jueves, 16 de octubre de 2008

Crítica de cine: HELLBOY II : EL EJERCITO DORADO

En 1994 y de la pluma de Mike Mignola, surgía en el mundo del cómic Hellboy, un nuevo y extraño personaje que, si bien en los EEUU consiguió un éxito interesante y una buena cantidad de seguidores, en el resto del mundo (y especialmente por estos lados) no consiguió ser del todo conocido o, al menos, no logró una popularidad tan masiva como la de los héroes mas clásicos.
Sin embargo, debido a la originalidad y riqueza de sus protagonistas, sumado a un cierto ambiente gótico en su atmósfera, y a la línea argumental de sus historias siempre relacionadas con el mundo místico y paranormal, ha logrado trascender lo suficiente como para pasar a formar parte de esta nueva ola de personajes de cómic que desembarcan en la pantalla grande.
Así fue como en el año 2004 hace su debut cinematográfico con un primer filme titulado simplemente "Hellboy", el cual, sustentado en la historia principal, brinda una necesaria introducción al extraño mundo del demonio rojo, desde su origen y hasta su posible destino.
Por si alguno no la vió y a fin de que no se quede medio en pelotas con el tema en cuestión (y porque hoy estoy bueno), les hago un breve resumen:
Resulta que durante la Segunda Guerra Mundial, el diabólico hechicero, monje ocultista y vendedor de efedrina Grigori Rasputín, a pedido de los nazis que veían que estaban por perder la guerra, decide convocar a una poderosa y devastadora criatura infernal para que se ponga de su lado, los ayude a vencer a los Aliados y, de paso, ya que estaba, desate el Apocalipsis.
Sin embargo en pleno proceso de convocatoria, llega un escuadrón Aliado y le escupe el asado; le frustran todos los planes y, además, se le quedan con el demonio que ya había llegado, el cual resulta ser, para sorpresa de todos, una pequeña criaturita roja (o sea, era un demoñito bebé), rara, bastante feita, y con una anormal y enorme mano de piedra.
Como nadie sabía bien que cuernos hacer ahora con el bicharraquito ese y ya no lo podían devolver, uno de los integrantes del escuadrón, el profesor Broom, decide quedárselo para adoptarlo y criarlo como a un hijo (era un hombre muy solo el pobre, y además hacía poco se le había muerto el gato).
Así, varios años después, y dedicando su vida al conocimiento de los extraño, místico y paranormal, el profesor Broom funda el U.D.I.P. (Unidad de Defensa e Investigación Paranormal, o algo así), una división gubernamental que funciona en la mas absoluta clandestinidad combatiendo a las fuerzas oscuras que pululan por nuestro mundo.
El agente principal de esta agencia, no es otro que el ya crecido Hellboy quien, a pesar de su oscuro origen, se ha convertido en un extraño héroe que lucha por defender a la humanidad, a la que sueña con pertenecer algún día.
De esta manera, y junto a otros dos agentes igualmente extraños como son el hombre pez (o icthyo sapien) telépata Abraham Sapien ("Abe" para los amigos), y la bella piroquinética Elizabeth "Liz" Sherman, integra una extraña y algo disfuncional "familia" que debe enfrentar las mas extrañas y peligrosas misiones.
Ahora si, ya todos enterados mas o menos de como viene la mano y quien es quien, podemos pasar a esta última entrega que, en mas de un aspecto supera, ampliamente por momentos, a aquella primera presentación.
Claro que uno de esos aspectos no es precisamente la prescindible escena que obra de introducción a la historia que dará lugar luego, a todos los quilombos posteriores.
En ella (un flashback del pasado) se ve a un joven profesor Broom, en vísperas de Nochebuena, narrando la leyenda del Ejército Dorado a un espantoso, ridículo, berreta, y mal realizado Hellboy niño (vendría a ser un Hellboy boy) que no se quería ir a dormir porque pretendía ver bajar a Papá Noel por la chimenea … de una salamandra (el pequeño demonio además de horrendo era bastante pelotudo también).
Esta leyenda hablaba de una interminable guerra de la antigüedad desatada entre los hombres y las criaturas elementales por el dominio del planeta.
Dado que dicha contienda parecía no tener fin y ansioso por obtener el triunfo, el Rey Elfo decide aceptar la oferta de un duende, gnomo, o uno de esos bichos medio raros, que le ofreció crearle un gigantesco ejército que le garantizaría la victoria.
Un ejército formado por indestructibles máquinas animadas por poderes místicos y que solo podrán ser controladas por aquel que use la corona mágica creada para tal fin.
Así, una vez que tuvo bajo su mando semejante poderío, el Rey Elfo retomó la batalla sacando pecho y al grito de "¡¡Vengan ahora humanos putos!!".
Sin embargo, al poco tiempo, comienza a darse cuenta de que su incontenible ejército se torna ya demasiado sanguinario e inmisericorde con sus enemigos y que no deja títere con cabeza, por lo que le empieza a agarrar algo así como un cargo de conciencia.
Arrepentido entonces por su ambición, preocupado por lo juicios por daños que se puede llegar a comer, y luego de pensar "¡La pucha, que cagada me mandé! ¡Me re fui de mambo loco!" el Rey decide detener la matanza y proponer una tregua a los humanos sobrevivientes para, de este modo, poner fin a la guerra de una buena vez.
A partir de allí los humanos vivirían en la tierra, los elementales se limitarían a habitar en los bosques (un negociador bárbaro el Rey) y todos iniciarían una era de convivencia pacífica, serían felices y comerían perdices.
Como prueba de su palabra, el Rey rompe la corona que controla al Ejército Dorado en tres partes y le entrega una a los humanos, de manera que el ejército permanecerá dormido y no volverá a ser utilizado mientras la corona no vuelva a ser reunida.
Este gesto no le cayó nada bien a su hijo, el príncipe elfo Nuada, un ambicioso guerrero medio mal llevado, que no veía ningún motivo para renunciar a la victoria total sobre la raza humana que tan profundamente despreciaba, por lo que luego de gritarle re caliente "¡¡Viejo cagón y vendepatria!!" a su padre, decide exiliarse y permanecer oculto en las sombras aguardando el momento de retomar la batalla por el dominio absoluto del planeta.
Lo curioso de esta leyenda, es que resulta que no era un cuento, sino que todo era cierto y hoy, luego de milenios de espera contemplando el desastre que los humanos estaban haciendo con el mundo, Nuada, el príncipe Elfo calentón, decide que ya es momento de regresar para romper la tregua y reclamar a la humanidad lo que por derecho cree que le pertenece.
Para ello, comenzará una incansable y violenta búsqueda de las tres partes de la corona con el propósito de reunirlas y despertar al poderoso Ejército Dorado que, una vez bajo su mando, le permitirá, por fin, terminar la batalla que les dará a los Elementales el dominio absoluto del planeta.
Por supuesto el único capaz de evitar que esto ocurra será el impetuoso demonio rojo Hellboy, quien junto a sus compañeros Abe y Liz, y ahora bajo las órdenes del extraño agente Johann Krauss, deberá internarse en las extravagantes profundidades del mundo para combatir a las mas inverosímiles criaturas y, a su vez, continuar lidiando con sus propios conflictos internos ya que, en esta oportunidad, su naturaleza está mas cercana a la de sus enemigos, que a la de esta humanidad a la que debe proteger.
En líneas generales la película resulta en un despliegue vibrante de imaginación, con una realización desde lo visual realmente impresionante.
El cuidado y detalle en la creación de las distintas criaturas que van sucediéndose a lo largo de la trama (especialmente en el paseo por el Mercado de Trolls), junto con el vestuario y el maquillaje de algunos protagonistas, dan como resultado un producto verdaderamente espectacular, que se sustenta, además, en una historia interesante, desarrollada de una manera entretenida, con escenas de acción muy bien logradas, algunos momentos de humor que no desentonan, algo de drama y, por sobre todo, mucha, pero mucha fantasía.
A todo esto hay que agregar, además, los excelentes escenarios que, junto con una adecuada banda sonora, logran crear ambientes que van desde lo colorido a lo tenebroso con asombrosa facilidad, redondeando una puesta en escena mas que interesante.
En cuanto a las actuaciones nuevamente encontramos a Ron Perlman en el papel de Hellboy, logrando explotar, esta vez, muchos mas aspectos de la personalidad del personaje en un trabajo realmente sobresaliente.
Lo acompañan nuevamente Selma Blair como Liz Sherman, Doug Jones en los roles de Abe Sapien y el Angel de la Muerte, y Jeffrey Tambor como Tom Manning.
Junto a ellos se incorporan Luke Goss como el príncipe Nuada, Anna Walton como la pricesa Nuala, John Alexander como Johann Krauss y el duende Bethmora, y un montón mas haciendo de toda clase de bicharracos que no pienso ponerme a nombrar.
La película fue fantásticamente dirigida por Guillermo del Toro quien saltó a fama por su obra fantástica "El laberinto del Fauno" y que por la imaginación que tiene para crear mundos y criaturas de la nada debe fumar de la buena, pero mientras siga haciendo películas así no importa.

Calificación: 3 Renegados y medio (Una aventura fantástica, visualmente impecable y con una gran realización, que nos lleva a recorrer un mundo tan oscuro como interesante, siguiendo a un héroe atípico pero increíblemente carismático. Una propuesta mas que recomendable).

Recomendaciones (en serio): Si puede véala en idioma original y subtitulada. No haga como yo que la tuve que ver con un espantoso doblaje al castellano que en mas de un momento arruina el ambiente de ciertas escenas y le quita nivel a la película.

Mensaje personal para las salas de Quilmes de las cadenas Showcase y Hoyts: ¡¡¡Váyanse a la reputísima madre que los recontra mil parió y métanse sus amadas películas en sus versiones dobladas al castellano en el centro de sus respectivos ojetes hijos de un transatlántico cargado de putas y la reputa que los parió!!! ¡¡¡Me tienen podrido!!! ¡¡¡Un día de estos se me salta la cadena y les prendo fuego todo!!!.

5 comentarios:

Zoqueta dijo...

Ohh tengo que ver la primera urgente!! Esta semana mismito me la alquilo asi voy a ver la segunda.
Si, me colgué...soy un fiasco.



Me uno a tu mensaje de odio hacia esas salas de Quilmes. Me pudre que no te avisen que la película es traducida, realmente me rompe soberanamente las pelotas.

Renegado dijo...

Zoqueta: Si, en las salas de Quilmes son unos chotos. A veces avisan, a veces no.
Con esta película, sabía que en al Showcase (que es al que suelo ir porque me queda mas cerca) la daban doblada, por lo cual me tomé un remis y me fui hasta el Hoyts que me queda a la loma del orto solo para enterarme, en la ventanilla, que también ahi era doblada.
Y eso que me tomé la molestia de llamar antes al 0-800 para averiguar y todo, pero claro, ahí tampoco te lo aclaraban.
Son unos garcas. Después se quejan de que la gente no va al cine.
Besos.

MC dijo...

Amén. Los doblajes son lo peor que le pudo haber pasado a la Humanidad. Son un asco...!!!

Saludos!!

Unknown dijo...

ooooppppppssss como que se enojo un pokitin no?

Unknown dijo...

La contás muy bien.
A pesar de las críticas "serias", me gustó mucho la primera y por supuesto esta segunda parte del Hellboy.
Me pareció que los elementales un poco de razón tienen dado el estado del planeta, pero no es para andar matando a todo bípedo que ande por ahí.