VER - GUEN - ZA

No se me ocurre otra palabra mejor para describir la patética parodia de "reportaje" que protagonizaron anoche los impresentables ¿periodistas? Bonelli y Silvestre, frente a su Reina KK (en realidad se me ocurren muchas, pero no me quiero embalar desde el principio).
Lo que se vio fue realmente un espectáculo burdo, tan previsible como lamentable, con una falta de imparcialidad tan evidente que por momentos era sencillamente indignante.
Si no fuera porque después lo hubiera tenido que limpiar y me daba fiaca, hubiera escupido el televisor.
Sucede que, como era de esperarse, dada la proverbial cobardía que siempre ha demostrado la pareja K, sumado al hecho de que la Senadora es mental y absolutamente incapaz de enfrentar un debate o de responder preguntas que no hayan sido previamente acordadas (porque no tiene los patitos en fila y si se pone nerviosa se le pianta el bonete), el reportaje no fue en vivo (como sí lo fue para los otros candidatos), sino que fue grabado previamente en la Quinta de Olivos (porque, claro, a ella hay que ir a verla a la casa. A ver si sale y con la humedad se le arruina el peinado y se le corre el rimel).
Ante estas condiciones, habría que ser extremadamente crédulo (por no decir soberanamente pelotudo) para no darse cuenta de que TODO, absolutamente TODO, estuvo preparado, ensayado y estudiado.
Desde la primera palabra del discurso, hasta el último gesto. Todo fue falso y artificial.
Fue una muy cuidada puesta en escena, tendiente a demostrarle al público televidente (al que ya muy evidentemente consideran tan inteligente como una manada de chimpancés con retraso mental) que la candidata oficial la tiene re clara a la hora de disertar sobre la actualidad política, económica y social argentina, y que no hay tema que ella no maneje a la perfección.
Realmente fue una paparruchada de cuarta.
La candidata cara de chicle Yum-Yum, como es su asquerosa costumbre, se mostró repugnante y soberbia, pronunciando como una cotorra ebria su discurso aprendido de memoria, lleno de cifras, números y porcentajes que en realidad no dicen nada, gesticulando por demás, estirando los silencios para tratar de enfatizar los conceptos, y sobreactuando hasta el mas mínimo ademán con una habilidad que haría que la mismísima Norma Aleandro se pusiera verde de envidia.
Incluso en mas de una ocasión hasta simuló, no sin cierta dificultad para lograr que quedara natural, humanidad y simpatía, esbozando unas risas tan forzadas como desagradables, que le estiraban esos cachetes inflados con botox hasta niveles casi sobrehumanos.
Tiene ya su cara tan retocada, se ha puesto tanta cosa en la trucha, que un día de estos alguien va a intentar atraparla confundiéndola con un Pokemón y se va a armar un quilombo bárbaro.
En lo que respecta a los dos pusilánimes gusanos conductores del programa que se dicen periodistas, fue la otra arista destacable del bochornoso espectáculo.
La evidente actitud de sumisión miserable a la hora de realizar las preguntas, y la notable falta de actitud (por no decir de huevos porque queda ordinario) demostrada en los momentos en los que se imponía una repregunta para profundizar el concepto, o evitar que la entrevistada se hiciera la boluda contestando una gilada y cambiando de tema enseguida, fue una condición característica durante todo el desarrollo de la nota.
Tanto Bonelli, como el hombrecito K (por Koleston) Silvestre, simplemente desempeñaron el triste rol de ser meros actores de reparto, cuya única tarea fue la de darle a la gran actriz principal, los "pies" necesarios para que ella pudiera comenzar a desarrollar con amplitud su tan estudiado discurso.
En ningún momento se la interrumpió para discutirle una respuesta, o para solicitarle mas precisiones.
Solamente se quedaban mirándola, estáticos, con un temor casi reverencial reflejado en sus ojos, y cara de tener el ojete muy muy fruncido.
Casi me atrevería a asegurar que, por momentos, ninguno de los dos se animaba a respirar por miedo a que el sonido del aire atravesando las fosas nasales perturbara la concentración de la oradora y se fuera todo el operativo al carajo.
Cuando alguno de ellos (mas que nada Bonelli, el otro estaba demasiado cagado como para poder hacer algo) osaba pronunciar una palabra antes de que la Plástica Majestad culminara su párrafo, ella mirándolo muy fijo con cara de ojete y haciendo un gesto con la mano exclamaba un enérgico "¿Me permite?", con lo cual el periodista de inmediato se llamaba a silencio, con los ojos llorosos y haciendo pucheros.
Hubo momentos, también, en los que a la Futura Heredera medio se le perdía el hilo del relato, por lo que, de inmediato, afortunadamente, saltaban estos dos caballeros de brillante armadura y bolas ausentes para completarle la frase y desarrollarle el concepto, cosa que ella simplemente tuviera que limitarse a decir a cada rato "Absolutamente", realizando un sutil gesto de afirmación con la cabeza.
Repito, TODO fue prearmado. TODO fue otra gran mentira destinada a captar el voto gil. Pura propaganda. Nada de periodismo.
Nada en toda esa nota, se vio o sintió real y espontáneo.
(En un momento llegué a dudar, incluso, de que Silvestre fuera una persona de verdad y no una simulación hecha con computadora. Ningún ser humano puede mover los ojitos tan rápido tantas veces para mirar no sé que mierda al costado detrás de cámaras).
Sinceramente no entiendo como esos dos tipos todavía pueden mirarse al espejo y seguir diciendo que son "periodistas". Si tuvieran un mínimo de dignidad, deberían pedir perdón y no aparecer nunca mas en televisión.
Pero por si todo esto no hubiera sido suficiente como para probar que en ese canal y en ese programa la imparcialidad brilla por su ausencia, cabe destacar que a los otros candidatos que participaron de la emisión (ellos SI en vivo en el estudio, respondiendo las preguntas como se debe), se les otorgó no mas de veinte o veinticinco minutos a cada uno para exponer sus propuestas y responder a las preguntas (a ellos SI incisivas y tendenciosas) de los conductores; mientras que la nota con Su Alteza Kakal duró algo mas de una hora (y eso que estaba editada).
De paso cañazo, así como quien no quiere la cosa, en el medio, durante un corte comercial, pusieron al aire un spot de campaña del monigote motonauta candidato a Gobernador de la provincia de Buenos Aires, cuya duración fue casi de cinco minutos, mientras que los spots de los otros candidatos que se emitieron no superaron, en ningún caso, los 30 segundos.
En síntesis, fue todo una truchada de proporciones gigantescas.
Anoche, sin dudas, han volado sobres de todos los tamaños, colores y pesos, por esos estudios.
Por si a alguien le quedaban dudas, fue una clara muestra de la clase de gente que nos gobierna, de la que pretende seguir gobernando, y de los valores del periodismo que supuestamente nos mantiene informados, y en base a lo cual la gran mayoría basa sus decisiones.

Así esta el país… Y así nos va a ir si no cambiamos a tiempo.

Por suerte, en unos días vamos a tener la oportunidad de elegir como queremos que siga la historia.

Vamos a tener la oportunidad de decidir si seguimos permitiendo que nos tomen por estúpidos, que nos mientan en nuestras narices, que nos roben, nos ignoren, y nos condenen a un futuro de mediocridad mental y decadencia; o si vamos a poner lo que hay que poner, vamos ponernos de pie y vamos a decirles "¡¡BASTA!!" a esta caterva de hipócritas, ladrones y corruptos.

El domingo vamos a saber si la sociedad argentina realmente ha madurado, si ha sido capaz de crecer lo suficiente durante estos poco mas de veinte años de democracia y hoy es capaz de pensar por si misma, o si seguimos siendo un pueblo de ignorantes bananeros que se traga cualquier verso berreta vendido por los medios.

La decisión va a estar en la mano de cada uno.

El futuro de todos, va a estar en la mano de cada uno.

Seamos responsables. Cuatro años es mucho tiempo...