miércoles, 27 de febrero de 2008

Crítica de cine: JOHN RAMBO

Ya lo aclaré en ocasión del estreno de “Rocky Balboa”, y lo reitero ahora para que quede claro: Sylvester Stallone es uno de mis héroes de la adolescencia, y por mas que la “crítica seria” lo destroce cada vez que puede con sus frases intelectualoides y sus caras de culo fruncido, a mi sus películas me gustaron, me gustan y me seguirán gustando.
Podrán decir lo que quieran del tipo pero, les guste o no, deberán aceptar que fue uno de los que les abrió la puerta y les enseñó como se hace una verdadera película de acción a muchos pichis que vinieron después a tratar de hacer lo mismo y no lo lograron ni por asomo.
Sin ir mas lejos, luego de ver esta película, incluir en este género a cosas como la reciente “Hitman” sería casi un chiste de mal gusto.
Stallone vuelve para mostrarle a las nuevas generaciones de héroes edulcorados que hoy intentan ocupar la pantalla que todavía les falta tomar mucha sopa, y se los enseña de una manera espectacular.
Dicho esto, y pasando directamente a esta última entrega, no puedo menos que arrancar diciendo que es un tanque de acción violenta como hace rato no veía.
Ya desde los primeros minutos de proyección, la crudeza de las imágenes (quizás no aptas para corazones sensibles) es abrumadora, y mucho mas si se tiene en cuenta que no fueron representaciones actuadas, sino imágenes reales de situaciones reales tomadas de diversos medios periodísticos, con lo cual se logra de inmediato poner al espectador en situación y, de alguna manera, casi inconscientemente, involucrarlo en todo lo que vendrá después.
En cuanto a la trama, la historia nos presenta a un John Rambo ya retirado de la vida bélica, viviendo una vida pacífica y solitaria (por no decir aburridísima) en algún lugar de la húmeda jungla Tailandesa.
Casi convertido en un ermitaño, subsiste capturando serpientes que luego vende y manejando un bote medio zaparrastroso. También de tanto en tanto te corta el pasto, poda los cercos y si le tirás unos mangos mas, te riega las plantas.
Su vida hubiera seguido así de monótona (y la película hubiera sido un fracaso) de no ser porque un día le caen al rancho un grupo de misioneros católicos necesitando a alguien que les haga la gamba y los alcance hasta la frontera con Birmania para llevarle remedios, comida, ropa, útiles escolares, dvds, bronceador y demás cosas a la gente pobre de ahí.
“Ni en pedo. Por allá es todo un quilombo” – fue la respuesta de Rambo – “Mejor vuelvansén para su casa” (No hablaba muy bien pobre).
“¡Uh que mala onda tiene el gordo este, me cago en Dios!” dice exaltado uno de los miembros del grupo, por lo que es inmediatamente reprimido por los otros que enseguida lo rodean en cadena de oración para pedir perdón por la blasfemia que acaba de decir.
Mientras estaban así pelotudeando, la única mujer del grupo, que era una rubia bastante pasable, teniendo en cuenta que Johnny hace años que está solo en medio de la selva y que las minas de por ahí son bastante fuleras, medio le sigue insistiendo hasta que logra convencerlo.
Así, de muy mala gana y mas que nada ilusionado con que al final por ahí la rubia en agradecimiento se dejaba tocar una teta o algo, Rambo los carga a todos en su modesto bote y los termina llevando donde le habían pedido sin cobrarles nada.
Después de un día de viaje y algún que otro pequeño contratiempo en el camino, llegan a destino.
El grupo de misioneros optimistas y bienhechores emprende su marcha hacia la aldea, pero antes de partir, la mina se vuelve hacia Rambo.
“¡Esssa! Ahora es la mía...” piensa John mientras disimuladamente se echa aliento en la mano para ver que tan mal olía.
Ella se acerca, lo mira a los ojos, le regala un crucifijo, se da vuelta y se va.
El recio ex-boina verde, arrastrando el culo por la desilusión, se vuelve a la casa sintiéndose un papafrita y con una calentura tan grande que en el camino, agarra y prende fuego un barco que se encuentra por ahí al grito de “¡¡Un crucifijo me dió la cursienta!! ¡¡Un crucifijo!! ¡¡¡Será posible!!!”.
Algunos días después, estaba Rambo tirado en una hamaca paraguaya, soñando con sus películas anteriores, cuando le cae un tipo que decía ser representante del grupo aquel al que había llevado antes.
“¡Por que no me dejan de romper las pelotas! ¿Qué me tienen de punto?” – murmura John que se había levantado de mal humor.
Pero entonces el tipo este le cuenta que estaba preocupado porque el grupo ya debería haber vuelto hace rato y como todavía no tenía noticias, temía que les hubiera pasado algo malo.
Y efectivamente, les pasó.
Sucede que al poco tiempo de llegar el grupo a la aldea, ésta fue atacada sin piedad por el ejército (hay que tener mala suerte eh…), que luego de masacrar indiscriminadamente a todo lo que se movía (literalmente, y ojo si se es impresionable con las imágenes violentas porque en estas escenas la metáfora no existe. Yo lo avisé) tomó de rehenes a los pocos misioneros sobrevivientes.
Ante esta difícil situación, y dado que sabían que él los había llevado antes, vuelven a solicitarle a Rambo sus servicios de remis náutico para que lleve, esta vez, a un grupo de peligrosos mercenarios contratados para rescatar a los rehenes.
“Bueno, pero si se arma cachengue yo también participo” dice John.
“No, vos nos llevás y te volvés. Estás viejo y medio gordo” le responde el líder mercenario.
“No. Yo voy porque yo soy Rambo y la película es mía” responde John mientras amaga con tacharlo del reparto.
De esta manera, casi sin proponérselo pero fiel su naturaleza, Rambo vuelve a la selva a hacer lo que mejor sabe hacer: reventar tipos de ojos rasgados a diestra y siniestra y gritar con la boca torcida.
A partir de ese momento se desata la hecatombe, la debacle total.
Un despliegue de acción por momentos avasallante que, sumada a la crudeza salvaje de ciertas imágenes, podrá llegar a incomodar a algún espectador medio mariconcete pero que, sin dudas, es una muestra acabada del cine de acción clásico de las décadas pasadas.
El guión, si bien es simple y bastante básico, va mas allá de ser como suele pasar en estos casos, una simple excusa para poner al protagonista de nuevo en pantalla, dado que la guerra civil en Birmania es real y la brutalidad reflejada en la película poco difiere de los hechos que se suceden diariamente en aquellas regiones.
En cuanto a las actuaciones, que se puede decir. Silvester Stallone es John Rambo y punto. Entrado en años, tal vez con algún kilito de mas, pero entero, crudo, y en un estado físico que me produce envidia a mi, que tengo la mitad de sus años.
Stallone no dice sus líneas, las gruñe, pero no importa. No le hace falta nada mas para personificar al legendario ex soldado como en sus mejores épocas, y solo el poder volver a verlo en la gran pantalla emociona.
Lo acompañan Julie Benz como Sarah, Paul Schulze como Michael, Matthew Mardsen como School Boy, Graham McTavish como Lewis, y un montón de tailandeses, vietnamitas o chinos (no se, eran todos medio parecidos) que no voy a nombrar porque tienen nombres muy difíciles y me llevaría mucho tiempo.
Por otro lado, hubo en este capítulo, sin dudas, dos grandes ausentes como Richard Creena (se murió) y el cuchillo de supervivencia (que parece que estaba medio agrandado y pedía mas cachet y hasta tener algunas líneas).
La película fue dirigida por el mismísimo Silvester Stallone, que ha logrado, creo yo, mas allá de darle un dignísimo cierre (aunque eso todavía está por verse) a la historia de uno de sus personajes mas emblemáticos, redondear un gran trabajo, demostrando que todavía mantiene intacto su lugar en el mundo del cine.

Señoras y señores, John Rambo está de vuelta.

Calificación: 4 Renegados y medio (Muy muy buena. Peliculón de acción, violenta, explícita, brutal y sangrienta. Una clásico exponente de la vieja escuela de género que no defrauda en ningún momento. No apta para gente sensible, pero sin dudas un broche de oro para una saga legendaria. Absolutamente recomendable).

Recomendaciones: Si Ud. es fanático de las películas de Stallone obviamente no se la puede perder.
Si Ud. no es fanático de Stallone, vaya igual. No sea maricón.
Si Ud. está aburrido de las películas con secuencias que “sugieren” violencia pero no muestran nada porque es de mal gusto, vaya a ver ésta y empáchese de sangre, balas y realismo.
Si a Ud. la sangre lo impresiona, no vaya. Se puede desmayar quedando como un pusilánime mantequita y es un papelón.

lunes, 25 de febrero de 2008

Postal desde Sofa's Beach

Es impagable.
La arena blanca, el azul de océano fusionándose en el horizonte con el azul del cielo, el murmullo de las olas rompiendo en la playa, el canto de las gaviotas remontando la brisa marina, y sobre todo, esa inmensa y solitaria sensación de paz absoluta.
La felicidad de vacacionar en un lugar así, como decía, es impagable. Literalmente impagable. O sea, no lo puedo pagar. Por eso me debo conformar con verlo por televisión como un boludo y me cago en el Discovery Channel que me muestra esas cosas.
En fin … Me veo en la obligación de dar señales de vida interrumpiendo mi muy merecido descanso, debido a que he notado (porque al igual que el sol, aunque no me vean yo siempre estoy) que cuando uno deja el blog solo por un período mas o menos indeterminado de tiempo, hay gente que de inmediato asume que está abandonado y empieza a dejar comentarios raros, insultos gratuitos, saludos para la familia, amenazas de muerte, recetas de cocina y toda clase de cosas extrañas e incoherentes que nada tienen que ver con el sitio y que, de no ser detenidas a tiempo, pueden llegar a convertir esto en una especie de baldío público o tierra de nadie virtual.
Como no puedo dejar que eso suceda (porque está bien que este blog es medio piojoso, no gana premios, no es recomendado por personajes famosos y es menos conocido que... bueno, no se … que algo poco conocido, pero es mío y dentro de todo le tengo cierto aprecio) ahora resulta que tengo que estar acá, tratando infructuosamente de que me vuelva a funcionar el balero para ver si pongo algo como para robar unos días y mostrar que esto todavía está habitado.
Lo lamentable de la situación es que no se me ocurre nada.
Mi cerebro se niega a reanudar sus tareas aludiendo que aún está dentro del período de licencia anual, que sería ilegal obligarlo a realizar cualquier tipo de tarea intelectual, y que si sigo jodiendo se va a quejar al sindicato y me va a armar un flor de quilombo (Supongo que se nota, dado el paupérrimo nivel de esto que estoy escribiendo hasta ahora).

La verdad que es horrible escribir cuando no se tienen ganas.

Bueno, nada… Esto simplemente era para dejar sentado (porque parado se cansa) que este sitio aún está habitado aunque no se note demasiado.
Es propiedad privada, y no jodan porque les largo a los perros y a los gansos (porque ahora está de moda tener gansos guardianes y yo siempre estoy en la última pomada).

Ah… Por si se están preguntando como me está yendo en mis vacaciones, les cuento:
La semana pasada se me rompió uno de los joysticks de la Play. No importa, claro, tengo el otro.
Al otro día se me rompió el otro (puede que haya sido porque, tal vez, sin querer, me haya enojado porque perdí de una forma bastante estúpida y le propiné un golpecito).
No importa, los llevo a arreglar.
Al otro día, así porque si, por alguna extraña maldición egipcia o algo, me levanté con un intenso dolor en el costado de la cadera que literalmente me impedía caminar y que me duró como tres días, así que me quedé casi una semana sin juegos y moviéndome apenas.
Al final, cuando se me pasó, tuve que ir a comprarme un mando medio falopa para tener mientras me arreglan los otros dos.
Me olvidaba; uno de los juegos que me compré hace poco, ya no anda mas. Tenía garantía por una semana. Se jodió exactamente al octavo día.
Soy un titán. La vida me sonríe. Así de bien me va. La estoy pasando bomba.
Si alguno conoce algún manosanta o algo así que me lo mande porque evidentemente tengo un gualicho encima que no se en que puede terminar.

Y ahora mejor me apuro a publicar esto porque estos días la tensión eléctrica anduvo medio variable.
No vaya a ser que ahora se me corte la luz y me quede sin televisión, ni Play, ni internet.

Por favor ... Ya sería el col

martes, 12 de febrero de 2008

Crítica de cine: CLOVERFIELD

Cuando terminó la proyección de la película lo primero que me vino a la mente es ¿Cómo cuernos hago ahora para hacer una crítica de esto?, seguido por ¿Quién carajo me manda a meterme en estas cosas? y finalizando con ¿Por qué me estoy haciendo tanto problema si nadie me obliga a nada?.
Luego de varios minutos hablándome solo como un loquito, llegué a la conclusión de que por ahí, antes de meterme en un berenjenal del cual me resultara difícil salir, lo mejor era no hacer nada, total, decía que no pude ver la película porque no tuve tiempo y listo ¿Quién me va a decir algo?
Pero no… No podía hacer eso dado que soy un tipo extremadamente responsable (además de ridículamente bien parecido), y me debo a mi público sabiendo, además, que muchos están aguardando impacientes este artículo para decidir si invierten o no sus valiosos dineros en una sala cinematográfica.
Como le diría el Tío Ben a Peter Parker “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.
Bien … En primer lugar hay que destacar que “Cloverfield” no es una película común, por lo cual esta no será una crítica común, de esas a las cuales están acostumbrados.
Dado que el fuerte de esta producción fue la gran campaña publicitaria que la precedió, sustentada mayormente en el hermetismo del cual se rodeó en cuanto al argumento, cualquier cosa que diga podría arruinarle la sorpresa a aquellas personas que aún no han visto la cinta, lo que inmediatamente me haría acreedor a un sinfín de insultos, improperios, amenazas, y ecupidas por la calle. Por este motivo, en esta oportunidad, no hay mucho que comentar en ese aspecto (Por esto y porque básicamente el argumento es que un mostro ataca Nueva York y nada mas …. Uy .. Bueno, perdón … Hagan como que no leyeron nada .. ).
Lo segundo a tener en cuenta, es que la película está filmada como con una cámara de mano.
Y no me refiero a unas escenas solamente, sino a toda la película.
Debido a esto creo que es importante remarcar que no debe esperarse un producto típico y redondo, sino mas bien tomarlo como lo que han pretendido mostrar al realizarlo de esta manera, o sea una especie de “documental” de los acontecimientos visto desde el punto de vista de los protagonistas.
Hecha estas salvedades, lo que ofrece la película básicamente es una idea poco original realizada de una manera diferente, pero que definitivamente no conformará a todos los públicos.
Para disfrutarla uno debería ir sabiendo de antemano que se va a quedar con cierto gustito amargo en la boca, con esa idea de que algo falta y de que la cosa no cierra. De otra forma, si va esperando una introducción, un nudo y un descenlace clásicos con explicaciones en el medio, probablemente salga del cine indignado y pensando en pedir que le devuelvan la plata.
Mas allá de todo esto, y centrándonos únicamente en la realización, creo que es una producción muy bien lograda.
El hecho de intentar hacer que pareciera una filmación “casera” hace que todo adquiera un realismo que por momentos sorprende, principalmente en cuanto a los efectos especiales (que prácticamente ni se notan) y los efectos de sonido (un buen ejemplo es la escena del primer ataque del ejército en la calle).
Tiene buenos momentos de tensión, y el ritmo, aunque con altibajos, se sostiene durante toda la película (que igualmente no es muy larga).
El movimento de cámaras es vertiginoso, con mucho plano movido, fueras de foco y demás, cosa que por momentos hasta puede llegar a ser algo irritante y molesto, pero que, siempre teniendo en cuenta que lo que se pretende es mostrar una filmación amateur, le otorga un realismo convincente y necesario.
En cuanto a las actuaciones, se seleccionó un reparto de actores jóvenes y no muy reconocidos, pero que han logrado llevar adelante sus roles sin inconvenientes (Convengamos en que tampoco es que tenían que mandarse la re actuación … Básicamente tenían que correr y gritar … Tampoco es para nominarlos al Oscar).
Ellos son Lizzy Caplan como Marlena, Jessica Lucas como Lily, T.J. Miller como Hud, Michael Stahl David como Rob, Mike Vogel como Jason, y la herrrrrrrrmosísima Odette Yustman como Beth.
La cinta fue dirigida por Matt Reeves y producida por J. J. Abrams, que espero de todo corazón que no se zarpe con el final de LOST porque soy capaz de averiguar donde vive para ir a cagarlo a patadas en el culo en su propia casa.


Calificación: 3 Renegados (Buena en cuanto a la realización. Una manera diferente de presentar un argumento trillado, sustentada con efectos convincentes, buen sonido y cuidados detalles que logran una sensación de realismo que salva la película).

Recomendaciones: Si Ud. es de los que siempre espera que le expliquen todo durante el desarrollo de una película, no vaya. Se va a quedar pasmado sin saber que cuernos fue lo que vió.
Si Ud. es de los que se quedó recontra intrigado cuando vió los avances y espera una típica superproducción hollywoodense, vaya para sacarse la duda, pero por lo demás no me hago responsable.
Si Ud. disfrutó de “Godzilla” y prensó que esto era una segunda parte, le pifió. No es. Oleeeeeee.
Si Ud. es Osama Bin Laden y quiere ver como se destruye fácilmente Nueva York vaya, y pídale a Alá un bicharraco de esos para su cumpleaños. Es mas efectivo que dos aviones con explosivos.

viernes, 8 de febrero de 2008

Receso vacacional pero no tanto

No es para que se pongan mal, hagan escándalo, o salgan corriendo a suicidarse ahorcándose con un alambre de púas o comiendo sandía con vino tinto, pero les aviso, les anuncio, que desde la semana que viene comienzo mi merecidísmo período de licencia anual ordinaria (comúnmente llamadas vacaciones por los que no entienden de temas laborales y lenguaje formal como yo), por lo que felizmente no deberé retornar a este lugar inmundo durante los próximos veintiocho días (y por lugar inmundo me refiero a mi trabajo, no al blog).
Me gustaría poder contarles que durante este tiempo de descanso y relax, voy a estar visitando paradisíacos y lejanos lugares, donde viviré las mas emocionantes experiencias mientras morfo como un degenerado, me emborracho desde temprano y le saco fotos a todo lo que se me cruce, pero no. Lamentablemente nada de eso va a pasar ya que, al igual que el año pasado, y gracias a que nada cambió y las Divinidades me siguen odiando como siempre, mi disfrute de las vacaciones solo se limitará a estar al pedo en mi casa, en bermudas y musculosa, tirado en el sofá y deseando fervientemente que llueva a cántaros, con truenos, relámpagos, sapos, ranas y granizo incluido, en todos los centros vacacionales del mundo.
Por supuesto que además de pasarme el tiempo maldiciendo a cada noticiero que me muestre imágenes de lo bien que la pasa la gente en las playas, intentaré apaciguar mi infinita angustia con interminables partidas de God of War, Lord of the Rings y Need for Speed en la Playstation, pero, la verdad, no es lo mismo.
Yo quería viajar, irme lejos, cambiar de aire y olvidarme de todo la puta madre. Quería sentirme feliz por unos días nada mas, pero no … De eso se ve que para mi no hay.
En fin … La cosa es que en este tiempo ocioso en el que seguramente pasaré del optimismo mas infantil por no tener nada que hacer y estar en mi casa, al odio mas irracional hacia mi destino y la humanidad toda por no tener nada que hacer y estar en mi casa, puede que no encuentre la motivación, ni la inspiración, ni la voluntad para actualizar mas o menos seguido (bueno … mas o menos como hasta ahora. Tampoco será la graaan diferencia...), por lo que lo mas probable es que, mas allá de alguna que otra crítica de cine o algo así, no haya.
Además, como aquellos que son clientes habituales y me conocen un poco bien saben, mi hogar no es el ambiente que mas me favorece a la hora de escribir algo debido a mi extrema capacidad de ponerme a pelotudear con cualquier cosa, así que de mas está decir que no deberán ser muy optimistas en cuanto a sus expectativas de encontrarse con algo nuevo, y mucho menos con algo bueno.
De todas maneras, no sé … Es casi un mes … Por ahí un día me levanto medio cruzado y me pinta ponerme a escribir de puro aburrido nomás. Que se yo.
Soy tan impredecible que a veces ni yo me puedo seguir el paso.

Bueno, chau ….. Me voy …




















Hola. Ya volví. ¿Ven lo que les decía? Soy impredecible …. Me agarran las cosas así de golpe. Que cosa de locos … Soy una caja de sorpresas …
Pero bueno, mas allá de toda esta perorata sin demasiado sentido y escrita con bastante poca onda, lo cierto es que estoy muy cansado.
El año pasado fue largo y duro (¡Y saquen YA esa imagen de sus sucias mentes! ¡Ordinarios! … A usted le digo señorita … Si, si … Usted … Debería darle vergüenza…) y es tiempo de hacer un corte para poner distancia entre mi persona y todo este ambiente que tan poca simpatía me genera.
Y para aquellos siempre dispuestos a pensar mal y ensuciar mi impoluta figura que seguramente ahora deben estar diciendo "Pero que caradura que es este tipo. Si no labura nunca y se la pasa perdiendo el tiempo escribiendo boludeces en el blog, ¿de que puede estar cansado?" (y se que lo están haciendo, no se hagan lo que miran para otro lado), les quiero decir muy respetuosamente y con todo el afecto que me merecen, que se pueden ir a lavar bien el culo con aguarrás y un cepillo.
Si yo digo que estoy cansado, es porque estoy cansado y punto. No está sujeto a debate el tema.
Para que sepan, mas allá de que ciertamente mis actividades se han visto fuertemente limitadas como consecuencia del accionar miserable y traicionero de cierta persona que en este mismo momento estará disfrutando de sus vacaciones (en algún lugar lindo y caro porque esta persona sí puede viajar) y a la cual le deseo que le esté lloviendo caca a baldazos, estoy cansado de los insoportables viajes diarios en ese colectivo apestoso, con un calor de perros, vestido de muñeco de torta y transpirando como una bestia, rodeado de gente fea, olorosa y poco higiénica.
Estoy cansado de, encima, tener que soportar eso para venir a perder el tiempo sentado durante horas haciéndome malasangre y soportando viles actitudes que no tendría por qué soportar.
O sea, estoy cansado de este lugar tan mala leche y sin futuro.
Estoy CAN SA DO.

Uh … Ahora me re calenté … Me voy a tomar un vaso de agua al dispenser a ver si se me pasa, y no sé si vuelvo eh…. (Que lo parió. Cómo me hacen poner che. No gano para disgustos con esta gente).




















Ya volví.
Bueno, eso nada mas era lo que tenía para decir.
Hace calor, el aire acondicionado no anda (¡Que raro que algo no ande acá!) y ya no se como acomodarme en este maldito sillón para que la espalda no me duela.
Además de todo eso tengo las neuronas en huelga de dendritas caídas y no se me ocurre nada mas para redondear esto ni para hacerlo gracioso.
Esto no anda ni para atrás ni para adelante.
Para que se den una pálida idea del patético estado mental en el cual me encuentro tengan en cuenta que para escribir esta pedorrez tuve que extirparme las palabras con fórceps, empecé ayer y me llevó casi todo el día. Y no porque haya estado ocupado en otra cosa eh, de quemado que ando nomás…

En fin. Así estamos. Supongo sabrán comprender. Aunque no lo parezca … soy un ser humano también …

Y como prueba acá les dejo esta tierna imagen que representa muy bien las actividades que pienso desarrollar durante los próximos días. (Ya pueden decir "Aaaaaahhhhhha quee liiiiiiindoooooooo" con voz finita y poniendo carita de enternecidos).

Pásenla lindo, y seguramente nos estaremos viendo por ahí (en los blogs, obvio. No crean que van a tener la suerte de encontrarme por la calle…).

viernes, 1 de febrero de 2008

Crítica de cine: HITMAN AGENTE 47

Salvo honrosas excepciones como pudieron ser, en mi modestísima opinión, la saga de "Resident Evil" y "Tomb Rider" (y esta solo porque está Angelina y eso justifica cualquier cosa), hasta el día de hoy los intentos de llevar al cine películas basadas en famosos videojuegos no han sido muy exitosos que digamos.
Aunque seguramente se han tenido las mejores intenciones a la hora de realizar las producciones, los resultados finales alcanzados nunca consiguieron transportar a la pantalla grande la mística de los juegos originales necesaria para conquistar a los fanáticos, ni lograron redondear un producto que captara el interés del público en general como para hacer de estas cintas un genuino éxito.
Así, años atrás se realizaron intentos con juegos clásicos como "Mortal Kombat" o "Street Figther" que fracasaron estrepitosamente dando lugar a películas que realmente mejor no recordar.
Mucho mas recientemente en el tiempo, desembarcaron en las salas dos producciones basadas en los populares juegos "Doom" y "Silent Hill" las cuales, si bien mejoraron bastante el nivel, han pasado por las carteleras sin pena ni gloria.
En el caso de esta película, "Hitman", creo que lamentablemente califica para engrosar la lista de estas últimas.
La historia se centra en las actividades de un asesino implacable, casi infalible, creado mediante la manipulación genética del ADN de los criminales y asesinos mas peligrosos del mundo (como ser, no se … Charles Manson, Al Capone, Al Casaca (jojojo que chispa), Blas Giunta, el profesor Neurus, José Luis Chilavert, y otros tantos), y entrenado por una organización secreta internacional independiente conocida como "La Organización" (se ve que se gastaron toda la plata entrenando asesinos y no les quedó nada para contratar a un creativo que les invente un nombre copado), la cual no responde a ningún gobierno, ni movimiento, ni partido político, y que ofrece sus servicios (consistentes en matar gente, pasear perros y perseguir esposas infieles) al mejor postor, sea quien sea.
De la asociación de aquella ensalada de genes de maldad con esta inescrupulosa empresa surge este hombre convertido en una casi perfecta máquina de matar, rigurosamente profesional, elegante, meticuloso, frío y letal. Un hombre sin sentimientos, sin remordimientos, sin pelo, y extremadamente apegado y obsesivo con su trabajo (o sea, matar gente).
Un hombre sin nombre, conocido solo como Agente 47 (aunque ahí en la empresa los compañeros lo llamaban Cacho).
Su vida transcurría normalmente, como la de cualquier asesino implacable: un asesinato por aquí, un viaje, otro homicidio por allá, otro viaje, un degollado aquí, un envenenado allá. Nada fuera de lo común.
Sin embargo, (y por suerte porque sino la película hubiera sido aún mas aburrida), un día le es asignada una misión aparentemente tan rutinaria como cualquier otra, consistente en volarle la sabiola a un fulano así bastante importante.
El pelado, va, le pega el tiro, guarda todo y se aleja haciendo pasito de murga.
Cuando vuelve a su hotel (porque siempre para en hoteles para ser mas cool) le informan que en el cumplimiento de su misión algo parece haber fallado, con el agravante de que, además, existía el riesgo de poder ser identificado por una testigo ocasional (que casualmente está mas buena que faltar a la escuela un lunes). O sea, el mensaje fue "Che gilastrún, fijate que parece que te mandaste flor de cagada. Ahora no vas a cobrar un sope. A llorar a la Iglesia".
El 47 (Cacho) dice "No puede ser. Si yo no le erro nunca a nada" y ahí nomás para comprobarlo, con los ojos cerrados escupe una semilla de una naranja que estaba comiendo, y la emboca en un cenicero que estaba al otro lado de la habitación.
En ese momento, y gracias a sus extraordinarias facultades deductivas, desarrolladas durante los exhaustivos años de duro entrenamiento mental a los que fue sometido, pero mas que nada porque le pasaron un papelito por debajo de la puerta que decía "Sos boleta cabeza de poronga. Firmado: La Organización", se percata de que aquella última asignación había sido una trampa montada con el objetivo de eliminarlo.
Ahí el pelado se pone como loco, no solo porque le habían dicho "cabeza de poronga" sabiendo que no le gusta, sino porque además se da cuenta de que matarlo era una forma de despedirlo sin pagarle la indemnización ni las vacaciones no gozadas y eso, después de tantos años de servicio, es intolerable.
A partir de entonces, y luego de desafiliarse del SACG (Sindicato de Asesinos Creados Genéticamente) por no sentirse representado, emprenderá por su cuenta la misión de descubrir quien y por qué quiere hacerlo boleta, por qué no le quieren reconocer la antigüedad, por qué es pelado y por qué demonios no tiene nombre si no les costaba un carajo ponerle uno.
Por supuesto para lograr todo esto deberá evadir a las fuerzas policiales que lo buscan por el asuntito ese de que mató a un montón de tipos, además de tener que enfrentarse a quienes hasta hace poco tiempo eran sus "hermanos", o sea asesinos tan eficaces, fríos, letales, pelados e inexpresivos como él.
La película en si, termina siendo difícil de definir.
Obviamente es de acción, pero lo logra solo por momentos. En otros pasajes se torna lenta, y en otros es como que parece que va a arrancar con todo y se queda en el amague.
Hay muchos tiros, peleas, sangre, explosiones y todo lo que uno espera ver en una cinta de este género, pero desarrollados de una forma que no parece alcanzar para redondear una película que conforme.
Hay que reconocer que se esforzaron por incluir tomas que realmente parecen sacadas directamente del juego, especialmente aquellas en las que se ve al protagonista caminado por pasillos de hoteles y demás (y hablando de eso, el tipo camina muy raro. No se si por tratar de imitar al juego o por qué, pero parece que caminara sosteniendo una zanahoria con el culo, así todo derechito y medio fruncido), pero por lo demás, no deja de ser una cinta de tiros común y corriente con poco sustento.
En cuanto al reparto, encontramos a Timothy Olyphant en el papel principal como el Agente 47, en una labor que nunca termina de convencer. Su interpretación careció casi por completo de expresividad, de profundidad y por sobre todo de carisma, logrando que al espectador le sea bastante difícil entusiasmarse con el protagonista. Lo acompañan la hermosa Olga Kurylenko como Nika, Dougray Scott como Mike Whittier, Robert Knepper como Yuri Marklov, Urlich Thomsen como Belicof, Michael Offei como Jenkins y Henry Ian Cusik como Udre Belikof.
La película fue dirigida por Xavier Gens que tal vez debió jugar un poco mas con la Playstation antes de largarse a adaptar el juego al formato cinematográfico.

Calificación: 2 Renegados y medio (No llega a ser mala, pero buena tampoco. Un poco mas que regular estaría bien. Escenas de acción esporádicas, un protagonista que transmite poco y un ritmo por momentos demasiado irregular, hacen de esta una película que pretende mas de lo que termina ofreciendo).

Recomendaciones: Si Ud. es fanático del juego y solo quiere ver a su personaje cobrando vida en una película, vaya. Seguro que le gusta.
Si Ud. espera una película de acción violenta y vertiginosa, vaya por lo de la violencia, pero no se ilusione con lo del vértigo.
Si Ud. es de los que se deprimen porque se cree poco expresivo, vaya; vea al protagonista y encontrará consuelo.
Si Ud. es de los que laburan, y laburan, y laburan para ganarse los favores amorosos de una señorita y aún así la mayoría de las veces fracasa; vaya, y retuérsace de indignación viendo como este tipo desaprovecha cada oportunidad que se le presenta con una mina que como diría el Bambino "¡¡Esss una mannnnteca!!".