No, no es que empecé el colegio de nuevo (eso no lo haría ni aunque me ofrecieran plata).
Sin embargo, no puedo evitar reconocer lo similar (por no decir idéntico) de los sentimientos que me embargan en este preciso momento, mientras transcurre el primer día de trabajo luego de las vacaciones.
Son aquellos mismos sentimientos que inevitablemente experimenté cada año, durante toda mi infancia, en ese fatídico y despreciable día del forzoso retorno a clases.
Sentimientos que son una mezcla indefinible de profunda amargura, angustia, bronca, frustración, mal humor, dolor de panza, mareos, hipotensión, ganas de prender fuego todo, un poco mas de amargura, cefalea y unos tics nerviosos en el ojo izquierdo que agregaban a mi ya reconocida y tremenda cara de culo, un cierto halo de locura casi peligrosa.
Hoy simplemente he cambiado el espantoso guardapolvo blanco por una camisa y una corbata pero, mas allá de eso, por dentro, la cosa realmente no es tan distinta.
Y esto es porque, a mi, esta aversión visceral por la obligación de tener que realizar tareas socialmente impuestas (o tareas en general) no es algo que me haya agarrado de grande. Nonononono; lo mío es de nacimiento. Es algo genético. Yo nací para dedicarme al ocio. Es como un don que tengo. Una virtud. Una especie de instinto innato que me permite estar al gas por mucho tiempo y no solo no aburrirme o sentirme mal al respecto sino, además, ser capaz de disfrutarlo sin el mas mínimo vestigio de culpa.
Por desgracia, aparentemente, ser así, un ser naturalmente dispuesto a no hacer nada, no parece ser compatible con esta vida en sociedad en la que, si o si, uno necesita trabajar para hacerse de dinero y subsistir, por lo que siempre, tarde o temprano, llega ese momento en el que debo hacer uso de toda mi concentración y fuerza de voluntad para actuar de manera diametralmente opuesta a mi maravillosa esencia, y así como alguna vez tuve que soportar cada año el doloroso ritual de volver a la escuela, hoy me veo forzado a cumplir con mi obligación de hacer lo que tengo que hacer, y volver al trabajo.
Y lo detesto.
Pero bueno, es lo que hay, así que aquí estoy, con un humor de perros iniciando un nuevo año laboral y, ya que estamos, dando comienzo a un nuevo período de sesiones mas o menos ordinarias de este ignoto sitio.
En cuanto a esto último, de más está decir, mas que nada porque me ocupé de dejarlo en claro en ese último texto que escribí justo antes de salir de vacaciones (... snif... vacaciones... ¿Cuanto falta para salir de nuevo?), que es muy probable que este año sea tan irregular o aún peor que el año pasado, así que si habitualmente no esperaban demasiado de mi, esta vez pueden esperar aún menos, si es que eso fuera posible.
Bien, dicho esto, ahora me retiro porque tengo cosas importantes que hacer.
No, trabajo no. Hoy no pienso hacer nada porque necesito un tiempo para readaptarme, pero parece que tengo que practicar un poco lo de mis miradas torcidas y furibundas a todo aquel que se me acerque a preguntarme como la pasé en las vacaciones, porque ya miré a un par y si bien se alejaron enseguida, no los hice llorar, por lo que sospecho que quizás este tiempo de ausencia me haya ablandado un poco.
A ver si todavía alguno se confunde y piensa que tengo ganas de conversar.
Hablemos de aborto, dale
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¿En serio quieren discutir el aborto legal? ¿En serio todavía creen que a
esta altura del partido todavía se puede “discutir” sobre el tema?
OK. Discutamos...
Hace 6 años.
23 comentarios:
Ánimo, no se hunda en el pesimismo, piense que a lo mejor cualquier día de estos, la lotería le permite dedicarse a cumplir con su vocación ociosa... quién sabe.
Saludos cordiales.
Vio esos deseos que uno tiene a veces con respecto a los jefes? Algo así como querer que lo metan preso y que sea la nena del lugar indefinidamente? Bueno... esteeeee... digamos que a mí se me cumplió... y todavía no descubro si es del todo bueno... Estoy en eso...
Basicamente, cuidado con lo que deseas.
Y uno que pensaba que no habría nada peor que esas semanas de adaptación de la guardería y el jardín de infantes, en las que las maestras nos verseaban con que los chicos necesitaban adaptarse, mientras entendíamos que las necesitaban adaptarse eran ellas, después de 45 días de rascarse el hoyo.
Por lo menos cuando uno iba a la escuela tenía bastantes días más de vacaciones de verano. Y habían vacaciones de invierno! Y el esfuerzo durante el año era mínimo...
Renegado, hay que conseguirse un viejito/a con guita y a la mierda. NO LABURAR MÁS.
Saludos y que le sea leve.
Elvis: Ese justamente es mi plan desde que era chico. No entiendo por qué todavía no se ha concretado. Quizás debería empezar a jugar, no se...
Nefertiti: Si alguna vez tuvo esos deseos con respecto a su jefe debe ser porque muy buena persona no es, así que si, que se le haya cumplido el deseo definitivamente es algo bueno.
Ahora bien ¿Deseó eso y ESO fue exactametne lo que le pasó al tipo? ¿No será medio bruja Ud.? ¿Si le mando una foto de mi jefe no me hace un trabajito?
Relato: Bueno, un poco de razón pueden tener las maestras. Algunos niños tienen ciertos problemitas de adaptación. Yo por ejemplo solo fui al jardín de infantes por dos semanas y me tuvieron que retirar debido a que no había forma de que me integrara al resto de los alumnitos.
Samain: Si, pero igual, la escuela era horrible. Yo veo un cuaderno forrado con papel araña o un papel glacé y me descompongo.
Y lo de la viejita con plata no creo que funcione para mi. No parece pero tengo mis límites.
Aunque para ser claros ¿viejita de cuanto estaríamos hablando?
Trabajar es terrible. Si no, no pagarían.
Me alegra leerlo otra vez, maestro.
Un abrazo.
Usted sabe que cada vez que empieza a trabajar de nuevo el camión de Crónica TV se da una vuelta por si acaso ¿no?
Feliz regreso.
Bueno, sí, ya entendí que no es del todo feliz. No hace falta que se ponga así. Y suelte ese candelabro (¿por qué tiene un candelabro en su escritorio?).
Era una fórmula nomás. El protocolo social. No sea tan literal.
Un saludo.
Sir Lothar: Es cierto. Igual no entiendo por que no me pueden pagar por quedarme en mi casa. Si no les costaría nada. Es de mala voluntad nomás.
Sr. Pablo: Si, y no se por que pero con cada año que pasa siento que se va acercando el momento de que consigan la nota que tanto están esperando.
Sr. Bigud: Es que el candelabro le da un toque gótico al escritorio. Además me hace juego con la capa.
smile
como la paso en las vacaciones?
smile
A.R.N.:
Ojet face
¡Uuhhh fantásticamente!
Ojet face
objeto:
rene
mira:
activada
FUEGO
muasssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
usted se lo busco
su mirada no funciona
smile
como le fue en las vacaciones?
smile
14
A.R.N.: Ya va a volver a funcionar. Tiene que volver a funcionar. No vaya a ser que ahora se me empiece a acercar la gente para ponerse a hablar.
Yo vuelvo a la facultad hoy, y francamente tampoco tengo nada de ganas.
Zoquett: Bueno, pero póngale onda ahora a su carrera jovencita y haga lo posible por crearse su propio futuro. Sino después corre el riesgo de terminar estancada en algún trabajo insatisfactorio y pedorro que nada tiene que ver con sus gustos y ahi si que lo va a lamentar.
Se lo digo por experiencia.
Señor Renegado, eso no es nada. También tiene que regresar a sus tareas en MIB.
Sr. Bugman: Ah... eehhhhh... si... bueno... justamente de eso tendríamos que hablar.
pedi aumento rene
No tengo verguenza en confesar que comparto sus sentimientos. Adoro el ocio. Y la vuelta de vacaciones es sin duda el peor castigo. Cada año que pasa es peor. Es peor que la vuelta a clases donde uno podía tener expectativas de reencuentros con algún amigo. En este caso, no deseo ver a nadie. Abrazo
Se puede estar peor, se puede estar peor!!
(yo sí tuve que volver a clases)
Menos mal que volvió.
No hay muchos espacios donde uno pueda aparecerse con la fàccia di cùlo y no desentonar.
Ah, ya sé que no contesta comentarios viejos, pero si el Sr. F comentó ayer... el mío califica, no?
Ok, ok, no me mire así... me va a hacer llorar.
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