Una de las primeras cosas que pensé cuando terminé de ver esta película, fue que se me iba a complicar bastante hacer la crítica ya que, contrariamente a todo lo que esperaba, me encontré con un argumento bastante básico, con vueltas poco explotadas y tan pobremente resuelto que sentí que acababa de ver el capítulo presentación de una serie para televisión en lugar de una película de cine.
Según lo que averigüé por ahí (porque tampoco es que sé tooodo de memoria aunque cueste creerlo), la película está basada en una novela que un tal Steven Gould publicó allá por el año 1992. De haberla leído podría ahora explayarme en argumentaciones acerca de si se le hizo justicia, si se respetó la trama, si el director mantuvo la esencia de la obra y un montón de cosas mas que me harían quedar como todo un entendido en la materia, pero no; no la leí, así que no tengo ni la mas pálida idea de si se le hizo justicia o no y todo lo demás. Que se le va a hacer. Todo no se puede.
Si quieren vayan y compren la novela ustedes.
En realidad casi sería algo recomendable de hacer si es que se quiere encontrar explicaciones o fundamentos de las cosas que pasan, porque si esperan encontrarlas durante la película se van a quedar con las manos vacías (por no decir en pelotas que queda feo).
Pero bueno, vayamos a lo que importa.
La historia comienza enfocada en los años adolescentes del protagonista, un típico joven loser y medio papanatas de nombre David Rice (Acá se llamaría David Arroz), único hijo de una familia disfuncional de madre ausente (se fue cuando el pibe era chiquito) y padre medio borracho y mal llevado. 
Como todo joven loser y papanatas, David está bastante caliente con una pibita llamada Millie la que, obviamente, lo ve simplemente como un amigo (con lo cual, como todos sabemos, las posibilidades del muchacho de mojar la vainilla se ven reducidas casi hasta el infinito, salvo que en algún momento la chica se encuentre emocionalmente vulnerable y el gil aproveche la situación como Dios manda, pero bueno, no es el caso).
La cuestión es que el perejil este, sabiendo que la mina soñaba con conocer el mundo entero (aunque no creo que el tero hubiera aguantado semejante viaje … jaaaajajajejejejejojojo soy un loco lindo … aahhhh que tipo mas cómico … en fin … ) un día va y, re jugado, le regala una de esas inútiles bolas de vidrio con edificios clásicos en miniatura adentro, que uno las sacude y parece que tuvieran nieve.
La pendeja se hace la emocionada (aunque seguramente pensaba que era un muerto de hambre) y mientras le dice que que linda, que no te hubieras molestado y todas esa cosas que se dicen de compromiso cuando uno recibe un regalo que no le gusta ni medio, llega el clásico e infaltable bravucón del colegio y se la quita.
El tipo este empieza a gastar al nabo de David con frases como "¡Eehhheehh gato! Mirá lo que regala’ pancho" o "¡Uh la bolita mirá la bolita! ¡¡Que regalo de puto loco!!" y también "¡¡Che Milli si te gustan las bolas yo acá tengo dos para vo’!!" y cosas por el estilo.
La mina, sabiendo que el bobo de David no servía ni para espiar y mucho menos para recuperar algo de las manos del tipo ese, se calienta y a los gritos le exige al chabón que le devuelva su bola. El pibe le dice "¡¡ Bueeeeeeno, acá tené tu bola gila!!" agarrándose la entrepierna al tiempo que arroja el inservible adornito al medio de un lago congelado (porque todo transcurre en invierno, no se si lo aclaré).
Al ver esto, David, que hasta ese momento no había dado señales de tener sangre en sus venas, re ofendido y poniendo trompita encara derechito para el lago con la intención de recuperar la bendita bola para su amada, con tan mala suerte que al pelotudo se le rompe el hielo y se cae al agua.
Arrastrado por la corriente, sin poder salir y a punto de morir ahogado o congelado (lo que ocurriera primero), de repente y merced a un extraño fenómeno (algo asi como un "Ffffuiiiiissssshhhhhhhhhh") David aparece instantáneamente, junto con unos cuantos litros de agua, en la biblioteca municipal.
"¡¡A la perinola!!" dice el chico "¿Qué carajo pasó? ¿Me habré ahogado? ¿Esto es el cielo? Parece una biblioteca" (Es que era boludo en serio pobre).
En ese momento, luego del shock inicial, se percata de que algo extraño sucede con él (era un observador bárbaro el pibe). Algo que aún no llega a comprender.
Una vez en su casa, y luego de un par de saltos accidentales (en uno estornudó y apareció en Estambul, y en otro se tiro un pedo y apareció en Alaska), comienza a intentar dominar esta recién descubierta habilidad, la cual le permitía teletranspotarse instantáneamente de un sitio a otro con solo desearlo, sin pagar peaje ni pasar por la Aduana. 
De esta manera se convierte en un "Jumper" o sea en un uniforme sexy de escuela secundaria que usan las quinceañeras y que queda espectacular … Ah no … Perdón … Ese es otro jumper …. Este jumper es un "saltador", es decir un tipo que "salta" de un sitio a otro a través de grietas en el espacio-tiempo.
A partir de ese maravilloso descubrimiento, además, David se aviva un poco y como primera medida decide usar su poder para ayudar a un pobre: al pobre de él, porque empieza a entrar en los Bancos para robar bóvedas y cajas fuertes y se llena de guita.
Desde aquel día pasaron los años (viste como es el cine) y, en la actualidad, el ahora mas maduro David vive una vida absolutamente independiente, sin un hogar fijo, sin laburar, feliz como un queso y recorriendo el mundo en el transcurso de horas gracias al completo dominio que ya posee de su poder.
Sin embargo, no todo es tan fácil.
Como nunca dejó de ser medio boludo, le agarra la nostalgia y vuelve a su ciudad natal a ver que onda con su vieja amiga Millie, la cual ya creció y se puso mas buena que salir de vacaciones con mucha plata.
Para hacerse el galán (y por supuesto para ver si ahora, por fin, le podía sacudir las cascarrias), y ya que es rico con plata de otros, la invita a conocer Roma, a lo cual la muchacha accede de inmediato ya que, como toda mujer, no puede resistirse a una billetera abultada.
En el medio de tan romántica estadía, David descubre que no es el único "jumper" del mundo al conocer a Griffin; un inglesito canchero y mucho mas piola que él que, además, tiene mucha mas experiencia y maneja su poder de forma mucho mas eficiente.
Este pibe le explica, entre otras cosas, que los "Jumpers" son muchos alrededor del mundo y que tenga cuidado porque son perseguidos por una especie de agentes medio fanáticos que se hacen llamar los "Paladines", lo cuales los cazan y los hacen boleta, a ellos, a sus familias, novias, esposas, amantes, mascotas, plantas, amigos y conocidos.
En ese momento David se desayuna que gracias a que anduvo dele saltar por todos lados sin cuidado, se había vuelto blanco de los Paladines y había puesto en riesgo a su familia pero, sobre todo, a su querida Millie, por lo que debe emprender una carrera contra el tiempo de una punta a la otra del mundo para intentar salvarlos y de paso evitar que lo liquiden a él. 
La película en si, puede llegar a resultar entretenida si no se espera demasiado de ella.
La trama es lineal, sin demasiadas complejidades, y los giros que se intentaron no fueron explotados de manera que pudieran llegar a sorprender ni a complicar al espectador.
El ritmo es mas bien lento, con excepción de algunos tramos y la última media hora en la que todo parece desenvolverse de golpe, como si al Director se le hubiera hecho tarde o tuviera otra cosa que hacer y hubiera terminado todo a las apuradas.
En cuanto a los efectos especiales, si bien son el elemento clave para el desarrollo de la cinta y se muestran sin fallas, no aportan ninguna novedad ya que el "efecto salto" ya se ha visto anteriormente en otras películas (por ejemplo, en el personaje de "Nigthcrawler" en la película "X-Men 2").
Algo que podría rescatarse como punto a favor de esta producción son las tomas en algunos escenarios realmente magníficos, como Egipto o el Coliseo, y el hecho de que se haya podido filmar allí sin recurrir a escenarios artificiales o pantalla verde.
Con respecto a las actuaciones tenemos al todavía inexpresivo Hayden Christensen en el papel de David. Por si no recuerdan quien es, es el momia que hizo de Anakin Skywalker en las últimas "Star Wars", ese que parecía haber tomado clases de actuación con Karina Jelinek. Bueno, es ese, y no mejoró demasiado. Sigue tan de madera como siempre.
Lo acompañan el gran Samuel L. Jackson en el rol del paladín Roland (en mi opinión un desperdicio de papel para semejante actor); Jamie Bell como Griffin, Rachel Bilson (linda morocha conocida por su participación en la serie "The O.C.") como Millie y Diane Lane como Mary Rice.
La película fue dirigida por Doug Liman quien cuenta en su haber con producciones tales como "Sr. y Sra. Smith" y "Bourne Ultimatum", y que con este último trabajo terminó de bajar el promedio y para la próxima se va a tener que esmerar un poco mas.
Calificación: 2 Renegados y medio (Un poco mejor que regular. Un actor poco carismático llevando adelante una trama simple, directa, sin explicaciones, con momentos de casi acción, efectos especiales llamativos, algunos buenos escenarios y no mucho mas.
Recomendable solo si no hay otra cosa.)
Recomendaciones: Si Ud. es amante de la ciencia ficción y la acción vertiginosa no se gaste. Acá se va a aburrir.
Si Ud. se conforma con poco y es feliz así, vaya. Total, la entrada la paga Ud..
Si Ud. espera enterarse de por qué hay tipos que pueden teletransportarse, y por qué hay otros que los cazan, vaya… pero a comprar el libro, porque la película no dice nada.
Si Ud., como yo, está podrido de viajar horas en colectivo y de laburar como negro para tener unos míseros pesos, vaya, y muérase de envidia del protagonista.
Descargo: Si Ud. es la señorita imbécil a la que hice callar porque estaba hablando por celular sentada detrás mío cuando ya habia comenzado la película y todavía me está puteando, que te recontra piba y la próxima vez andá a hablar afuera o te hago una rectoscopía con ese celular de mierda. Estás advertida.