Maestro Yoda, pero afortunadamente bastante mas linda y mucho mas joven).

O sea, dado el caso, puede que vuelva a escribir, contando lo cachivache que soy viviendo solo y lo milagroso que es que aún no me hayan comido los piojos; puede que esto sea lo último que vaya a escribir; puede que me suicide hasta morir, o puede que me secuestre un plato volador. Quien sabe.
Para empezar, desde ya notifico a aquellos que disfrutaban de las críticas de cine que, dadas las circunstancias y el hecho de que no me gusta ir al cine solo porque me parece medio triste (de hecho no volví a hacerlo desde la separación, y me perdí una pila de películas que quería ver), por un tiempo indefinido se van a quedar con las ganas, o en su defecto, deberán confiar en críticas serias que pueden encontrar en otra parte. Quizás dentro de un tiempo haga un concurso tipo "Acompañe a Renegado al cine con todo pago" (con todo pago por Ud. por supuesto, incluso lo mío) o algo así, pero no creo porque soy bastante odioso y antipático para tratar con gente que no conozco.
 
Bien, eso sería todo. Me voy a seguir alimentando de arroz con atún y tristeza.

Cualquier cosa me buscan en Facebook.

Eso si, se van a cagar para encontrarme porque no tengo Facebook.

  

jueves, 10 de mayo de 2012

Crítica de cine: LOS VENGADORES


Si tuviera que resumir esta película solamente en dos palabras, estas serían "IM PRESIONANTE".
Luego de los éxitos y la buena realización de las producciones que presentaron individualmente a Iron Man, Hulk, Thor y el Capitán América (de este último no escribí la crítica. Sory. Todo no se puede), mas las incorporaciones de la Viuda Negra y Ojo de Halcón, que hasta el momento solo habían desarrollado roles secundarios o apenas cameos en los otros filmes, uno podía esperar que el reunirlos a todos en una sola historia iba a dar como resultado un verdadero tanque de espectacularidad, aunque siempre corriendo el riesgo (no olvidemos que esto es Hollywood) de que la historia fuera una cagada y el director pretendiera ser mas protagonista que los personajes, dándole a la película algún giro personal o cierto aire de seriedad para complacer al público "serio" que va al cine.
Afortunadamente nada de esto pasó, y la película, para decirlo de una manera bien clara, es TRE MEN DA.
Es todo lo que se puede esperar, y mas.
Es lo que siempre deberían ser las películas basadas en cómics de superhéroes: un cómic hecho película. Y bien. Ni mas, ni menos.

Sinposis

Todo comienza en una de las secretas instalaciones de S.H.I.E.L.D. donde el Coronel Nick Fury le ha encargado al Dr. Erik Selvig (el colega de Jane Foster en "Thor"), la tarea de intentar desentrañar el misterio del funcionamiento del Teseract, un cubito azul que aparentemente contiene energía casi infinita.
-¿Y? ¿Anda o no anda eso?- interroga Fury con las manos en los bolsillos y mientras hace globos con el chicle.
-Va queriendo, va queriendo- responde Selvig -Hay lecturas raras. Es como si se quisiera comunicar con nosotros.
-¿Se quisiera comunicar? ¿Quien?- vuelve a preguntar Fury intrigado.
-El cubito- dice Selvig señalándo al artefacto con el dedo.
-Ah, mirá vos- responde el Coronel revoleando los ojos mientras dice "Viejo borracho" medio por lo bajo.
En ese momento hay como un temblor, medio que se corta la luz, el cable, y del cubo salen unos rayos re polenta.
-Uh, parece que algo va a pasar- exclama Selvig re emocionado.
-¡¿No?! ¿En serio? ¡Menos mal que lo tengo a usted que es científico para que me lo diga, sino no me daba cuenta!- dice Fury en tono irónico mientras se va poniendo atrás de Selvig por las dudas que algo esplote.
Ahí el cubo emite un poderoso rayo de energía sobre una plataforma y, de la nada, aparece Loki, el hermanastro descarriado de Thor, portando una especie de lanza con una piedra en la punta (la cual le había sido entregada por una raza de extraterrestres okupas que querian venirse a conquistar la Tierra, y que le habían prometido que, si los ayudaba a lograrlo, hasta lo iban a nombrar Rey y todo).
-Buenasss- dice Loki -Acá vengo a tomar posesión del planeta si no les molesta, insectos insignificantes.
-¡Sobre el cadáver de Selvig!- grita Fury mientras desenfunda su arma y le dispara, usando al profesor como escudo.
-¡Oleee!- dice Loki en tonito burlón, mientras esquiva las balas haciendo como pasitos de murga.
En eso se suma a la pelea el agente Burton ( a.k.a. Ojo de Halcón) que andaba por ahi medio al pedo, pero Loki (que acá es como un Dios) le pega una flor de revolcada casi sin pestañear, para después tocarle el pecho con la punta de su lanza y apoderarse completamente de su voluntad.
-¡Puta madre! Ese era uno de los mejores que tenía- murmura Fury algo decepcionado mientras, aprovechando que Loki estaba entretenido volteando muñecos, se apodera del Teseract, lo mete en una valija y amaga a salir corriendo.
-¡Ep ep ep ep! ¿Donde te crees que vas morocho? Ese cubito es mío- exclama Loki apuntándole con la lanza.
-No se, no se. Acá no tiene ningún nombre escrito ¿Tenés los papeles?- pregunta Fury algo infantilmente.
-Uh no, acá no los tengo. Que macana, los debo haber dejado arriba del piano- responde Loki con una sonrisita de loco, mientras se apodera de la voluntad de Selvig que se había quedado parado ahi en el medio de todo como un papanatas.
-Fury está haciendo tiempo mi señor- le dice el poseido y ahora bastante alcahuetón, agente Burton a Loki -Esto esta enllenado de esplosivos por esplotar que nos van a enterrar a todos y a todas.
En eso todas las instalaciones comienzan a temblar, y se empiezan a escuchar detonaciones por todos lados.
-¡Negro traicionero!- grita Loki enfurecido, mientras ve como Fury le saca la lengua y se las toma.
Sin embargo, el hermanastro del Dios del Trueno de todas formas logra huir, llevándose con él a Selvig, a Burton, y como a medio plantel de S.H.I.E.L.D..
De regreso en la base (pero otra. S.H.I.E.L.D. tiene propiedades por todos lados) y viendo que, definitivamente, las cosas se le iban a poner feas, Fury decide por su cuenta poner en marcha el tan postergado "Proyecto Vengadores", que tenía en carpeta desde que estrenaron la primera Iron Man.
Así, manda al Agente Coulson a buscar a Tony Stark, a la Agente Romanoff (a.k.a. Vuida Negra) hasta la India para buscar a Bruce Banner (a quien convenció de acompañarla luego de mostrarle uno de sus pechos), y él mismo va lo y apalabra a Steve Rogers para convencerlo de volver a la acción como el Capitán América.
Poco tiempo después, con parte del equipo reunido en el Helicarrier (la plataforma voladora de S.H.I.E.L.D. Está buenísima pero paga una fortuna de patente) y ya llevándose mas o menos, se enteran de que Loki anda haciendo cagadas por el mundo, así que lo mandan al Capitán América a que lo detenga.
Rogers, con toda su buena voluntad y atletismo, lo enfrenta y logra darle una decente batalla, pero como Loki es casi un Dios, un consumado maestro de la magia y, encima, tenía la lanza re loca esa, el Capi estuvo a punto de comerse los mocos, de no ser porque fue Iron Man a hacerle el aguante.
De esta manera, entre los dos, logran finalmente detenerlo y hacerlo prisionero.
Sin embargo, estando en vuelo todos chochos por haber cumplido con la misión, a medio camino de regreso a S.H.I.E.L.D., de repente el cielo se nubla y empieza a haber truenos y relámpagos.
-Epa. Parece que va a llover y yo no traje las galochas- dice el Capitán América que era re antiguo.
En ese momento aparece Thor sentado en un ala del avión y, de inmediato, va, arranca una compuerta, se mete sin pedir permiso, y sin decir una palabra lo caza a Loki del cogote y se lo lleva volando.
-Ah nooo- exclama Iron Man con los brazos en jarra -¡Con lo que nos costó agarrarlo al chiflado ese, viene este teñido y se lo lleva! ¿Pero quien es? Y ahi nomás se manda a perseguirlo.
-Uh, esto va a ser para macana ¡Me están cachando!- dice Rogers, mientras se calza un paracaídas y se tira.
Ya en tierra, en la cornisa de una montaña, Thor estaba, como de costumbre, dele discutir con Loki que el papi Odín esto, que el papi Odín aquello, que soy adoptado, que te quiere mas a vos, y todas esas cosas, cuando de golpe llega Iron Man a las chapas y le da un flor de roscazo al Dios del Trueno.
-¿¡Que hacé Mazinger!?- le grita Thor bastante enojado y haciendo montoncito con la mano.
-¿Que hago que rubia? Vos empezaste. El flaco ese es nuestro prisionero man- responde Stark.
-El flaco ese es mi hermano y mi papá me mandó a que lo ponga en vereda y me lo lleve de vuelta para casa ¿Vos sabés quien soy yo, mortal enlatado?- retruca Thor revoleando el martillo.
-No. No se... ¿He-Man?- contesta Stark medio en joda.
Ahi Thor se re calienta por la comparación (se dice que He-Man era medio gay) y le manda un martillazo que tira a Iron Man a la mierda y le deja un flor abollón en la armadura.
-¿¡Que hacés loco!? ¿Sabés lo que sale hacerle chapa y pintura a esto?- grita Stark señalando el daño, y acto seguido se impulsa a gran velocidad y le acomoda un derechazo a la mandíbula al hijo de Odín.
Eso desata que ambos se enrosquen en una pelea bastante fulera, hasta que llega para intervenir el Capitán América que, tirando y ligando también un par de tortazos por metido, termina por separarlos al grito de "¡¡Bueno, basta!! ¡¡Se me dejan de embromar, caramba!!".
Finalmente todos se calman y, juntos. terminan llevando al loco de Loki (jejeje) hasta la base de S.H.I.E.L.D. donde queda prisionero.
Sin embargo eso solo será el comienzo de todo ya que, una vez allí, Loki, valiéndose de su extraordinario poder de sembrar discordias, terminará por develar sus verdaderas y maléficas intenciones, desatando un caos inimaginable para la Tierra, lo cual no dejará a este recién formado y disfuncional grupo de héroes, mas alternativa que aprender a trabajar juntos en pos de salvar al planeta de una amenza tan poderosa como inesperada.


Como dije antes la película es fantástica. Son algo mas de dos horas en las que no se puede despegar la vista de la pantalla, especialmente si uno es fanático de los cómics.
Visualmente es realmente espectacular, en parte gracias a que las caracterizaciones de los actores están cuidadas casi al detalle, lo cual, en este tipo de producciones, no es un dato para nada menor.
Mas allá de eso, en mi modesta opinión, creo que su mayor virtud, además, radica en el hecho de que no quisieron hacer nada "raro" con el guión, que es muy simple y sin pretensiones, y que cumple sobradamente con la función de dejarle todo el protagonismo a los personajes, que, en definitiva, es lo que uno quiere ver en este tipo de películas.
La historia no busca profundidad, ni tiene dramatismo forzado. Es simplemente el hilo conductor de los hechos, con diálogos bien realizados y, encima, muchos momentos de humor muy bien logrados.
Cada personaje tiene "su" momento para lucirse, sin opcar al resto; y las secuencias de acción (especialmente las de la batalla final) son para quedarse con la boca abierta y una enorme sonrisa en el rostro.
En cuanto al reparto, si bien es ya conocido, no deja de resultar sorprendente cuando se los ve reunidos en la pantalla y cumpliendo con magnífica eficiencia sus roles.
El enorme Robert Downey Jr. vuelve a interpretar a Tony Stark/Iron Man, y aunque uno podría pensar que se robaría la película, no lo hace, si bien cada intervención suya es notable; Chris Evans en enfunda en barras y estrellas como Steve Rogers/Capitán América (con un look mas "Ultimate" que clásico); Chris Hemsworth empuña nuevamente el martillo de Thor, Mark Ruffalo da vida a Bruce Banner/Hulk (es el único que se sumó al elenco que no tuvo película individual, ya que "El Increíble Hulk" tuvo como protagonista a Edward Norton, quien se negó a interpretar nuevamente ese papel para esta producción y ahora se debe querer cortar un testículo); la hermosísima Scarlett Johansson vuelve a ser Natasha Romanoff/Vuida Negra y Jeremy Renner, ahora si con mas protagonismo, se convierte en Clint Barton/Ojo de Halcón.
Junto a ellos Samuel L. Jackson regresa como un cada vez mas convincente Nick Fury, Clark Gregg como el Agente Coulson, y se suma la bella Cobie Smulders como la Agente María Hill.
Un párrafo aparte merecen la brillante actuación de Tom Hiddleston en su rol de Loki, componiendo un villano que, definitivamente, estuvo a la altura de las circunstancias, y el nuevo Hulk digital, mucho mas cercano al presonaje del cómic que los anteriores.
La película fue dirigida por el Señor Joss Whedon, quien ha sido conocido por series como "Buffy, la cazavampiros", "Ángel" y la injustamente cancelada "Firefly", y que por haber realizado esta maravilla se merece todo mi agradecimiento y un gran aplauso de pie.

Calificación: Obviamente 5 Renegados a full (Excelente. Imperdible. Una película de superhéroes que le pone la barra bien arriba a todas las que vengan detrás. Una joyita para todos los públicos).

Recomendaciones: Si no la vió, vaya YA a verla, antes de que la bajen de cartelera. Si es posible y le alcanza la plata en 3D (y si tiene mucha mucha suerte, en 3D y subtitulada). Yo la tuve que ver doblada, pero está tan buena que (casi) no me importó.


martes, 10 de abril de 2012

Crítica de cine (con delay): FURIA DE TITANES II


Como no es difícil de imaginar, esta es la secuela de "Furia de Titanes" aquel malogrado intento de película épica que se mandaron allá por el 2010.
Si en aquella oportunidad no pudieron ver el inicio de esta saga, o la vieron pero ya no se acuerdan demasiado, o la vieron y les pareció tan mala que se hicieron hipnotizar para olvidarla, y ahora piensan que quieren ver esta segunda parte (de puro masoquistas que son o porque no tienen nada mejor que hacer) y temen quedar medio en bolas; no os preocupeis, porque haciendo simplemente un clic AQUÍ con el puntero de su mouse, podrán acceder (Se los recomiendo ¡Es gratis!) a la reseña que un servidor realizó en aquel entonces (¿Se acuerdan? Se estrenaba un película, yo la iba a ver y a la semana siguiente ya tenía la crítica escrita... Aaahhh... Que tiempos aquellos...).
Pero bueno, basta de rodeos y pasemos directamente a lo que todos están esperando. La...


Sicpnosisps

Han pasado diez años desde aquella heroica gesta en la cual Perseo, el hijo bastardito de Zeus, en un par de días pasó de ser un pescador medio mamerto a derrotar al monstruoso Kraken, rescatar a la princesa Andrómeda y salvar a la humanidad.
Sin embargo, a pesar de eso, igual, no es que las cosas anduvieron muy bien que digamos.
Los Dioses siguieron perdiendo pupularidad porque la gente estaba en cualquiera y seguía rezando poco, el mundo era un desconche, las jóvenes adolescentes le daban mas bola a algunos ídolos juveniles sin talento y con cara de tremendos comilones que aparecían (como un tal Justinus Biberius) que a Apolo, y Perseo, en lugar de aceptar su herencia divina, calzarse la chapa de semi dios y andar haciendo cosas heroicas por ahí, había retornado a su pedorra y anónima vida de pescador, ahora encima viudo y con un hijo a cuestas llamado Helios.
Sin embargo, y aunque hacía lo posible por evitarlo, la naturaleza semi divina en él, le hacía presentir que algo andaba mal y que su tranquilidad no iba a durar mucho tiempo, por lo que se la pasaba puteando bajito y con cara de orto todo el día.
Y así fue, efectivamente, cuando un día, estando el flaco limpiando unos bagres y unas mojarras que había sacado del río, escucha un fuerte trueno.
-¡Me cachendié!- dice Perseo -Este seguro que es Zeus que viene a romperme las bolas.
Va a la casa y, tal y como lo había supuesto, ahí estaba el mismísimo Dios Zeus poniendo el agua para el mate.
-Hola hijito- le dice -¿Tomamos unos amargos?
-¿Que querés acá?- responde Perseo de mala manera -Vos venís nada mas que cuando hay quilombo, viejo mufa.
-Bueno, bueno eh... El tonito con papá- dice Zeus poniéndose serio -No te olvides que soy un Dios y si quiero...
-¿Si querés que?- retruca Perseo haciendo hombritos -¿Me vas a convertir en sapo?
-¡¡Soy un Dios, no un genio de botella, ignorante!!- grita Zeus re caliente, y de la calentura se le escapa un gas convertido en rayo que quema una silla que estaba ahí cerca.
-¡¡Daaale, daaale!! Quemame los muebles, total, tengo de sobra- dice Perseo también enojado.
-Está bien. Disculpá. Justamente de eso es de lo que vengo a hablar- dice Zeus mas calmado, mientras señala la silla en llamas.
-¿De que ya no controlás bien los esfínteres? ¿Y yo que tengo que ver?- pregunta Perseo algo incómodo.
-No, boludón. De eso- y vuelve a señalar la silla -Antes un pedo mío podía destruir medio mundo, hacer temblar la Tierra entera, pulverizar una montaña- dice Zeus con un dejo de tristeza -Ahora mirá. De pedo, literalmente, si puedo incendiar una simple silla. Los Dioses nos estamos debilitando. La gente ya no nos ofrece plegarias. No nos invoca. No nos tiene en cuenta. Estamos mal. Hace meses que debemos el ABL del Olimpo. En cualquier momento nos cortan la luz. Si hasta tuve que empeñar la armadura esa tan linda que tenía y ahora me tengo que vestir así con esta túnica re pasada de moda que hace como mil años que no se usa.
Y ahi nomás hace un gesto y materializa un puñado de bizcochitos de grasa.
-¿Ves?- continúa Zeus mientras suspira -En la otra película pude materializar una docena de facturas... Ahora mirá. Apenas esto.
-Y bueno- responde Perseo -Como diría el gallo, ¿Y yo ki kiri ki li haga?- Y se echa a reír como un pavote de su propio chiste.
Zeus revolea los ojos y menea la cabeza mordiéndose el labio inferior.
-A ver si entendés querido: Si los Dioses nos debilitamos- dice Zeus con voz grave -toda nuestra creación se debilita. ¡Toda! Inclusive el Tártaro.
-¿El Tártaro? ¿Ese baile típico italiano en el que generalmente se utilizan las panderetas para marcar el ritmo?- pregunta Perseo que no era precisamente una luminaria.
-¡¡Esa es la tarantela pedazo de papafrita!!- grita Zeus indignado y con un dejo de vergüenza por el hijo que se mandó -El Tártaro es la prisión del Inframundo donde encerramos a los Titanes.
-Aahhh ¿Ahí no es donde está preso el abuelo Cronos?- pregunta Perseo con cara de nada, y pensando si allí estará también Martín Palermo.
-Sipi- responde Zeus -Y parece que el jovato anda con ganas de salir y hacernos percha a todos. Ya incluso hay algunas criaturas que están escapando. Por eso vengo a por tu ayuda. Necesito que bajemos Dioses y Semis al Inframundo para ver si entre todos podemos evitarlo ¿Te copás?
-Ni-en-pe-do- responde Perseo sin que se le mueva un rulo -Ahora me venís a pedir ayuda, pero bien que cuando se murió mi esposa ni apareciste. ¡Ni una flor mandaste! Ni hablar de que podrías haber evitado que se muriera ¿no?
-¡Pero si yo te la resucité en la primer película! ¿O no te acordás?-retruca Zeus -Además ¿Vos me lo pediste? ¿Me rezaste? No. El señorito es muy orgulloso como para pedirle algo a los Dioses.
-¡Ahhh bueeeno! ¡Ahora hay que andar rogándole que intervenga al señor porque el es un "Dios"!- dice Perseo haciendo el gesto de comillas en el aire.
-¡Y si, nabo! ¡Mas vale! La cosa funciona así. Para eso somos Dioses- grita Zeus.
-Bueno- responde Perseo cruzándose de brazos -Ahora el señorito no te ayuda un pomo. Andá a arreglártelas solo en el quilombo con el nono Cronos, ya que sos tan "Dios".
-Está bien- se resigna Zeus -Pero acordate que ahora tenés un hijo. No es que te quiera tirar pálidas pero si le lo come un mostro de esos que se escapan de ahí, después no me vengas a echar la culpa a mi eh. Chau.
Sale de la casa y se escucha el sonido de un trueno, pero como medio bajito. Sin fuerza.
Zeus vuelve a asomar la cabeza por la puerta.
-¿No tendrías unos pesitos para el remis? Es que me quedé sin poder como para viajar- dice con una sonrisita y algo avergonzado.
Perseo lo mira fijo con cara de culo.
-Bueno, bueno, ya me voy, ya me voy...- dice Zeus, hace un ruido como de trueno con la boca y se va al trote.

Acto seguido, Zeus llega al Inframundo donde lo aguardan su hermano, el Dios Poseidón y su otro hijo Ares, para reunirse con el oootro hermano, el Dios Hades, regente de ese mundo.
-¡Aquamán! ¡Tanto tiempo hermano!- dice Zeus haciéndose el emocionado y yendo a abrazarlo.
-Está bien que no nos vemos desde hace diez mil años Zeus, pero me llamo Poseidón. Aunque sea de eso te podrías acordar viejo gagá- dice Poseidón bastante ofendido.
-Bueno, perdón, perdón hermano. Es la emoción- responde Zeus riendose como un viejo pavote -Y vos, Arielito, que grande que estás ¡Dale un abrazo a tu viejo!- le dice a Ares.
-No me llamo Ariel. Soy Ares. Sos un desastre- exclama el Dios de la Guerra recaliente -¿Y el ganso de tu otro hijo Perseo no viene?.
-Na- responde Zeus -Viste como es tu medio hermano. Tenía otras cosas que hacer. Aparte justo ahora parece que es la época del pejerrey y bueno... que se yo... ¿Vamos a buscar al tío Ades?
-El tío se llama Hades. Con H. Ades es un jugo a base de soja que todavía no se inventa- retruca Ares mirándolo con odio.
-Bueno, bueno, pero que detallista te volviste Arielito- responde Zeus mientras le guiña el ojo a Poseidón buscando complicidad.
Poseidón menea la cabeza, da media vuelta y empieza a caminar. Ares lo sigue. Zeus se encoje de hombros y los sigue riéndose bajito.
Al rato llegan a las tenebrosas y tétricas profundidades del Reino de Hades. El infernal Inframundo.
-¡¡Haaaadesss!!- grita Zeus -¡Acá estamos tus hermanos y invocamos tu presencia!
-"E" invocamos tu presencia- corrige Ares de mala manera.
-¡Uy sory!- dice Zeus -Me olvidé de que estaba con el Dios de la gramática.
-¡¡Soy el Dios de la Guerra!!- grita Ares ofuscado y amagando con darle un mazazo en el marote.
-Noooooooo- lo detiene Zeus haciendo un movimiento como esquivando el golpe -¡Ojito con papá eh! ¡No sea maleducado y calentón, mocoso!
En eso se levanta una densa nube de humo negro, signo inequívoco de la presencia de Hades.
-¿Que quieren acá?- pregunta medio asomado atrás de una piedra.
-¡Hermanitoooo!- grita Zeus -¡Venga para acá y deme un abrazo!
-Vos estás mas gagá que nunca Zeus- replica Hades bastante enojado -¿Que te venís a hacer el familiero ahora después de que me desterraste a este lugar de mierda? Ma que abrazo ni que abrazo.
-Eehhh, pero no me digas que todavía estás caliente por eso. Hay que saber perdonar. Lo primero es la familia che- responde Zeus de forma conciliadora -Vos sos el capo de este mundo y necesitamos de tu ayuda en estos difíciles momentos.
Hades sale lentamente de atrás de la piedra y se les acerca despacio y con cara de ofendido.
-¿Que necesitan?- pregunta el Dios de los Muertos sin muchas ganas.
Ahí Zeus le explica la situación como por veinte minutos, intercalando chistes malos y frases con doble sentido.
-Bueno, bueno, bueno- dice Hades ya bastante aburrido -Ya entendí. Está bien. Vamos a ver que hacemos, pero antes tengo algo para ustedes.
Y ahí nomás le tira un rayo de humo negro a Poseidón que lo deja knock out.
-¿¡Pero que hacés loco de mierda!?- grita Zeus y reponde al ataque arrojaándole un rayo, pero medio pedorro. Mas bien fue una especie de refucilo.
En ese momento Ares le mete un roscaso en la cabeza que lo deja medio grogui.
Zeus lo mira medio mareado y con un hilo de voz alcanza a decir "¿Por qué, Arielito? ¿Por qué?".
Ahí Ares se le salta la térmica y le entra a dar para que tenga, regale y archive mientras le grita "¡¡Areees!! ¡¡Aaaaareeeessss!! ¡¡Mi nombre es AAAAREEESSS viejo pelotudoooo!!".
Al rato Zeus se despierta encadenado en el borde del Inframundo de cara al Titán Cronos y viendo como éste comienza a drenarle toda su diositud.
En ese momento comienza a sospechar que todo fue una trampa de Cronos para recuperar poder y así, finalmente, librarse de su prisión y salir al mundo a hacer destrozos y que, evidentemente, Hades y Ares lo habían ayudado.
-¿Que hiciste Hades, hermano, que hiciste?- pregunta Zeus ya bastante debilitado.
-Hice lo que tenía que hacer- responde Hades -Vos sabes que se nos pudre el rancho. Los Dioses estamos a punto de dejar de existir, y cuando eso pase, no nos queda nada. No tenemos jubilación, ni seguro de desempleo, ni obra social, ni nada. Por eso yo arreglé con el tata Cronos que si lo ayudaba a traerte acá, por lo menos cuando salga y rompa todo, a mi y a tu pibe nos va a dejar la inmortalidad. Y un plan trabajar. Y una casita en un country.
-Sos un interesado de porquería- reprocha Zeus -Pero te olvidaste de algo...
-¿Y que sería?- pregunta Hades acercándose con curiosidad.
Zeus lo mira, hace una pausa dramática y dice "Rambo".
-¿Que?- vuelve a preguntar Hades algo confundido.
-Perseo... quise decir Perseo...- corrige Zeus, que ya estaba muy mal.
Hades lo mira, se muerde el labio inferior y eleva levemente el mentón al tiempo que hace "Mmmmmmm".

En ese momento, en la superficie, Perseo estaba dedicándose a su negocio al grito de "Haayy pescadoooooo. Fresquito el pescadooooo. Tengo cornalito, lisa, pejerrey y merluza. Baratito señora. Peeeeeescadoooooooop", cuando de repente se siente como un temblor y se ve caer algo desde el cielo que se estrella en el medio del pueblo.
"¡Un oni! ¡Un oni!" gritan los aldeanos y salen todos corriendo para ver el objeto caído, incluso Helios, el hijo de Perseo que era bastante pajarón.
Pero resulta que lo que cayó no era un ovni sino una espantosa quimera, un monstruo de dos cabezas que con una cabeza te escupía nafta y con la otra hacía chispa tipo magiclick, por lo que cuando actuaban juntas prendían fuego todo lo que se les cruzaba.
Viendo que este bicharraco empezó a hacer desastres y a quemar a todos y a todas, y que el nabo de su hijo era un víctima segura, Perseo se calentó y salió a las chapas a calzarse su armadura y empuñar nuevamente su espada para intentar detenerlo.
Como buen semi dios que es, luego de comerse una buenas revolcadas lo logra, pero se da cuenta de que lo que le había advertido Zeus se estaba concretando, así que, aunque de mala gana, se dirige al Templo de los Dioses, para reunirse con su padre y decirle que bueno, que lo va a ayudar.
Al llegar invoca a su padre, pero quien aparece, y bastante maltrecho, el el Dios Poseidón.
-¡Tío Aquamán! ¡¿Pero que te pasó?!- se apresura a preguntar Perseo mientras sostiene al pobre viejo.
-Poseidón, pibe. Mi nombre es Poseidón, la puta que te parió. Pero dejalo así... Ya no queda mucho tiempo. Cuchame bien: A tu viejo lo tienen prisionero en el Inframundo. Tenés que bajar allá y rescatarlo o se acaba el mundo.
-Y si, ya me la veía venir- dice Perseo resoplando -Bueno, ¿Y como llego?
-Bueno, mirá, yo no te puedo llevar por el pequeño detalle de que me estoy muriendo, así que lo primero que tenés que hacer es encontrar a mi medio hijo Agénor que es medio irresponsable y atorrante pero es lo que hay. Creo que andaba por Argos o por ahí. Cuando lo encuentres, si es digno, dale mi Tridente. Y si no es digno, que se yo, dáselo igual. Otra cosa no se me ocurre. Después van a tener que irse hasta la isla de Kail y buscar al loco Hefestos, porque él es el que creó nuestras armas, el laberinto de entrada al Tártaro y el Tártaro mismo, y es el único que los puede ayudar a entrar. Y después...
-¿Que? ¿Hay mas?- pregunta Perseo con fastidio.
-Si ¿Me dejás terminar? ¿Te aburro? Porque si estás muy apurado me muero ahora y te quedas con eso y después te las arreglás solito eh ¿Querés? ¿Eh? ¿Querés?- dice Poseidón que aunque tenía poco aliento seguía siendo un viejo mal llevado.
-No, no, perdón tío. Siga por favor- responde Perseo revoleando los ojos.
-Bueno... Después una vez que hagan todo eso, si siguen vivos, tienen que juntar las tres armas de los dioses: el Rayo de Zeus, el Cetro de Hades y mi Tridente, unirlos y formar el Arpón de Tríam, que es lo único que puede derrotar a Cronos ¿Entendistes?
-Mas o menos ¿Me podría repetir todo así anoto?- dice Perseo muy pancho.
-Me encantaría- responde Poseidón -pero me parece que ya me morí.
Y dicho esto se convierte en un polvo con brillantina y se desmorona.

Perseo se pone de pie, suspira mirando al horizonte, entrecierra los ojos con gesto heroico, aprieta sus puños, infla su pecho... y se va del templo con trompa, pateando la tierra y mascullando "¡Siempre yo! ¡Siempre yo! ¿Por que no le dicen a otro que haga estas cosas?".
Sin embargo, y aceptando que ese es su destino, monta en su fiel corcel alado Pegaso y se dirige al reino de Argos, regido por la ahora reina Andrómeda, dispuesto a encontrar a su primo Agénor para, con su ayuda, cumplir con las tareas encomendadas.
A partir de allí, iniciará un peligroso viaje (otro mas) en el que deberá enfrentar temibles criaturas y mortales batallas, hasta poder llegar a descender al mismísimo infierno con el fin de salvar a su padre y evitar que Cronos resurja y aniquile a hombres y Dioses por igual.

Si la comparamos con la primera parte, digamos que esta secuela es apenas un tanto mejor que aquella, pero tampoco demasiado. Además, no había que esforzarse mucho para lograrlo.
Obviamente tiene mucho mas trabajo puesto en las escenas digitales, y en las secuencias de acción y, esta vez, el 3D está bastante bien aprovechado, pero lamentablemente continúa con la costumbre de llevar todo adelante con un guión, quizás, demasiado simple y de tono elemental, que solo brinda la excusa para poner la mayor cantidad de efectos posible.
Una vez mas, además, cae en la, para mi gusto, excesiva humanización de los Dioses, llevándolos al nivel de un grupo de personas mayores que aparentemente dejaron la divinidad olvidada en una cancha de bochas (hay una escena medio al final donde Zeus y Hades se suman a la batalla con sus "poderes" que es casi penosa. He visto mejores simulaciones en niños jugando a ser Dragon Ball).
Por lo demás, nada excepcional. Una película pochoclera y entretenida que, como la primera, distrae el tiempo que dura y su única intención es ver si hacen plata y da para seguir robando con otra parte.
El reparto esta integrado en su mayoría por los mismos que realizaron la primer parte mas algunas incorporaciones.
Sam Worthington vuelve a calzarse las sandalias de Perseo y lo único que cambió es que ahora tiene el pelo con rulos, y lo acompañan Liam Neeson como Zeus, Ralph Fiennes como Hades, Danny Huston como Poseidón, Toby Kebbell como Agénor, Bill Nighty como Hefestos, Rosamund Pike como Andrómeda, y Edgar Ramírez como Ares.
La película fue dirigida por Jonathan Liebesman, quien cuenta en su haber trabajos como "La Masacre de Texas: El origen" e "Invasión a la Tierra: Batalla Los Ángeles" entre otros.

Calificación: 3 Renegados (Una secuela obvia que no difiere mucho de su predecesora. Mucho efecto, mucha acción, Dioses venidos a menos y un héroe que salva el día. Cumple en entretener sin demasiadas sorpresas. Para pasar el rato está bien).

Recomendaciones: Ver las de la primer parte.

Queja airosa: Estoy altamente podrido de tener que ver las películas dobladas al castellano. Las compañías distrubuidoras se pueden ir bien a la recalcada ya saben que.

martes, 7 de febrero de 2012

Al final, la niña tenía razón

ESTA niña, por si no lo recuerdan.



¡Síganme!... O se arrepentirán...


(Imagen vista en EOC)