viernes, 25 de septiembre de 2009

El regreso de la sección mas inestable del mundo

El otro día estábamos con mi mujer dando uno de nuestros habituales paseos (dicho así suena como si fuéramos gente muy viajada, pero en realidad estábamos caminando por la peatonal como todos los sábados a la tarde) cuando al pasar por una librería, ella ve un librito sobre el cultivo y cuidados de las orquídeas.
Teniendo en cuenta que en casa tenemos tres, y una de ellas está aferrándose a la vida con gran determinación a pesar de casi haber sentido la caricia de la muerte en mas de una ocasión, y las otras dos parecen de plástico porque no van ni para atrás ni para adelante, le pareció una buena idea instruirse en el tema de la crianza de estos simpáticos reptiles por lo que, con gran entusiasmo y determinación, ingresó al local dispuesta a adquirir los conocimientos necesarios, sin detenerse a pensar en el costo monetario de los mismos (mas que nada porque por el tamaño del libro se imaginó que mucho no debería salir).
Así, mientras ella le hacía buscar y sacar al pobre vendedor todos los libros sobre orquídeas que tenía en stock, yo andaba por ahí mirando y viendo si podía llevarme algo también.
En un momento estaba distraído en uno de los mostradores cuando del otro lado del mismo se acerca un señor que dice “Si ¿Estaba buscando algo?”.
Yo levantando la vista sin prestar demasiada atención, lo miro y, completamente convencido de que me estaba mirando a mi, le digo “No, no gracias. Estoy mirando nomás” acompañando esta frase con un gestito con la mano y todo.
Es en ese preciso instante cuando noto que el señor gira ligeramente su cabeza hacia donde estaba yo como recién dándose cuenta de mi presencia mientras, a mi lado, una señora, luego de mirarme con cara de “El señor me habla a mi”, le responde que andaba buscando no se que libro.
Yo miro a la señora, lo vuelvo a mirar al tipo, y ahí me doy cuenta de que el pobre señor con su ojo derecho parecía mirarme a mi, pero con el izquierdo, efectivamente, estaba mirando a la señora.

En ese momento no supe si disculparme por la confusión (que después de todo no era tan culpa mía sino del tipo por ser tan bizcocho y por ahí si decía "Uy perdón, pensé que me hablabas a mi porque tu ojo me estaba mirando" el muchacho se sentía mal), empezar a reírme a carcajadas, o pegar un grito, desparramar todo lo que tuviera a mano y salir corriendo, así que simplemente opté por hacer lo que hago siempre en estas ocasiones: hacerme el boludo y alejarme en silencio ligeramente avergonzado.

Por suerte mi mujer ya había conseguido su libro y pude abandonar el lugar rápidamente.

Dicho sea de paso, el libro (librito porque es bastante chico) le salió como cuarenta y cinco pesos y casi la pierdo del disgusto que se agarró (porque ella es capaz de gastarse trescientos pesos en un par de zapatos horribles, pero cuando se trata de libros todos son carísimos y se queda indignada durante horas).

"¿Y a que viene este relato tan poco interesante? ¿Es que nos quiere matar del aburrimiento?" me preguntarán ustedes ahora.
"Por supuesto que no" les diré yo "Si los quisiera matar los iría a buscar y les pegaría un tiro. Miren si voy a esperar a que se mueran de aburridos. Yo no tengo tanta paciencia".

No. Este simpático relato introductorio no tiene mas razón de ser que la de darme el pie para dejarles la pregunta de rigor de la semana (porque de eso se trata. Se supone que esto sería una sección, aunque quizás ya no lo recuerden) que es:

¿Qué situación recuerdan que les haya ocurrido de esas que uno queda re mal parado, sintiendo vergüenza y deseando que en los próximos segundos suceda algo mucho mas grave en otro lado cosa de que se desvíe la atención de ustedes cuanto antes? ¿Eh?



Y si, a pesar de tener mucho trabajo hoy también escribo.

Es que me declaré en rebeldía, que tanto.

Buen fin de semana.

8 comentarios:

La Ruiva dijo...

En todas las situacio.......
este, no, perdón, una en particular, era yo adolescente (no hace mucho, obvio) y estábamos en el patio del colegio en el recreo. Yo estaba comprando en el kiosquito y en eso mi amiga me grita "veni, que desde acá se ve la ventana del aula de Chango y esta en la ventana ahora!" (Chango era el pibe que me gustaba). Entonces yo corro a toda velocidad hacia la parte no techada del patio, en donde estaban mis amigas y en medio de la carrera caigo redonda al suelo, en medio del patio, del recreo, de todos, ruedo un par de veces y quedo asi, inmóvil en el suelo. Me vió Chango, mis amigas, y todo el colegio.
Ahi me hubiera gustado que cayera una bomba en el edificio de al lado, ves.

Yoni Bigud dijo...

Mire, yo habría discutido un poco en su lugar. ¿Quién dijo que el ojo derecho prevalece sobre el izquierdo? A lo sumo es un empate técnico que debe ser aclarado por el cerebro del mencionado bizcocho.
Usted no tiene ninguna responsabilidad, no como yo cuando insisto en que una gorda que parece embarazada se siente en el subte. No, no dije solo que ofrezco el asiento. Insisto y discuto hasta que me gano una puteada.

Bueno, solo lo hice una vez, pero me tuve que bajar y tomarme el siguiente tren.

Un saludo.

LeO dijo...

Una vez salíamos de la casa de una pareja amiga. Eramos 4: mi novia, una amiga de ella y un amigo de la pareja al que no conocíamos.

Tuvimos que golpear la ventana del guardia de seguridad, porque estaba durmiendo la mona y desde entonces hasta que nos abrió dijo "Disculpe, eh" y yo dije "No, al contrario".

Mi miraron TODOS.
TODOS.
Con cara de "estas loquísimo".

A la salida, me explicaron que el que había pedido disculpas era el pibe que bajaba con nosotros...
Y yo le pedí disculpas a él, al parecer.

La Ruiva dijo...

Yoni, que feo eso, a mi ya me lo hicieron, y la verdad, me hice la boluda y dije "ay, gracias, amable caballero" y me senté.
No estamos como para desperdiciar asientos, estamos en crisis (?)

Bugman dijo...

Yo una vez iba en el asiento de atrás de un auto donde viajaba mi padre con unos señores muy pero muy importantes. En eso se me mete un mosquito en la boca (de verdad, en serio) y yo intento escupirlo por la ventanilla. Y no me avivé de que estaba cerrada. Mientras el mosquito discurría por el vidrio medio aturdido, medio ahogado en un mini océano de saliva que se alargaba y caía como una lágrima, mi progenitor me lanzó una de esas miradas que harían que un diamante se separara en dos voluntariamente.

Insegna dijo...

Son tantas pero tantas las situaciones que no puedo elegir una como dios manda para esta ocasión.

Sin embargo me extraña dos post dos días seguidos...

Bienvenido.

Un consejo:

Comprese lo siguiente:

Una Minifalda
La peluca de Zulma Lobato (http://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-60779778-peluca-de-zulma-lobato-dsd-1-se-entrega-en-vivo-cronica-tv-_JM)
Un buen par de globos y a bailarle en la pierna al jefe.
Si no funciona pongase a cantar "Hasta la Gerencia y el maipo no paro, no paro no paro, Hasta la Gerencia y el maipo no paro, no paro, no paro por que es mi lugar"

Viejex dijo...

Yo nunca voy a olvidar el dia en que al padre de mi primera novia, a quien habia conocido recientemente, le hice el típico golpeteo a lo Benny Hill en la pelada...no pude resistirlo.

Juro que fue verdad.

Combativa dijo...

Hola que tal. Situaciones no se me ocurren, a las 22hs se apaga la neurona, pero quería decir que en tu lugar hubiese salvado el momento con un "jajaja -forzadasalarisaperoquelevamosahacer- siempre creyendome el ombligo del mundo, perdón".. y fue..igual. si me acuerdo de alguna situación, que las tengo, y varias, paso. O capaz no. En fin, saludos!