martes, 10 de abril de 2012

Crítica de cine (con delay): FURIA DE TITANES II


Como no es difícil de imaginar, esta es la secuela de "Furia de Titanes" aquel malogrado intento de película épica que se mandaron allá por el 2010.
Si en aquella oportunidad no pudieron ver el inicio de esta saga, o la vieron pero ya no se acuerdan demasiado, o la vieron y les pareció tan mala que se hicieron hipnotizar para olvidarla, y ahora piensan que quieren ver esta segunda parte (de puro masoquistas que son o porque no tienen nada mejor que hacer) y temen quedar medio en bolas; no os preocupeis, porque haciendo simplemente un clic AQUÍ con el puntero de su mouse, podrán acceder (Se los recomiendo ¡Es gratis!) a la reseña que un servidor realizó en aquel entonces (¿Se acuerdan? Se estrenaba un película, yo la iba a ver y a la semana siguiente ya tenía la crítica escrita... Aaahhh... Que tiempos aquellos...).
Pero bueno, basta de rodeos y pasemos directamente a lo que todos están esperando. La...


Sicpnosisps

Han pasado diez años desde aquella heroica gesta en la cual Perseo, el hijo bastardito de Zeus, en un par de días pasó de ser un pescador medio mamerto a derrotar al monstruoso Kraken, rescatar a la princesa Andrómeda y salvar a la humanidad.
Sin embargo, a pesar de eso, igual, no es que las cosas anduvieron muy bien que digamos.
Los Dioses siguieron perdiendo pupularidad porque la gente estaba en cualquiera y seguía rezando poco, el mundo era un desconche, las jóvenes adolescentes le daban mas bola a algunos ídolos juveniles sin talento y con cara de tremendos comilones que aparecían (como un tal Justinus Biberius) que a Apolo, y Perseo, en lugar de aceptar su herencia divina, calzarse la chapa de semi dios y andar haciendo cosas heroicas por ahí, había retornado a su pedorra y anónima vida de pescador, ahora encima viudo y con un hijo a cuestas llamado Helios.
Sin embargo, y aunque hacía lo posible por evitarlo, la naturaleza semi divina en él, le hacía presentir que algo andaba mal y que su tranquilidad no iba a durar mucho tiempo, por lo que se la pasaba puteando bajito y con cara de orto todo el día.
Y así fue, efectivamente, cuando un día, estando el flaco limpiando unos bagres y unas mojarras que había sacado del río, escucha un fuerte trueno.
-¡Me cachendié!- dice Perseo -Este seguro que es Zeus que viene a romperme las bolas.
Va a la casa y, tal y como lo había supuesto, ahí estaba el mismísimo Dios Zeus poniendo el agua para el mate.
-Hola hijito- le dice -¿Tomamos unos amargos?
-¿Que querés acá?- responde Perseo de mala manera -Vos venís nada mas que cuando hay quilombo, viejo mufa.
-Bueno, bueno eh... El tonito con papá- dice Zeus poniéndose serio -No te olvides que soy un Dios y si quiero...
-¿Si querés que?- retruca Perseo haciendo hombritos -¿Me vas a convertir en sapo?
-¡¡Soy un Dios, no un genio de botella, ignorante!!- grita Zeus re caliente, y de la calentura se le escapa un gas convertido en rayo que quema una silla que estaba ahí cerca.
-¡¡Daaale, daaale!! Quemame los muebles, total, tengo de sobra- dice Perseo también enojado.
-Está bien. Disculpá. Justamente de eso es de lo que vengo a hablar- dice Zeus mas calmado, mientras señala la silla en llamas.
-¿De que ya no controlás bien los esfínteres? ¿Y yo que tengo que ver?- pregunta Perseo algo incómodo.
-No, boludón. De eso- y vuelve a señalar la silla -Antes un pedo mío podía destruir medio mundo, hacer temblar la Tierra entera, pulverizar una montaña- dice Zeus con un dejo de tristeza -Ahora mirá. De pedo, literalmente, si puedo incendiar una simple silla. Los Dioses nos estamos debilitando. La gente ya no nos ofrece plegarias. No nos invoca. No nos tiene en cuenta. Estamos mal. Hace meses que debemos el ABL del Olimpo. En cualquier momento nos cortan la luz. Si hasta tuve que empeñar la armadura esa tan linda que tenía y ahora me tengo que vestir así con esta túnica re pasada de moda que hace como mil años que no se usa.
Y ahi nomás hace un gesto y materializa un puñado de bizcochitos de grasa.
-¿Ves?- continúa Zeus mientras suspira -En la otra película pude materializar una docena de facturas... Ahora mirá. Apenas esto.
-Y bueno- responde Perseo -Como diría el gallo, ¿Y yo ki kiri ki li haga?- Y se echa a reír como un pavote de su propio chiste.
Zeus revolea los ojos y menea la cabeza mordiéndose el labio inferior.
-A ver si entendés querido: Si los Dioses nos debilitamos- dice Zeus con voz grave -toda nuestra creación se debilita. ¡Toda! Inclusive el Tártaro.
-¿El Tártaro? ¿Ese baile típico italiano en el que generalmente se utilizan las panderetas para marcar el ritmo?- pregunta Perseo que no era precisamente una luminaria.
-¡¡Esa es la tarantela pedazo de papafrita!!- grita Zeus indignado y con un dejo de vergüenza por el hijo que se mandó -El Tártaro es la prisión del Inframundo donde encerramos a los Titanes.
-Aahhh ¿Ahí no es donde está preso el abuelo Cronos?- pregunta Perseo con cara de nada, y pensando si allí estará también Martín Palermo.
-Sipi- responde Zeus -Y parece que el jovato anda con ganas de salir y hacernos percha a todos. Ya incluso hay algunas criaturas que están escapando. Por eso vengo a por tu ayuda. Necesito que bajemos Dioses y Semis al Inframundo para ver si entre todos podemos evitarlo ¿Te copás?
-Ni-en-pe-do- responde Perseo sin que se le mueva un rulo -Ahora me venís a pedir ayuda, pero bien que cuando se murió mi esposa ni apareciste. ¡Ni una flor mandaste! Ni hablar de que podrías haber evitado que se muriera ¿no?
-¡Pero si yo te la resucité en la primer película! ¿O no te acordás?-retruca Zeus -Además ¿Vos me lo pediste? ¿Me rezaste? No. El señorito es muy orgulloso como para pedirle algo a los Dioses.
-¡Ahhh bueeeno! ¡Ahora hay que andar rogándole que intervenga al señor porque el es un "Dios"!- dice Perseo haciendo el gesto de comillas en el aire.
-¡Y si, nabo! ¡Mas vale! La cosa funciona así. Para eso somos Dioses- grita Zeus.
-Bueno- responde Perseo cruzándose de brazos -Ahora el señorito no te ayuda un pomo. Andá a arreglártelas solo en el quilombo con el nono Cronos, ya que sos tan "Dios".
-Está bien- se resigna Zeus -Pero acordate que ahora tenés un hijo. No es que te quiera tirar pálidas pero si le lo come un mostro de esos que se escapan de ahí, después no me vengas a echar la culpa a mi eh. Chau.
Sale de la casa y se escucha el sonido de un trueno, pero como medio bajito. Sin fuerza.
Zeus vuelve a asomar la cabeza por la puerta.
-¿No tendrías unos pesitos para el remis? Es que me quedé sin poder como para viajar- dice con una sonrisita y algo avergonzado.
Perseo lo mira fijo con cara de culo.
-Bueno, bueno, ya me voy, ya me voy...- dice Zeus, hace un ruido como de trueno con la boca y se va al trote.

Acto seguido, Zeus llega al Inframundo donde lo aguardan su hermano, el Dios Poseidón y su otro hijo Ares, para reunirse con el oootro hermano, el Dios Hades, regente de ese mundo.
-¡Aquamán! ¡Tanto tiempo hermano!- dice Zeus haciéndose el emocionado y yendo a abrazarlo.
-Está bien que no nos vemos desde hace diez mil años Zeus, pero me llamo Poseidón. Aunque sea de eso te podrías acordar viejo gagá- dice Poseidón bastante ofendido.
-Bueno, perdón, perdón hermano. Es la emoción- responde Zeus riendose como un viejo pavote -Y vos, Arielito, que grande que estás ¡Dale un abrazo a tu viejo!- le dice a Ares.
-No me llamo Ariel. Soy Ares. Sos un desastre- exclama el Dios de la Guerra recaliente -¿Y el ganso de tu otro hijo Perseo no viene?.
-Na- responde Zeus -Viste como es tu medio hermano. Tenía otras cosas que hacer. Aparte justo ahora parece que es la época del pejerrey y bueno... que se yo... ¿Vamos a buscar al tío Ades?
-El tío se llama Hades. Con H. Ades es un jugo a base de soja que todavía no se inventa- retruca Ares mirándolo con odio.
-Bueno, bueno, pero que detallista te volviste Arielito- responde Zeus mientras le guiña el ojo a Poseidón buscando complicidad.
Poseidón menea la cabeza, da media vuelta y empieza a caminar. Ares lo sigue. Zeus se encoje de hombros y los sigue riéndose bajito.
Al rato llegan a las tenebrosas y tétricas profundidades del Reino de Hades. El infernal Inframundo.
-¡¡Haaaadesss!!- grita Zeus -¡Acá estamos tus hermanos y invocamos tu presencia!
-"E" invocamos tu presencia- corrige Ares de mala manera.
-¡Uy sory!- dice Zeus -Me olvidé de que estaba con el Dios de la gramática.
-¡¡Soy el Dios de la Guerra!!- grita Ares ofuscado y amagando con darle un mazazo en el marote.
-Noooooooo- lo detiene Zeus haciendo un movimiento como esquivando el golpe -¡Ojito con papá eh! ¡No sea maleducado y calentón, mocoso!
En eso se levanta una densa nube de humo negro, signo inequívoco de la presencia de Hades.
-¿Que quieren acá?- pregunta medio asomado atrás de una piedra.
-¡Hermanitoooo!- grita Zeus -¡Venga para acá y deme un abrazo!
-Vos estás mas gagá que nunca Zeus- replica Hades bastante enojado -¿Que te venís a hacer el familiero ahora después de que me desterraste a este lugar de mierda? Ma que abrazo ni que abrazo.
-Eehhh, pero no me digas que todavía estás caliente por eso. Hay que saber perdonar. Lo primero es la familia che- responde Zeus de forma conciliadora -Vos sos el capo de este mundo y necesitamos de tu ayuda en estos difíciles momentos.
Hades sale lentamente de atrás de la piedra y se les acerca despacio y con cara de ofendido.
-¿Que necesitan?- pregunta el Dios de los Muertos sin muchas ganas.
Ahí Zeus le explica la situación como por veinte minutos, intercalando chistes malos y frases con doble sentido.
-Bueno, bueno, bueno- dice Hades ya bastante aburrido -Ya entendí. Está bien. Vamos a ver que hacemos, pero antes tengo algo para ustedes.
Y ahí nomás le tira un rayo de humo negro a Poseidón que lo deja knock out.
-¿¡Pero que hacés loco de mierda!?- grita Zeus y reponde al ataque arrojaándole un rayo, pero medio pedorro. Mas bien fue una especie de refucilo.
En ese momento Ares le mete un roscaso en la cabeza que lo deja medio grogui.
Zeus lo mira medio mareado y con un hilo de voz alcanza a decir "¿Por qué, Arielito? ¿Por qué?".
Ahí Ares se le salta la térmica y le entra a dar para que tenga, regale y archive mientras le grita "¡¡Areees!! ¡¡Aaaaareeeessss!! ¡¡Mi nombre es AAAAREEESSS viejo pelotudoooo!!".
Al rato Zeus se despierta encadenado en el borde del Inframundo de cara al Titán Cronos y viendo como éste comienza a drenarle toda su diositud.
En ese momento comienza a sospechar que todo fue una trampa de Cronos para recuperar poder y así, finalmente, librarse de su prisión y salir al mundo a hacer destrozos y que, evidentemente, Hades y Ares lo habían ayudado.
-¿Que hiciste Hades, hermano, que hiciste?- pregunta Zeus ya bastante debilitado.
-Hice lo que tenía que hacer- responde Hades -Vos sabes que se nos pudre el rancho. Los Dioses estamos a punto de dejar de existir, y cuando eso pase, no nos queda nada. No tenemos jubilación, ni seguro de desempleo, ni obra social, ni nada. Por eso yo arreglé con el tata Cronos que si lo ayudaba a traerte acá, por lo menos cuando salga y rompa todo, a mi y a tu pibe nos va a dejar la inmortalidad. Y un plan trabajar. Y una casita en un country.
-Sos un interesado de porquería- reprocha Zeus -Pero te olvidaste de algo...
-¿Y que sería?- pregunta Hades acercándose con curiosidad.
Zeus lo mira, hace una pausa dramática y dice "Rambo".
-¿Que?- vuelve a preguntar Hades algo confundido.
-Perseo... quise decir Perseo...- corrige Zeus, que ya estaba muy mal.
Hades lo mira, se muerde el labio inferior y eleva levemente el mentón al tiempo que hace "Mmmmmmm".

En ese momento, en la superficie, Perseo estaba dedicándose a su negocio al grito de "Haayy pescadoooooo. Fresquito el pescadooooo. Tengo cornalito, lisa, pejerrey y merluza. Baratito señora. Peeeeeescadoooooooop", cuando de repente se siente como un temblor y se ve caer algo desde el cielo que se estrella en el medio del pueblo.
"¡Un oni! ¡Un oni!" gritan los aldeanos y salen todos corriendo para ver el objeto caído, incluso Helios, el hijo de Perseo que era bastante pajarón.
Pero resulta que lo que cayó no era un ovni sino una espantosa quimera, un monstruo de dos cabezas que con una cabeza te escupía nafta y con la otra hacía chispa tipo magiclick, por lo que cuando actuaban juntas prendían fuego todo lo que se les cruzaba.
Viendo que este bicharraco empezó a hacer desastres y a quemar a todos y a todas, y que el nabo de su hijo era un víctima segura, Perseo se calentó y salió a las chapas a calzarse su armadura y empuñar nuevamente su espada para intentar detenerlo.
Como buen semi dios que es, luego de comerse una buenas revolcadas lo logra, pero se da cuenta de que lo que le había advertido Zeus se estaba concretando, así que, aunque de mala gana, se dirige al Templo de los Dioses, para reunirse con su padre y decirle que bueno, que lo va a ayudar.
Al llegar invoca a su padre, pero quien aparece, y bastante maltrecho, el el Dios Poseidón.
-¡Tío Aquamán! ¡¿Pero que te pasó?!- se apresura a preguntar Perseo mientras sostiene al pobre viejo.
-Poseidón, pibe. Mi nombre es Poseidón, la puta que te parió. Pero dejalo así... Ya no queda mucho tiempo. Cuchame bien: A tu viejo lo tienen prisionero en el Inframundo. Tenés que bajar allá y rescatarlo o se acaba el mundo.
-Y si, ya me la veía venir- dice Perseo resoplando -Bueno, ¿Y como llego?
-Bueno, mirá, yo no te puedo llevar por el pequeño detalle de que me estoy muriendo, así que lo primero que tenés que hacer es encontrar a mi medio hijo Agénor que es medio irresponsable y atorrante pero es lo que hay. Creo que andaba por Argos o por ahí. Cuando lo encuentres, si es digno, dale mi Tridente. Y si no es digno, que se yo, dáselo igual. Otra cosa no se me ocurre. Después van a tener que irse hasta la isla de Kail y buscar al loco Hefestos, porque él es el que creó nuestras armas, el laberinto de entrada al Tártaro y el Tártaro mismo, y es el único que los puede ayudar a entrar. Y después...
-¿Que? ¿Hay mas?- pregunta Perseo con fastidio.
-Si ¿Me dejás terminar? ¿Te aburro? Porque si estás muy apurado me muero ahora y te quedas con eso y después te las arreglás solito eh ¿Querés? ¿Eh? ¿Querés?- dice Poseidón que aunque tenía poco aliento seguía siendo un viejo mal llevado.
-No, no, perdón tío. Siga por favor- responde Perseo revoleando los ojos.
-Bueno... Después una vez que hagan todo eso, si siguen vivos, tienen que juntar las tres armas de los dioses: el Rayo de Zeus, el Cetro de Hades y mi Tridente, unirlos y formar el Arpón de Tríam, que es lo único que puede derrotar a Cronos ¿Entendistes?
-Mas o menos ¿Me podría repetir todo así anoto?- dice Perseo muy pancho.
-Me encantaría- responde Poseidón -pero me parece que ya me morí.
Y dicho esto se convierte en un polvo con brillantina y se desmorona.

Perseo se pone de pie, suspira mirando al horizonte, entrecierra los ojos con gesto heroico, aprieta sus puños, infla su pecho... y se va del templo con trompa, pateando la tierra y mascullando "¡Siempre yo! ¡Siempre yo! ¿Por que no le dicen a otro que haga estas cosas?".
Sin embargo, y aceptando que ese es su destino, monta en su fiel corcel alado Pegaso y se dirige al reino de Argos, regido por la ahora reina Andrómeda, dispuesto a encontrar a su primo Agénor para, con su ayuda, cumplir con las tareas encomendadas.
A partir de allí, iniciará un peligroso viaje (otro mas) en el que deberá enfrentar temibles criaturas y mortales batallas, hasta poder llegar a descender al mismísimo infierno con el fin de salvar a su padre y evitar que Cronos resurja y aniquile a hombres y Dioses por igual.

Si la comparamos con la primera parte, digamos que esta secuela es apenas un tanto mejor que aquella, pero tampoco demasiado. Además, no había que esforzarse mucho para lograrlo.
Obviamente tiene mucho mas trabajo puesto en las escenas digitales, y en las secuencias de acción y, esta vez, el 3D está bastante bien aprovechado, pero lamentablemente continúa con la costumbre de llevar todo adelante con un guión, quizás, demasiado simple y de tono elemental, que solo brinda la excusa para poner la mayor cantidad de efectos posible.
Una vez mas, además, cae en la, para mi gusto, excesiva humanización de los Dioses, llevándolos al nivel de un grupo de personas mayores que aparentemente dejaron la divinidad olvidada en una cancha de bochas (hay una escena medio al final donde Zeus y Hades se suman a la batalla con sus "poderes" que es casi penosa. He visto mejores simulaciones en niños jugando a ser Dragon Ball).
Por lo demás, nada excepcional. Una película pochoclera y entretenida que, como la primera, distrae el tiempo que dura y su única intención es ver si hacen plata y da para seguir robando con otra parte.
El reparto esta integrado en su mayoría por los mismos que realizaron la primer parte mas algunas incorporaciones.
Sam Worthington vuelve a calzarse las sandalias de Perseo y lo único que cambió es que ahora tiene el pelo con rulos, y lo acompañan Liam Neeson como Zeus, Ralph Fiennes como Hades, Danny Huston como Poseidón, Toby Kebbell como Agénor, Bill Nighty como Hefestos, Rosamund Pike como Andrómeda, y Edgar Ramírez como Ares.
La película fue dirigida por Jonathan Liebesman, quien cuenta en su haber trabajos como "La Masacre de Texas: El origen" e "Invasión a la Tierra: Batalla Los Ángeles" entre otros.

Calificación: 3 Renegados (Una secuela obvia que no difiere mucho de su predecesora. Mucho efecto, mucha acción, Dioses venidos a menos y un héroe que salva el día. Cumple en entretener sin demasiadas sorpresas. Para pasar el rato está bien).

Recomendaciones: Ver las de la primer parte.

Queja airosa: Estoy altamente podrido de tener que ver las películas dobladas al castellano. Las compañías distrubuidoras se pueden ir bien a la recalcada ya saben que.