viernes, 1 de agosto de 2008

Necesito un Dramamine II

Esto debería haberlo escrito y publicado ayer, en directo y con todo el veneno a flor de piel, pero como pasó a eso de las 18:20 hs. y yo ya estaba cerrando todo y aprestándome para salir como una exhalación de este lugar inmundo, no tuve el tiempo suficiente para hacerlo (El horario de salida es sagrado. Con eso no se jode).
Igual lo escribo ahora, mas que nada porque no me puedo quedar con este nódulo de maldad atragantado (sería un desperdicio, y además me puede hacer mal) pero, lamentablemente para ustedes, no tendrá el mismo "punch" ya que, habiendo transcurrido un cierto tiempo, mi nivel de crueldad maliciosa tiende a disminuir, y hasta me agarra un impulso inconsciente de autoeditarme para no decir cosas que por ahí puedan llegar a sonar demasiado mal (a veces soy tan bondadoso que me cagaría a piñas por infeliz).
Bien, la cuestión es que ayer, como les decía, finalizando el día laboral, vino por primera vez y haciendo una ruidosa entrada triunfal consistente en unos insoportables y estridentes grititos, la pequeña hija del excelentísimo y muy pedante y forro jefe de personal a visitar a su papi en su lugar de trabajo.
Esto, aquí, fue un gran acontecimiento ya que era la primera vez que el personal la conocía (lo que no saben es que hasta ahora no la había presentado porque no quería que la gente hablara y empezara a ver a quien se parecía. En mi barrio eso se llamaba "cola de paja" y en la ciencia se denomina "¿Le tendré que hacer un ADN?". Además, hay otro motivo pero no da para hacerlo público. Maldita autoedición.).
La niña vino acompañada por su "niñera" quien, a juzgar por su cara y su muy humilde apariencia, podría apostar a que recibe un pago consistente en chauchas, palitos y hojas secas (Seguramente también, de tanto en tanto, estos miserables le regalan algo de ropa vieja que ya no usan y un paquete de harina, y con eso se sienten los amos de la generosidad). Pobre piba. Daba lástima de verla nomás.
Pero bueno, mas allá de eso, y mas allá del temita ese de que los niños no son seres de mi agrado, y muchísimo menos los niños a los que se les notan ya de chiquitos actitudes pedantes y de malcriaditos, lo que mas me retorció las entrañas del asco y casi logra que se me salte la cadena, fue la vomitiva actitud lameculos del forrerío que se apersonó de inmediato a intentar ganarse la simpatía de la pequeña y arrogante criaturita.
Fue un desfile patético. Una verdadera exposición de lo bajo que puede llegar a caer alguna gente con tal de quedar bien, y ver si así consigue algún favor o beneficio que le de un mínimo sentido a sus míseras y vacías vidas de empleados sin futuro.
Yo apenas puedo creer que exista gente así. Es algo que no me entra en la cabeza, de verdad.
Todos haciéndose los encantadores y los simpáticos para ver si lograban que esa pequeña consentida les dedicara su preciada atención. Parecía que, de golpe, todos habían sido poseídos por los espíritus de Xuxa y Piñón Fijo, y se habían vuelto dedicados entretenedores de niños.
Una vieja se vino desde su escritorio especialmente hasta la oficina del energúmeno para agacharse (algo que dada su edad y avanzado estado de chotez jamás le vi hacer antes), y hablarle a la asquerosita con una vocecita impostada así finita re boluda, haciéndole todo tipo de preguntitas pelotudas, a las que la nenita solo respondía metiéndose el dedo en la boca y mirándola con desprecio y cara de "Vieja pobre y desagradable ¿Cómo osas dirigirme la palabra?".
Sin embargo, esa actitud de maleducadita merecedora de un bife correctivo, a la vieja parecía encantarle ya que no dejaba de sonreírle tanto a la niña como a su egocéntrico padre (que dicho sea de paso, aprovechó la oportunidad para mandarse bien la parte haciéndose el tierno y paternal en una actuación digna de un Globo de Oro), mientras repetía frases del tipo "Aaaaaaayyyyyy es tímida" o "Aaaaaaahhhhhhhhhhh que divina".
Por su parte, por supuesto, la "secretaria personal y especial" del señor jefe (la recuerdan ¿no?) se deshacía en elogios, y se hacía la simpática llamando a la niña repetidas veces por su nombre de pila, queriendo hacerse la afectuosa y demostrar cierta familiaridad, pero la pequeña no dejaba de mirarla como con desconfianza (¿Será que los niños perciben ciertas "cosas raras"? Vaya uno a saber).
En fin, yo a esa altura ya estaba sintiendo náuseas, cefalea, escozor, mareos, y síndrome de agarrar un objeto contundente y empezar a repartir golpes a mansalva, pero como ya prácticamente era la hora de salir me contuve, y solo me limité a observar medio de reojo con un indisimulable gesto de desaprobación consistente en un sutil meneo de cabeza de lado a lado mientras me muerdo ligeramente el labio inferior al tiempo que emito un sonido tipo "MMMMMMMmmmmmmmhhhhhhhh" que se traduce como "Que hammmbre que tiene esta gente".
Mientras seguían desfilando forros, la niña se dedicaba, como suelen hacer los niños, a desparramar cosas, a tocar todo haciendo preguntas estúpidas, y a correr y dar saltitos, feliz de ser el centro de atención y recibir inmerecidos elogios de un montón de desconocidos.
En un momento, su raid la llevó a abandonar la seguridad de la oficina de su vanidoso padre para acercarse dando saltos hacia MI lugar de trabajo. Mi escritorio. Mi reino. Y lo hacía con ese aire de impunidad que seguramente sentía poseer ya que nadie, absolutamente nadie, osaba ponerle un límite o impedirle hacer lo que se le cantaba. Seguramente venía pensando en recibir de mi parte, tal y como lo había hecho de parte de todos los demás, un gesto simpático o un intento de ser de su agrado.
Obviamente se equivocó feo, pobrecita.
Cuando estaba a aproximadamente medio metro de mi persona, lo único que recibió de mi parte fue mi famosísima mirada de "No te atrevas a acercarte mas, ni a tocar nada, ni a hacerte la piola conmigo porque no me caes bien, no me enternecés, no me parecés linda ni nada por el estilo. A mi no me importa quedar bien con nadie, así que no me jodas porque te saco cagando borrega insoportable" (si, tengo una mirada muy expresiva), algo que la niña pareció, afortunadamente para ella, interpretar de inmediato, ya que se frenó en seco con cara de susto, dio media vuelta y se alejó en silencio.
Menos mal, porque ya me estaba por sacar el cinto.
La cosa es que al final ayer, la niña recibió la primer cortada de rostro de su corta vida, y aprendió que existe gente en el mundo a la que no le agrada y que no se desvive por ganarse su simpatía.
Por desgracia, esa lección que aprendió en un segundo, se la olvidó al segundo siguiente porque volvió a la oficina de su papi a recibir la chupada de medias de los forros que faltaban (y de algunos que se negaban a retirarse intentando batir el récord mundial de obsecuencia).

Se hizo la hora, por fin, y me fui, justo a tiempo.

Si me quedaba para seguir viendo ese triste espectáculo me hubiera descompuesto.
Espero que esto no se repita porque esta gentuza, con sus adtitudes de cuarta, me va a terminar matando.

Por suerte, el reciente recuerdo de la mirada de asombro y temor de la niña al acercarse a mi, me reconfortaba.

Ayer, al final, yo me fui de acá con una sonrisa.

Otros se habrán ido con las rodillas raspadas y doloridas (no se si se entiende la sutileza).

11 comentarios:

El Profe dijo...

El forrerío siempre está atento a este tipo de circunstancias y la magnitud de sus actitudes vergonzosas esta en directa proporción con la panfilez de los "homenajeados".
Si la criaturita en lugar de alejarse de vos momentáneamente desconcertada, hubiese huido entre gritos y llanto, culminabas magistralmente tu obra...en otra debes permitir que el engendro en custión se acerque un poco más, emitiendo un gruñido que vaya subiendo de tono cuanto más cerca esté para finalmente —cuando se halle suficientemente cerca— emitir un seco y corto "ladrido" acompañado de un gesto feroz.¡verás que éxito!
Bueno, me quedo con la triste imágen de la "niñera pobre" correspondiente a la paupérrima condición de los que la "emplean", quienes deberían redimir sus vacías existencias cuidando a sus propios hijos, sin explotar la necesidad del prójimo.Un abrazo.

Claude dijo...

El hecho de no haber escrito este post en caliente no lo ha vuelto menos efectivo. Incluso sentí ganas de revolear de los pelos a la prescindible mocosa.

bri dijo...

la verdad sos el mejor renegado.

Renegado dijo...

Profe: No le digo que no me hubiera gustado, pero si la hubiese hecho llorar seguramente mas de un forro hubiera salido a recriminarme algo, y ahi si que la situación podría haberse vuelto trágica.
Me conformo con haberla detenido con la mirada (por ahora).
Saludos.

Claude: Es que en caliente no tengo filtro y por ahi termino diciendo cosas que no debo. Mejor me guardo la munición gruesa para cuando sea estrictamente necesario.
Saludos.

Bri: Gracias, ya lo sé
Saludos.

Bugman dijo...

Renegado, qué lástima. Tenía un puesto para ofrecerle en mi empresa, uno que parecía hecho a su medida, teniendo en cuenta que nunca he sabido qué es exactamente lo que usted hace. Un sueldo casi obsceno, sesenta días de vacaciones, viajes, automóvil de la empresa y oficina privada.
Peeeeeroooo...resulta que a los socios nos encanta traer a nuestros hijitos y sobrinitos a la oficina y que los empleados se rebajen hasta lo indigno para entretenerlos y quedar bien con nosotros.
Una pena, pero un hombre de firmes convicciones como usted no se doblega, lo sé.

Renegado dijo...

Bugman: Es cierto. Es uno de mis mayores defectos. No me sale ser chupamedias, ni diplomático, ni nada que tenga que ver con caerle bien a la gente. Es una lástima, pero estoy acostumbrado a perderme grandes oportunidades por ser asi.
Igualmente, le informo que trabajo en recursos humanos, liquido sueldos, gerencio personal y eso. Digo, por si tiene algún conocido que no guste de convertir su empresa en una guardería.
Saludos.

Anónimo dijo...

bueniiisimo.

Calio dijo...

Digamos que en todos lados hay gente obsecuente y lameculos. Ahora, el relato se puso tenso cuando la pequeña engendro (antes conocida como la hija del jefe) se acercó a SUS cosas.
Me recuerda un episodio muy tierno que me pasó el sábado cuando estaba esperando (muy ansiosa) afuera del cine para ver batman y fui a querer sentarme en unas sillas y habia un par de niñitas hinchapelotas jugando y no me dejaban sentar. Previa cara de orto y actitud intimidante (léase: patear las silla para correrlas y asustarlas) se fueron y me senté.
preguntará ud: y los padres?
Contesto: rascándose y hablando boludeces. Después se las roban a las pendejas a una red de prostitución en malasia y no saben por qué.

Quiero perfeccionar mi cara de ort**, me daría clases??

besos

Anónimo dijo...

Jajajjajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajjajajajajajajja.

A mi me agrada mucho tu actitud de no querer caerle bien a nadie.

"Borrega insoportable"...¡Buenisimo!

Zoqueta dijo...

Concuerdo con Claude.
Tu expresividad me dió ganas de inventarme una asquerosita como la que describiste para entrarle a patadas en la cabeza.

Mi sobrinita tiene esa actitud pedante y asquerosa, tiene 6 años y los padres la criaron como si fuera una pequeña vasija de oro. Te digo honestamente que es insoportable, con frases dignas de matar a la madre [Porque ella después de todo, es una minúscula parte de este enorme sistema] como por ejemplo "no sé para que mierda nació esta pendeja" (Así tal cual) refiriéndose a su hermanita de 1 año que no le hace mal a nadie; "fui al colegio y le dije a las chicas que soy la más linda y todas me dieron la razón" o "esperá que me maquillo y vamos a los jueguitos".

Dios nos libre de estos mocosos impertinentes. Tienen que ver más dibujitos animados, ensuciarse más con barro y serán felices.




Respecto a los lame-botas...no words.

Anónimo dijo...

ayyyyyyyyyyyyyyy, pero son taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan lindos los nenes!

renegadushi, vosh no estarash celosuchi?

ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy que amooooooooorooooosoooooooooooooo!!!


























matenlos!

antes de que sea tarde!