martes, 29 de septiembre de 2009

Crítica de cine: SECTOR 9

Antes que nada, si algo habría que decir de esta película a manera de advertencia es que es rara. O, al menos, que no es una producción de formato convencional y que, por este motivo, habrá a quienes les encantará y la juzgarán como una verdadera perla, mientras que a otros, quizás, no les guste ni medio y salgan de la sala a las puteadas y pensando en ir a pedir que le devuelvan la plata de la entrada.
Es una película de ciencia ficción y extraterrestres, si, pero una que poco tiene que ver con aquellas a las que tal vez estemos acostumbrados.
Para empezar, está filmada con cámaras de mano, como si fuera un documental (por si no lo recuerdan, es un formato parecido al de “Cloverfield”, aunque en este caso por suerte usado con mas criterio y menos movimientos espasmódicos), y si bien su costo de producción fue millonario, lejos está de ser esa típica película pochoclera, apoyada en el carisma de alguna figura conocida interpretando al héroe que salva las papas en la última media hora, adornada con todo tipo de efectos especiales.
En este caso, mas bien, el punto fuerte y protagonista absoluto del argumento es el profundo mensaje social que se expresa y, a su vez, la soberbia radiografía que hace de nosotros, la humanidad, como especie.

Sinocsi

Es el año 1981 y la humanidad consigue, por fin, dar respuesta al antiguo interrogante de si habrá vida inteligente en el Universo, cuando, como peludo de regalo, se aparece sobre la ciudad sudafricana de Johannesburgo una gigantesca nave nodriza extraterrestre.
Las grandes potencias del mundo se ponen en alerta temiendo que este sea el principio de un ataque a gran escala de una civilización súper avanzada o algo así, pero el tiempo pasa y la nave no mueve ni un pelo (principalmente porque era una nave espacial y usualmente no tienen pelo) y solo se queda estacionada ahí, flotando sin hacer nada como una pavota.
Después de un tiempo y ya medio aburridos de esperar, al ver que estos marcianos pecho frío no le ponían onda a la cosa, las fuerzas terrestres envían a unos equipos especiales hasta la nave para que vean si le pueden hacer algún agujero por algún lado para meterse a chusmear que había adentro, y de paso para aclararles a los tripulantes, si es que los había, que acá, en la Tierra, llegar y no salir ni a saludar es de muy mala educación.
Una vez en el interior del ocni, lejos de encontrarse con seres altamente evolucionados y montones de cosas así deslumbrantes y copadas, los humanos se encuentran con que estaba lleno de unos bichos bastante fuleros, parecidos a langostas, todos mugrientos, enfermos, medio muertos de hambre y con olor a pata que, aparentemente, eran refugiados de su propio planeta.
“¡Puta madre!” se escuchó declarar a un importante líder mundial al enterarse de la noticia “Tras que tenemos pocos pobres acá, encima nos caen estos bichos de garrón. ¡Que suerte pa’ la desgracia m’hijo!” concluyó mirando a cámara y realizando una lograda imitación de Pepe Biondi .
Sin embargo, dado que, por lo que se podía apreciar, la nave se había quedado sin gasoil y no iba ni para a tras ni para a delante, y esos pobres bicharracos no tenían donde ir, un poco por quedar bien y otro poco porque descubrieron que traían algunas armas de alta tecnología y se las querían rapiñar, se decidió bajarlos, darles algo de comer, pegarles una enjuagada y dejarlos que se asienten mas o menos en un rancherío ahí en las afueras de la ciudad.
A raíz de esto se creó una agencia multi nacional privada llamada MNU (Multi Nations United), especialmente dedicada a ocuparse, a partir de ese momento, de todos los asuntos concernientes a los alienígenas mientras durara su estadía en nuestro planeta.
La cuestión es que estos bichos resultaron bastante confianzudos, y unos pocos años después ya andaban como pancho por su casa, mezclándose con la población y haciendo toda clase de quilombos (se mamaban, tocaban timbres y salían corriendo, le gritaban cosas a las minas que pasaban mientras se tocaban, sacaban fiado y después no pagaban, pateaban las bolsas de la basura, se robaban los sifones de la puerta, etc.) y esto, sumado a que eran bastante roñosos en sus costumbres, como que a la gente de ahí mucho que digamos no le gustaba, por lo que la relación se empezó a resentir y la convivencia y la hermandad solidaria intergaláctica se fue yendo cada vez mas al carajo.
Debido a eso, finalmente se tuvo que terminar cercando el asentamiento extraterrestre y prohibiéndole la salida a sus habitantes, cosa de que no se mezclaran con la población terrestre y se dejaran de hacer bardo.
A partir de entonces el sitio fue denominado como Sector 9, y se convirtió en una especie de favela alien en la que convivían, además, con una pandilla de nativos insurgentes traficantes de armas, algunas trolas medio baqueteadas y pibes chorros fumapaco.
De todas formas, esto tampoco conformó a los ciudadanos de Johannesburgo que vivían en los alrededores, mas que nada porque los aliens, como no tenían televisión ni yerba y a los preservativos se los comían creyendo que eran chicles globo, se entretenían teniendo aliencitos, y el asentamiento se hacía cada vez mas y mas grande, lo cual daba lugar a que cada vez mas seguido se siguieran generando incidentes y hechos de violencia por parte de ambos lados.
Incluso del lado de los extraterrestres había uno medio gordo, con voz algo gay, que se la pasaba provocando y diciendo “¡¡¡Tssk clic grrrrock prrrp tic tic grrooomp click grrrick toc!!! (Traducción: “¡¡¡Los odio!!! ¡¡¡Odio a la puta oligarquía terrícola!!! ¡¡¡Odio sus casas, sus autos, su plata!!! ¡¡¡Los oddddiooo!!!).
Tanto se fue pudriendo el asunto que, al final, a la MNU como gran solución no se le ocurrió mejor idea que armar un operativo consistente en mudar a todo el langosterío alienígena a una especie de campo de concentración cercado ubicado bien lejos de la población.
Para ello, y en un afán de darle cierta legalidad al hecho, primero debían lograr que cada una de las mas o menos dos millones de langostas marcianas se dignaran a firmar un formulario de consentimiento del desalojo, cosa que no resultaría nada fácil ya que los aliens eran feos, sucios y quilomberos pero no boludos.
Para encabezar este operativo, el Director de la MNU designa a su yerno Wikus van der Merwe, un cuatro de copas muy entusiasta pero bastante pelotudón que, ya durante la primer jornada del operativo y luego de haber tenido no pocos inconvenientes, mientras estaba requisando uno de los ranchos, por hacerse el pistola y manipular cosas que no conoce, accidentalmente se salpica todo con un líquido medio raro.
Aunque al principio lo único que le preocupó fue la cagada a pedos que se iba a ligar de parte de su mujer por haberse manchado la camisa, a las pocas horas comenzó a pensar que quizás la cosa podría ser un poco mas grave cuando empezó a sentirse enfermo, le salió una cosa negra de la nariz y se le empezaron a caer la uñas y los dientes.
Al poco tiempo, después de descomponerse, vomitar, y hacerse lo segundo encima, termina internado en un hospital, donde los médicos le confirman que algo no está bien con su salud, principalmente luego de ver que, además de todo lo que le pasaba, una de sus manos había mutado en una especie de pinza de tres dedos.
Este hecho, de inmediato llamó la atención de los científicos del MNU que desde hacía veinte años habían estado intentando infructuosamente hacer funcionar las armas que les habían robado a los extraterrestres y habían fracasado por estar codificadas para su ADN.
Intuyendo que, de alguna manera, el ADN de Wikus se había fusionado con el ADN alienígena, enseguida lo vieron como el elemento fundamental que habían estado necesitando para lograr su objetivo, por lo que le pidieron que se copara y los dejara cortarlo en pedazos para hacer experimentos.
A Wikus no solo no le convenció mucho la idea sino que hasta se lo tomó a mal, se puso medio loquito, rompió todo, renunció a su Obra Social, fajó a un par de médicos, le tocó el culo a una enfermera y se dio a la fuga.
A partir de ese momento, y merced a una estrategia promulgada por su mismo suegro (que a esta altura ya queda claro que no se lo bancaba ni un poco) de hacerlo quedar como un terrorista traidor a la Tierra que se vendió a los aliens, Wikus debe renunciar a su esposa (principalmente porque el divino del suegro le dijo que lo que le pasaba era por empomarse a una de las langostas), a su familia y a todo lo que conocía para convertirse en un mutante fugitivo que solo encontrará refugio en el sordido Sector 9.
Una vez allí, accidentalmente descubrirá el secreto que se esconde en ese lugar y, con él, la esperanza de volver a la normalidad y recuperar su vida pero, para conseguirlo, deberá necesariamente formar inesperadas alianzas y enfrentar no solo a los escuadrones de la MNU que lo buscan sin descanso, sino también a toda clase de peligros para los que nunca pensó estar preparado.

Mas allá de algunos de los primeros tramos que pueden resultar algo lentos, la película logra captar, casi desde el principio, el interés en la trama, la cual por momentos se torna dura, con algunos destellos que muestran con decidida crudeza la intolerancia y la crueldad de que somos capaces como especie, y este hecho, sumado al de presentarse en este formato de tipo documental, sin dudas, le suma un particular toque extra de realismo a la historia que resulta muy bienvenido.
Esto está sustentado, obviamente, por la excelente factura de los efectos especiales y sonoros, con los cuales han logrado que los personajes generados digitalmente (todos los aliens, por ejemplo) se vean perfectamente integrados a la acción y no desentonen en ningún momento.
A pesar de lo que podría temerse luego de los primeros minutos, la acción y la dinámica argumental van incrementándose con el correr de la película, logrando un ritmo entretenido, con muy pocos altibajos, y que se incrementa notablemente hacia el final de la cinta.
En cuanto a las actuaciones, a pesar de haber convocado a actores que no son muy reconocidos en el medio, se ha logrado realizar un trabajo por demás convincente, sobrio y que se complementa correctamente con el resto de la cinta y el sentido que se le quiso dar.
Ellos son: Sharlto Copley como Wikus van der Merwe, David James como Koobus, Jason Cope como Christopher Johnson, Mandla Gaduka como Fundiswa Mhlanga, y Vanessa Haywood como Tania entre otros.
La película fue dirigida por Neill Blomkamp y producida por Peter Jackson.

Calificación: 3 Renegados y medio (Buena. Una gran propuesta de ciencia ficción presentada de manera original, de excelente realización y sustentada por un argumento duro y no poco realista acerca de la naturaleza humana).

Recomendaciones: Si Ud. espera ver algo como “Dia de la Independencia” no vaya, porque va a salir caliente.
Si a Ud. le gustan las películas con marcianos raros y cosas medio asquerosas vaya que le va a gustar.
Si Ud. le tiene miedo a los bichos no vaya porque puede salir traumado, o capaz que grita en medio de la función y es un papelón.

viernes, 25 de septiembre de 2009

El regreso de la sección mas inestable del mundo

El otro día estábamos con mi mujer dando uno de nuestros habituales paseos (dicho así suena como si fuéramos gente muy viajada, pero en realidad estábamos caminando por la peatonal como todos los sábados a la tarde) cuando al pasar por una librería, ella ve un librito sobre el cultivo y cuidados de las orquídeas.
Teniendo en cuenta que en casa tenemos tres, y una de ellas está aferrándose a la vida con gran determinación a pesar de casi haber sentido la caricia de la muerte en mas de una ocasión, y las otras dos parecen de plástico porque no van ni para atrás ni para adelante, le pareció una buena idea instruirse en el tema de la crianza de estos simpáticos reptiles por lo que, con gran entusiasmo y determinación, ingresó al local dispuesta a adquirir los conocimientos necesarios, sin detenerse a pensar en el costo monetario de los mismos (mas que nada porque por el tamaño del libro se imaginó que mucho no debería salir).
Así, mientras ella le hacía buscar y sacar al pobre vendedor todos los libros sobre orquídeas que tenía en stock, yo andaba por ahí mirando y viendo si podía llevarme algo también.
En un momento estaba distraído en uno de los mostradores cuando del otro lado del mismo se acerca un señor que dice “Si ¿Estaba buscando algo?”.
Yo levantando la vista sin prestar demasiada atención, lo miro y, completamente convencido de que me estaba mirando a mi, le digo “No, no gracias. Estoy mirando nomás” acompañando esta frase con un gestito con la mano y todo.
Es en ese preciso instante cuando noto que el señor gira ligeramente su cabeza hacia donde estaba yo como recién dándose cuenta de mi presencia mientras, a mi lado, una señora, luego de mirarme con cara de “El señor me habla a mi”, le responde que andaba buscando no se que libro.
Yo miro a la señora, lo vuelvo a mirar al tipo, y ahí me doy cuenta de que el pobre señor con su ojo derecho parecía mirarme a mi, pero con el izquierdo, efectivamente, estaba mirando a la señora.

En ese momento no supe si disculparme por la confusión (que después de todo no era tan culpa mía sino del tipo por ser tan bizcocho y por ahí si decía "Uy perdón, pensé que me hablabas a mi porque tu ojo me estaba mirando" el muchacho se sentía mal), empezar a reírme a carcajadas, o pegar un grito, desparramar todo lo que tuviera a mano y salir corriendo, así que simplemente opté por hacer lo que hago siempre en estas ocasiones: hacerme el boludo y alejarme en silencio ligeramente avergonzado.

Por suerte mi mujer ya había conseguido su libro y pude abandonar el lugar rápidamente.

Dicho sea de paso, el libro (librito porque es bastante chico) le salió como cuarenta y cinco pesos y casi la pierdo del disgusto que se agarró (porque ella es capaz de gastarse trescientos pesos en un par de zapatos horribles, pero cuando se trata de libros todos son carísimos y se queda indignada durante horas).

"¿Y a que viene este relato tan poco interesante? ¿Es que nos quiere matar del aburrimiento?" me preguntarán ustedes ahora.
"Por supuesto que no" les diré yo "Si los quisiera matar los iría a buscar y les pegaría un tiro. Miren si voy a esperar a que se mueran de aburridos. Yo no tengo tanta paciencia".

No. Este simpático relato introductorio no tiene mas razón de ser que la de darme el pie para dejarles la pregunta de rigor de la semana (porque de eso se trata. Se supone que esto sería una sección, aunque quizás ya no lo recuerden) que es:

¿Qué situación recuerdan que les haya ocurrido de esas que uno queda re mal parado, sintiendo vergüenza y deseando que en los próximos segundos suceda algo mucho mas grave en otro lado cosa de que se desvíe la atención de ustedes cuanto antes? ¿Eh?



Y si, a pesar de tener mucho trabajo hoy también escribo.

Es que me declaré en rebeldía, que tanto.

Buen fin de semana.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Estoy

Hasta acá de trabajo. Hasta acá. Tapado de trabajo. Sepultado en una avalancha de papeles. Sumergido en un océano de labores. Perdido en un infinito abismo de tareas que drenan mi energía hasta niveles que apenas son compatibles con la vida.

"¿Y si esta tan ocupado como es que está escribiendo esto? ¿Eh?" seguramente se estará preguntando alguno levantando una cejita y con cara de perspicaz.
"Bueno, lo que pasa es que se me dio la regalada gana de parar un poco y ponerme a escribir algo para distenderme", le respondería yo ya medio caliente y pensando que para pensar así debés ser un flor de botonazo chupamedias del jefe y que no te descuidés porque cuando menos te lo esperes te vas a tomar un café con tanto laxante que vas a quedar en coma.

Es que desde que se me ocurrió el maravilloso plan de hacerme el empleado colaborador, responsable y siempre dispuesto a ponerle el lomo a la Institución y ofrecerme para sacar ese laburo atrasado del que les hablé la última vez, no tengo tiempo prácticamente de nada.
¿Y saben que es lo mas gracioso de todo? Que no me sirvió para nada. JAAAAJAJAJAAJA ¡¡Si!! ¡En serio! ¿No es re gracioso? Jajajajaja ¡¡No pego una!! Jajajaja ¡¡Que graciosa es mi vida!! Ajajajaja Que lindo que lindo soy tan feliz Jajjajaja soy tan feliz que los mataría a todos Jajajajajaja

No, de verdad. Mi plan fue un rotundo y completo fracaso.
Porque yo como estratega soy genial, pero como ejecutor soy patético.

Resumidamente la cosa fue mas o menos así:
Luego de un par de semanas de laburar a full sacando pilas de cosas y demostrando que la cosa es completamente distinta cuando del trabajo se encarga alguien capaz, eficiente, rápido, ordenado y de un atractivo físico avasallante (o sea, yo), algo me dijo que era el momento de ir a los “pisos superiores” para hablar con el jefe máximo de la Institución, realizar mi muy justificado reclamo y poner finalmente en marcha mi maquiavélico plan de venganza contra ese asqueroso gargajo humano que tengo por jefe.
Sin embargo, cuando levanté el teléfono para solicitar la audiencia y este señor ante mi frase “Disculpe Sr Jefe Máximo. Habla R. Necesitaría hablar con Ud. un momento ¿Puede ser?” me respondió “¿¿Quién??” dando a entender que no tenía ni la mas reputísima idea de quien cuernos era yo, algo me dijo (otro algo, no el mismo de antes) que quizás, tal vez, era posible que me hubiera apresurado un poco.
Pero igual ya era tarde.
La audiencia estaba concertada y ahora no podía decirle “No, no, dejá. Ahora no quiero. Mejor mas adelante” porque capaz que quedaba medio mal y poco serio.
Por eso, tan solo cinco minutos después, ya estaba yo frente a frente con el Supremo Kaio Sama de la Institución poniéndolo al tanto de todo lo que consideraba que estaba mal, mientras él firmaba cosas y cada tanto levantaba la vista para mirarme como si le estuviera hablado en esperanto.
Creo que en un momento hasta se quedó mirándome fijo como no recordando ni quien era yo ni que carajo estaba haciendo en su oficina, a pesar de que hacía quince minutos de que le estaba hablando.
Finalmente, terminado el encuentro, lo único que obtuve por respuesta de su parte fue un muy poco convincente “Bueno, dejámelo ver” dicho entre dientes y con cara de “No tengo ni la mas remota idea de que me estuviste hablando pero no me preocupa en lo mas mínimo porque de todas maneras me importa tres carajos. Si vas a esperar que te solucione algo ponete cómodo pibe”.

Y por eso, todo sigue igual o quizás un poco peor.

Ahora tengo una pila de trabajo aburrido que hacer y, encima, lo hago sabiendo que no me va a brindar ningún beneficio.
No se quien me mandó a meterme en esto.

Pero lo peor de todo, lo que mas me molesta, es que, encima, no pude concretar mi plan de venganza contra el energúmeno pedante este.
Pero no voy a dejar que se quede así.
Yo no quería llegar a estos extremos, pero no me dejan mas opción.
Lo siento, pero solo me queda recurrir al Plan B: Prenderle fuego la camioneta.

Aunque pensándolo bien no se, porque con mi suerte y lo mamerto que soy no me extrañaría que sepan que fui yo cuando me vean salir corriendo del estacionamiento con la cabellera en llamas.

Bueno ... En fin …

Vuelvo a mis labores ...

Pero antes voy a ver si encuentro en Internet algunas instrucciones para fabricar un lanzallamas o algo así con elementos de oficina. O una granada. No se …

Ahí nos vemos…

Que no se corte eh ...

lunes, 7 de septiembre de 2009

SSSssssshhhhhhh.... Silencio ..... Esto es otro anuncio ..... O mas bien una invitación .... O un poco y un poco ... Bueno, como sea ...

Presten atención porque después se la pierden y andan llorando por los rincones, rasgándose las ropas y arrancándose mechones de pelo al grito de “¿¿¿Porrrr queee no me avisaron??? ¿¿¿Porrrr queeeeee???? con voz desgarradora.

Bien. Ahora si.

Me complace en invitar a toda la amable teleplatea que me ha seguido durante estos años (y a los que no me siguieron también. Si ven a alguno avisenlé), a ser partícipes de uno de los hechos mas trascendentales que hayan tenido lugar desde que se inventó esto de las comunicaciones virtuales, los blogs, la Internet 2.0, el Twitter, el Facebook, el Fotolog, el Home Banking y todo aquello que tenga que ver con sentarse a boludear frente a una computadora.
Un hecho que, merced a esto de la globalización y la inmediatez de la información, quizás marque un antes y un después en la historia de la literatura mundial.
Un hecho que dejará una huella imborrable en las vidas de todos aquellos que tengan la fortuna de atestiguar su nacimiento.
Un hecho que, al ser conocido por José Pablo Feinmann, probablemente desate en él el impulso irrefrenable de treparse a la punta del Obelisco vestido de Hare Krishna para gritarle al mundo “¡¡¡Yo tenía razón!!! ¡¡¡¡Es como yo digo!!!!”.

Este hecho al que me refiero es ….



Ni mas ni menos ……



Sin mas preámbulos …….



Sin dilatar mas el momento ……….



Es ………



Ahora si …….



Se viene se viene se viene ………



Ya lo digo, porque no hay nada mas molesto que te anuncien una cosa y después empiecen a dar vueltas y vueltas y alarguen todo para generar mas expectativa. Es muy molesto eso. A mi me da bronca cuando me lo hacen. Es horrible. No se a quien se le ocurrió que eso queda bien. Al final como que le terminás tomando bronca al tipo que anuncia ¿No? …

¿En que estábamos?

¡Ah si! El anuncio … Cierto ….

De lo que estoy hablando, señoras, señores y, en especial, señoritas, es de que tengo el inmenso honor de invitarlos a la gran inauguración de:




“Men In Blog”
El blog que redefinirá todo aquello que el mundo blogueril ha conocido hasta el momento.


(Acá va una música y un espectáculo de fuegos artificiales).

Un blog que sopapea a todos los demás blogs y los deja así de chiquititos (pero con el mayor de los respetos y muchísimo cariño).

Un blog con unas aspiraciones tan grandes que cada dos por tres se ahoga con ellas.

Un blog que apunta tan alto, tan pero tan alto, que sus objetivos se pierden de vista y ahora ya nadie sabe cuales son.

Un blog tan piola que para cuando los otros blogs se compran un jean, M.I.B. ya los hizo bermudas.

Un blog que fue creado con la intención de volarles el bonete, aunque sea a cachetazos.

Un blog que no viene a ser un blog mas, sino un blog men …. No, pará… Así no era. Me perdí…

Bueno, me parece además que me fui un poco de mambo, pero no importa. La idea creo que se entiende.

En fin.

Imagino que se estarán preguntando ustedes en este momento con los ojos desorbitados y presas de una intriga que les carcome las entrañas “¿Pero quienes integran este ambicioso proyecto?” para luego arrojarse al suelo gritando “¡Díganos por favor, señor Renegado! ¡Oh poderoso y amado gurú de las letras que escribe cada vez menos! ¡¡Díganos!!”.
“Bien” les responderé yo mientras pienso que son una manga de exagerados “Los integrantes de este proyecto son lo que podríamos definir sin exagerar demasiado como la crème de la crème de la cultura blogger (aunque capaz que si estaría exagerando un poco). Un grupo de jóvenes valores que han unido sus talentos con el firme propósito de… de …. Bueno, no se bien bien cual es el propósito. Ni siquiera se si existe algo parecido a un propósito, pero que se juntaron se juntaron. Y lo de “jóvenes”, bueno, capaz que muy muy jóvenes no son. Por ahí en espíritu, y hasta ahí nomás. Lo que si es cierto es que es un grupo, porque son ocho. Siete tipos talentosos, cultos, divertidos, inteligentes, amables y con ganas de hacer algo en serio, y yo (Algo malo tenía que tener. Sino era afano. Había que nivelar para abajo un poco).
Vendríamos a ser como los Siete Jinetes del Apocalipsis de la cultura blogger, si no fuera que somos ocho”
.

Por este motivo es que los invito cordialmente, enfáticamente diría, casi se podría decir que los estoy amenazando, a que ya mismo (bueno ya mismo no, primero terminen de leer acá. No sean ingratos) visiten este sitio para brindarle el apoyo que se merece (Para ello deben hacer click en el banner, obviamente).
Y les pido esto por dos razones fundamentales: uno, porque no les cuesta un pomo, y dos, y esto es lo mas importante de todo, porque me aseguraron que si la cosa camina, generamos un número de visitas importante y gracias a ello se consigue hacer una moneda, a mi me tocaría una parte, con lo cual, finalmente, podría estar haciendo realidad ese sueño que mantuve dormido (porque era un sueño, claro) durante tantos años de vivir de algo que no sea trabajar.

La invitación, entonces, queda hecha (Y con ella mis esperanzas depositadas en su buena predisposición a colaborar para que una persona simpática y atractiva como yo, realice su sueño. No se olviden).

Nos estaremos viendo.
Si no me encuentran aquí, pueden probar suerte allá.

Sino, generalmente estoy en mi casa o en el trabajo. Ah, claro, no saben donde es.
Bueno, mejor porque soy medio arisco y no me gusta que me anden persiguiendo.

Ahora si, pueden retirarse en orden y sin empujar.