miércoles, 18 de junio de 2008

Crítica de cine: LAS CRONICAS DE NARNIA: EL PRÍNCIPE CASPIAN

Como ya muchos sabrán (y si no saben los ilumino), estas películas están basadas en una saga de siete libros (que les nombraría si tuviera ganas, pero no; no tengo) escrita por un tal C. S. Lewis allá por 1950, inspirado (y seguramente muerto de la envidia) por la fantástica obra que su gran amigo J. R. R. Tolkien (¿Por qué esta gente no tiene nombre?), terminaba de escribir en aquel entonces y que se conoció mundialmente como “El Señor de los Anillos”.
El primer libro, de nombre tan bonito y pegadizo como lo fue “Las Crónicas de Narnia: el León , la Bruja y el Ropero” (o armario, o placard, depende lo finos que sean para hablar), vió su adaptación a la pantalla grande en el año 2005, dando como resultado una película chata, casi monótona, sustentada casi exclusivamente en la exagerada variedad y riqueza visual de los personajes de ese mundo fantástico, pero sin demasiada sustancia.
Todo esto, además, coronado con los muy pobres desempeños de los cuatro jóvenes actores escogidos para dar vida a los cuatro protagonistas, terminó redondeando un producto que no logró colmar ni por asomo las grandes expectativas que había generado.
La historia narra las aventuras de cuatro hermanos que en la Inglaterra de la Segunda Guerra Mundial terminan viviendo en la mansión de un misterioso profesor, en la cual de casualidad descubren un ropero que resulta ser el portal de entrada a Narnia, un mágico y fabuloso mundo habitado por toda clase de criaturas fantásticas, condenado a un invierno de cien años causado por una malvada Bruja Blanca.
Según una antigua profecía, serán estos cuatro niños, junto con el gran león Aslan, los encargados de romper el hechizo y derrotar al mal, cosa que logran luego de una gran batalla (Supongo que ya todos vieron esta película y no estoy arruinando nada. Si no es así, lo siento, ya es tarde).
Derrotada la tiranía de la Bruja, los hermanos se convierten en los nuevos Reyes y Reinas de Narnia y dan comienzo a un reinado de muchos años de paz y felicidad hasta que en su vejez, mágicamente (y digo mágicamente para no decir que no me acuerdo como pasó) vuelven a Inglaterra y a ser niños otra vez.
“Las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian” es la continuación, cinematográficamente hablando, de aquella historia.
Ha transcurrido solamente un año desde el regreso de los cuatro hermanos. Siguen en Inglaterra, van al colegio, y se esfuerzan por llevar una vida normal, pero sin poder evitar sumirse en las añoranzas del reino de Narnia y deseando fervientemente que llegue el momento en el que se vuelvan a ser llamados.
Mientras tanto, en Narnia ya han pasado 1300 años y todo es un quilombo.
La Edad de Oro terminó, Narnia fue invadida y conquistada por los Telmarinos (son hombres comunes pero nacidos en Telmar, por eso se llaman así), y todos los bicharracos narnianos que quedaron tienen que vivir exiliados y ocultos en el bosque (Al final no se los puede dejar solos 1300 años que te pierden todo esos bichos).
El reino, ante la inesperada y misteriosa muerte del Rey Caspian palito equis, es gobernado con dureza por un consejo de Telmarinos hasta el momento de la asunción del legítimo heredero al trono: el Príncipe Caspian equis que todavía está medio verde.
Sin embargo quien lidera ese consejo es el malvado y ambicioso Miraz, tío del príncipe, quien secretamente aspira a quedarse con el trono, el Reino y las retenciones a la soja, todo para él solo.
Pero su plan no termina ahí sino que, además, le hizo un pibe a la mujer (con mucha puntería porque le salió varón como quería), para asegurarse que cuando a él le llegue la hora de estirar la gamba, la corona le quede al crío y se perpetúe su estirpe en el poder.
Claro que para que todo ello sea posible lo primero que debe hacer es asesinar al balinazo del Príncipe Caspian, por lo que, la noche misma del nacimiento de su retoño, ordena a sus soldados que vayan y lo llenen de plomo (bueno, de flechas … Se entiende ¿No? Quiere decir que lo maten).
Caspian apenas logra escapar gracias a la ayuda de su viejo profesor, un hombre sabio que desobedeciendo las órdenes de Miraz, había estado instruyendo secretamente al joven acerca de la historia y los secretos del Reino de Narnia.
Antes de que huya del Reino, el profesor además le entrega al Príncipe un cuerno supuestamente mágico, el cual deberá usar únicamente en un caso de extrema emergencia. También le da la lista de compras del super, y le dice si por favor no le hace la gauchada de pagarle el celular de pasada en algún Pago Fácil que sino le cortan el servicio.
Caspian huye entonces, perseguido por una cuadrilla de soldados.
Logra perderlos en medio del bosque, pero el muy pascual se choca una rama, se cae del caballo y se queda a pata.
Ahí nomás del agujero de un tronco ve que le salen al encuentro dos enanos muy fuleros medio mal encarados revoleando sus pequeñas espaditas con aires belicosos, pero al ver al joven tan limpio y cuidadito dejan la violencia de lado y le empiezan a guiñar el ojo y a tirarle besos (la soledad en el bosque es terrible).
El príncipe, temiendo seriamente por la virginidad de su retaguardia, considera que eso es una emergencia digna y sopla un poco el cuerno antes de que uno de los enanos lo duerma de un castañazo.
En ese mismo momento, en Inglaterra, los cuatro hermanos que estaban aburridos esperando el subte en la estación, comienzan a sentir que algo les toca el culo y de inmediato reconocen en ese toque el llamado de la magia.
La estación comienza a desaparecer y en un instante se encuentran nuevamente en su querido reino de Narnia.
Retozan felices como cuatro boludos por haber vuelto pero, sin embargo, no pueden evitar notar que algo allí ha cambiado, y mucho.
Los árboles ya no se mueven, su palacio es ahora un montón de ruinas, los animales ya no son inteligentes, y un dólar ya no cuesta un peso.
Luego de una serie de circunstancias, terminan encontrándose con un enano que les cuenta como vino la mano desde que ellos desaparecieron del Reino. Les habla de la invasión, del exilio, de los Telmarinos, de la desaparición de Aslan, de la quema de campos, de la erupción del volcán Chaitén, de los cortes de ruta, y de cómo el gobierno pretende exterminar para siempre a los narnianos.
Es entonces cuando los cuarto jóvenes Reyes entienden que su misión, y por lo que han sido llamados nuevamente, es la de devolver al reino de Narnia la paz, la magia y la felicidad perdidas, y que para ello deberán unir sus fuerzas con el joven príncipe Caspian, encontrar a Aslan y, juntos, liderar al ejército de criaturas en batalla contra los Telmarinos para intentar devolver el trono a su legítimo heredero.
La película si bien no es tan mala como la primera, tampoco es algo descollante.
Se nota en este caso un trasfondo algo mas oscuro, quizás mas maduro, pero en todo momento prevalece esa línea excesivamente fantasiosa e infantil que la acerca mas a un cuento de hadas que a una fantasía heroica.
Si bien no llega a aburrir, por momentos el desarrollo se vuelve algo lento, con situaciones que se notan forzadas y diálogos poco desarrollados.
Las escenas de acción no presentan nada que no se haya visto con anterioridad y, en especial, las de lucha cuerpo a cuerpo con espadas se vieron lentas y faltas de emotividad, con coreografías poco elaboradas y faltas de realismo (convengamos que es una película apta para todo público por lo que no es de esperarse una violencia demasiado explícita).
Como lo mas rescatable de esta producción pueden mencionarse los magníficos escenarios naturales, y el cuidado en la variedad y caracterización de las distintas criaturas mitológicas o fantásticas, que a pesar de ser creaciones digitales, no desentonan en el conjunto.
En cuanto a las actuaciones, bueno, los personajes principales (los cuatro hermanos) vuelven a quedar en manos de los mismos cuatro playmobiles de la primera.
Sinceramente no se como estos chicos llegaron a ser seleccionados para ser protagonistas. No me quiero imaginar lo que habrán sido los que no quedaron del casting. Supongo que serían chimpancés.
Ninguno es un talento, pero especialmente la pibita que hace de Lucy, la menor de las chicas, es horrible. Su cara de pepona tiene una sola expresión, y la usa para todo.
Ellos son William Moseley (Peter), Skandar Keynes (Edmund), Anna Popplewell (Susan) y Georgie Henley (Lucy, la pepona inexpresiva).
Completan el reparto Ben Barnes como Caspian, Sergio Castellitto como Miraz, Peter Dinklage como Trumpkin, Pierfrancesco Favino como Lord Glozelle, y unos cuantos mas que si quieren conocer deberán esperar a los títulos finales porque no tengo mas ganas de nombrar (además no creo que interesen demasiado).
La película fue dirigida por Andrew Adamson que es el mismo que dirigió la primer Narnia y todas las de Shrek, y se ve que es un tipo al que le cabe mucho esto de la cosa digital y muy muy serio no debe ser.

Calificación: 2 Renegados y medio (Regular. Un fallido intento de película épica que no pasa de ser un entretenimiento casi para chicos, con buenos efectos, lindos paisajes, mediocres actuaciones y mucha fantasía).

Recomendaciones: Si a Ud. le gusta la cosa fantasiosa y llena de bichos raros y simpaticones, vaya. De eso se trata y nada mas.
Si Ud. espera encontrarse con algo similar al “Señor de los Anillos” no vaya porque va a salir del cine re caliente.
Si Ud. está muy drogado, vaya. Por ahí le encuentra sentido y le gusta.
Si Ud. está en una estación de subte en Argentina y siente que algo le toca el culo, no se ilusione con el llamado de la magia. Corra, porque lo están por robar y violar.

8 comentarios:

El Profe dijo...

¡Formidable! Como siempre, el libro (los libros) y tus comentarios son mejores que la película..y esta última es bastante buena. Saludos.

Calio dijo...

Por fin! ya le iba a hacer un piquete porque no nos alegraba el día con sus palabras :P

Cuando vi la primera me pareció demasiado "para chicos", entiéndase: cualquiera.
Buenos efectos y nada mas. Además yo fui a ver si era como el señor de los anillos y uffff como los odié!

Me mató con los playmóbiles jajaja tal cual!

besitos y no desaparezca taaanto

Renegado dijo...

Profe: Para mi gusto no hace falta mucho para ser mejor que esta película, pero igual gracias.
Saludos.

Calíope: ¿Como que me iba a hacer un piquete? ¡Golpista! Estaría atentando contra la democracia comentarieril :P
Pero bueno, un poco de razón tiene. Voy a tratar de desaparecer poquito la próxima vez.
Besos.

Zoqueta dijo...

UUUUhhh le diste un re cañazo jajaja. A mi me gustó mucho, desde ya no es ni ahí lo mejor que he vusto pero yo soy como eso que escribís fanática de la cosa medieval, los animalitos locos y los arbolitos...y por supuesto sabrás que la pelicula me brindó todos esos elementos :P.
Sigo disconforme con la actuación de los pendejos, en el libro -al menos en el primero, no leí los otros todavía- el más grande no es tan arrogante como en la película. Y la arquerita echa trompa todo el tiempo, me hace acordar a Keira Kightley, que en algunas películas la perdono pero por lo general sirve para poner cara de gato alzado y nada más.
Pero uno no puede ir al cine a esperar ver algo como el señor de los anillos, esa trilogía fue como la cúspide de la fantasía y si algo le llega a llegar a los pies es demasiado. No es fanatismo incoherente, pero seamos sinceros. En su estilo, la rompió.

Bueno, sigo con mi té y leyendo la porquería esta de filosofía para el último parcial -al fin!- del cuatrimestre.
Saludos muchacho!

Zoqueta dijo...

"Vusto" es visto...esto se llama "noquierosacarmuchoeltecladoestoycómoda" versión 2.0

Renegado dijo...

Zoqueta: Me imaginé que le gustaría por lo de la onda de fantasía medieval mezclado con cuentito de hadas, pero mas allá de eso no me diga que, como película, no deja bastante que desear.
Igual ya fue. Ahora no puedo esperar a que llegue el fin de semana para ver "El Increíble Hulk" :D
Besos.

Mariano dijo...

Se viene la tercera, dicen que situada a fines de los '80, pero esta vez en Camelot. Al parecer narraría (de ahí Las Crónicas de Narra) la caída del Muro de Merlín.

Unknown dijo...

La historia es entretenida, definitivamente es una de las películas que son buenas para pasar la tarde, además creo que la integración del Caspian es un deleite para muchas.