Nos fuimos ¿Te fuiste?

El sábado fui al supermercado.
"¿Y a mi que carajo me importa?" estarán pensando ustedes dos segundos antes de dirigir el puntero de su mouse hacia la crucecita para cerrar la ventana y huir despavoridos de lo que asumen será una historia larga y aburrida.
Bueno. Puede que hagan bien. Chau. Que les vaya bien. Ojo al cruzar la calle.
Para los valientes que no tienen nada mejor que hacer y se quedaron para ver que pelotudez voy a contar, les anticipo que esto es larrrrgo y no sé que tan entretenido, así que después no vale quejarse. (Aparentemente no me fue suficiente que después de la primer frase se haya ido la mitad de los pocos que entraron, que ahora digo esto. Hoy estoy en un día de autosabotaje).
Supongo que luego de leer esto, algunos más, en este mismo momento, se están yendo mientras me insultan mentalmente.
Bien. Les deseo buen viaje y que les recontra.
Si a esta altura aún queda alguien con el suficiente tiempo al pedo como para seguir leyendo esto, significa que debería conseguirse algo para hacer de manera urgente.
Bien, yendo al tema en cuestión, en primer lugar quiero decir que, hoy por hoy, detesto ir al supermercado.
Hubo una época, cuando se podía, en la hasta he llegado a disfrutarlo, ya que podía comprarme de todo, tanto cosas útiles como cosas solo para darme el gusto, sin demasiadas restricciones ni planeamientos previos. Mes tras mes, con la misma plata, podía realizar una regia compra bien completa (y por bien completa entiéndase llena de boludeces innecesarias), que me duraba holgadamente hasta la próxima compra.
Ir al supermercado era divertido y satisfactorio. Era.
Hoy ya no es así. Todo aquello ya no se puede hacer. Hoy todo tiene que ser pensado, evaluado, y seleccionado, en función de su utilidad y rendimiento, ya que mes a mes se puede comprar menos cada vez (si, tambien soy poeta).
Esto ocasiona que el carrito apenas si se llene tristemente hasta la mitad, y que de eso, la mitad sea papel higiénico.
Lo mas lindo es que después le quieren hacer creer a la gilada que la inflación está super controlada. ¡¡Pero por favor!! ¡Hay que ser caradura y mentiroso eh!.
Pero, bueno, ese no es el asunto en cuestión.
El tema es que yo suelo, mejor dicho solía, realizar esa clásica "compra del mes" en un super que no voy a nombrar (ya saben que yo no hago publicidades gratuitas) y que llamré Nolte, no porque sea un concheto adinerado, sino por un tema de higiene, comodidad (me queda cerca y me llevan las cosas hasta mi casa), variedad de productos y tipo de clientela (Homo Sapiens). No por los precios, ya que cuando llegas a la caja te conviene ir poniéndote vaselina solito porque te rompen el upite sin miramientos, pero bueno, a veces hay que hacer sacrificios en haras de la calidad.
Bueno. La cosa es que de golpe, y sin consultarme nada, ese supermercado SE FUE, cerró, che fé, no tá mas, y en su lugar quedó uno de esos de "El precio mas bajo … Siempre" (al que llamaré Carretour), a los cuales yo había decido no volver nunca jamás, justamente por un tema serio de falta de higiene, poca comodidad, escasa variedad de productos y tipo de clientela (Homo Erectus, Neanderthal, Cromagnon y directamente simios recién bajados de la rama).
O sea, como consumidor, bajé unos cuantos escalones en la escala evolutiva de golpe, sin haber hecho nada y sin merecerlo. Y esto dicho con todo respeto por los que compran en Carretour, pero es así.
En estos lugares, no solo el sector de carnicerías siempre huele a podrido y los productos son de dudosa calidad y muchas veces están vencidos, sino que además hay gente (por llamarlos de alguna manera) que va ahí a comer. Si, a COMER. Y no en el patio de comidas, como lo haría una persona medianamente civilizada. Comen de las góndolas. O sea, roban y se lo llevan puesto.
Mas de una vez he visto envases de todo tipo abiertos, cosas mordidas, paquetes empezados, botellas y latas vacías y demás asquerosas pruebas del delito.
Tal es así que una vez (que fue la última vez que pisé uno de estos locales), pude ver como una señora boliviana (esto es a título descriptivo solamente), rodeada por sus nueve o diez hijos bolivianitos (aunque no sé exactamente cuantos eran ya que como son todos iguales puede que me haya salteado alguno o contado alguno dos veces), muy cómodamente ubicada en la góndola de los lácteos, agarraba los vasos de yogurt, les hacía un agujero en la tapa con su dedo pulgar (boliviano también), y los repartía de a uno entre su crías, quienes los consumían ahí mismo, para luego dejar los envases semi vacíos nuevamente en la góndola.
Lo hacía con una naturalidad tal, que no pude menos que sospechar que lo mismo haría con las galletitas, las golosinas, tal vez los fiambres y con todo aquello que tuviera al alcance de sus bolivianas manos.
Por eso, porque no tenía ganas de andar revisando que cada porquería que necesitaba comprar no estuviera mordida, masticada, lamida o chupada anteriormente, es que decidí gastar un poco mas de plata, pero ganar en la tranquilidad de saber que lo que compro está limpio y que voy a ser el primero en consumirlo.
Bien. Supongo que ahora ya no va ser mas así.
Todo vuelve. Uno propone y los empresarios disponen, y si te gusta bien y sino cagate. Típico de este país de juguete.
Mas allá de todo esto, que me molestó bastante, eso no fue lo peor de la experiencia del día de compras.
Sucede que los nuevos propietarios se quedaron con, estimo, la mitad del personal que pertenecía a Nolte, pero a su vez, tomaron gente nueva, aparentemente sin el mas básico criterio de selección.
Entre esta gente nueva, están las nuevas chicas de caja, a las cuales largaron al ruedo sin la mas mínima capacitación previa, durante las dos primeras semanas del mes, o sea, cuando todo el mundo va a hacer las compras y el super está lleno.
Primera negrada de la nueva gerencia.
Las pobres pibas tenían menos luces que el Parque Pereyra y tardaban más en preguntar que boton debían apretar, que carajo tenían que hacer y como demonios se abrían las cajas, que en cargar todos los productos en las miserables bolsitas de plástico esas que te dan.
Para hacer la compra tardamos mas o menos 45 minutos, (a pesar de que TODO había sido cambiado de lugar), pero en la cola de la caja tardamos fácilmente una hora y media.

La situación fue mas o menos así:

Cajera nueva (sonriendo): Buenas tardes.
Mi esposa (sin sonreír): Hola.
Yo (con cara de nada como siempre): Hola.
Mi esposa (alcanzándole la tarjeta para envío a domicilio): Servite.
Cajera nueva: (mirándola como si le estuvieran mostrando la foto de un marciano desnudo haciendo poses sexies): ¿Qué es esto?
Yo (mientras voy colocando los productos en la cinta transportadora): La tarjeta para envío ¿sirve todavía no?
Cajera nueva: Ay no sé, a ver esperá … MARIOOOOOOOOOO!
Mi esposa: Oh no!!
Yo (sin dejar de colocar productos en la cinta): Uffff (si, es que me canso fácil).
Cajera nueva (cogoteando): MARIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!

Se acerca Mario, que es uno de los sobrevivientes de Nolte, y aparentemente ahora es el encargado de adiestrar a las nuevas esclavas.

Mario: Buenas tardes.
Mi esposa: Hola.
Yo (exausto): Hola.
Cajera nueva: Mirá, me dieron esta tarjeta, que … porque …. Pero no se si ….
Mario (canchereando): Si, es para envío. La tenes que pasar por acá, después apretas acá y ahí sale el domicilio ¿ves?. Igual dentro de poco las cambian.
Mi esposa: ¿Qué? ¿No van a servir mas?
Mario: No sé. Igual guardala por las dudas.
Cajera nueva: Aaahh .. ahí está. Listo.
Mario: ¿Listo? Bueno … (se va)
Cajera nueva (sonriendo tímidamente): Disculpen. Es que soy nueva.
Mi esposa y yo a coro (muy comprensivos): Nooo, está bien ….

La chica empieza a pasar las cosas por el scanner.

Scanner: Tuuut …. Tuuuut …. Tuuut …. Tuuut ….

Obviamente, como no podía ser de otra manera, el scanner no lee el código de uno de los productos.

Cajera nueva (pasando el producto 25 veces de todas las formas posibles): No anda … A ver …. MARIOOOOOOOOOOOOOO!! …
Mi esposa (revoleando los ojos): Bue …
Yo (apoyado en el changuito debido al cansancio extremo): Ay dio …
Mario: ¿Qué pasa?
Cajera nueva: Mirá … Paso por acá y no …. Porque … ¿ves? … No anda …
Mario: Esto es cuando el código de barras no se puede leer. Tenés que cargar el numerito este de acá abajo a mano.
Cajera nueva: Aaahhhhh…. Ta bien … listo, listo …
Mario: ¿Listo? Bueno … (se va).
Cajera nueva (digitando el número muuuuuy lentamente): Disculpen… Es que soy nueva….
Mi esposa y yo a coro (un poco menos comprensivos): Bueno … no hay problema…
Scanner: Tuuut ….. Tuuuut …. Tuuut ….. Tuut ….
Cajera nueva (tocando un boton del teclado supuestamente para ingresar dos productos iguales): Ay!! … no, este no …
Scanner: …………………………………………..
Cajera nueva (pasando el producto 40 veces de distintas formas): ¿Qué pasó? No anda esto …. Ay …
Mi esposa (mirándola con ojos asesinos): ¿Qué? ¿Se rompió?
Yo (al borde de la lipotimia): ¡No me digas que voy a tener que poner todo de nuevo en el changuito!
Cajera nueva: Esperá … a ver …. MARIOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!
Yo: La puta madre …..
Mario: ¿Qué pasa?
Cajera nueva: Mira … noooo … elllll … porque yo toqué …. yyyy … no se … no anda ….
Mario: A ver …. No …no anda …. Esperá que lo llamo a Mauricio …… MAURICIOOOOOOOOO … VENÍ !!….
Mauricio: Buenas tardes ¿ que pasó?
Mario: Fijate que algo se desconectó. (Se va)
Cajera nueva: Porque yoooooo … apreté aca .. yyyyy .. no se…….no anduvo mas …. No se ….
Mauricio (dandole golpecitos al scanner y mirándolo evidentemente sin tener ni la mas puta idea que que carajo pasó): Mmmmmm .. no sé … Parece que no anda … Me voy a fijar allá … De mientras vas a tener que cargar lo que falta a mano… (Se va)
Mi esposa (revoleando los ojos): Por Dios …
Yo: Cagamos …
Cajera nueva (agarra un detergente y comienza a digitar los numeros muuuuuy lentamente): A verrrr … 2….4…..6……7….0…..0…..1….
Scanner: Tut.
Mi esposa: ¿Cómo puré de tomates? ¡Si no compramos puré de tomates!
Cajera nueva: Ay … habré puesto mal el número … A ver …. Eeehhhmmmm … para borrarrrrr ..eeehhhhhh … no … ayayayay … a verrrr … MARIIIOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!
Mario (medio fastidiado): ¿Qué pasó?
Cajera nueva: Mirá .. .puse el número pero salió mal yyyy … ¿ves? …. Marcó otra cosa y quiero borrar peroooo … no ¿ves? … ¿cómo hago? …
Mario: Cancelás acá … subís con la flechita … seleccionás … y borrás … después seguí como estabas … ¿listo?
Cajera nueva: Aaaaaaahhh ok, ok … listo … ahora si …
Mario (mirándonos a mi esposa y a mi y guiñando un ojo re canchero): Bárbaro.
Mi esposa (mirándolo con cara de culo): …….
Yo: ¿Qué me guiñás el ojo? ¿Te gusto?
Cajera nueva: Disculpen eh. Es que soy nueva. A verrrr …. 2……6…..0……0……9…….4…….1……
Scanner: Tut
Cajera nueva: 0……9………3………6……….7………….8……..1………..3
Scanner: Tut
Mario: ¿Por qué no la llamás a Ani que te dicte así hacés mas rápido?
Cajera nueva: Ay si … ¿Le decís que venga porfa?
Mario: Dale .. ahora le digo … (Se va)
Cajera nueva: Mmmmmmm … 5 …..7…..4……0…..2….
Ani: ¿Vos me llamabas?
Cajera nueva: Ay si … No me anda el scanner ¿Me dictás los números de los códigos?
Ani (con cara de fastidio): Bueno, dale … a ver dame … 5,7,4,0,2,1,3,3,5,0…
Cajera nueva: 3 …..3 …..5…… ¿cinco?
Ani: Cero …
Cajera nueva: Listo ….
Scanner: Tut...
Ani: 6,8,7,2,2,1,3,5,7,6…
Cajera nueva: 6 ………8………7……..2…….2……3…….5….
Ani: No,no … 6,8,7,2,2,UNO, 3,5,7,6 …
Cajera nueva: Ah ay . .perdón … jeje … ya está …
Mauricio (gritando medio de lejos): Fijate si te anda ahora el scanner ….
Cajera nueva (pasando un producto): A verrr….
Scanner: Tuuuut …
Cajera nueva: Si, anda!!! …
Ani: Bueno, listo … yo me voy. ..
Mi esposa: Gracias Dios!
Yo: Gracias Buda!!
Mercedes Sosa: Gracias Piero!!!!

La inservible chica termina de pasar todos los productos por el scanner, milagrosamente sin más inconvenientes.

Cajera nueva: Son $232,70.-
Mi esposa (alcanzándole los tickets): Acá hay 230 …
Yo (sacando la billetera): Acá te doy el resto …
Cajera nueva (contanto los tickets muuuuuuuuuuy lentamente dos veces): Ah .. a ver … Si .. 230 …
Yo (alcanzándole el billete): Servite…
Cajera nueva (mira los tickets, mira el billete, me mira, mira la pantalla, mira el teclado, mira al pasillo, mira los tickets): Un momentito por favor…
Todos a coro: MARIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Mario (arrastrando las pelotas): ¿Qué pasó ahora?
Cajera nueva: Mirá, ingresé los tickets, y pero … el efectivo … nooooo … esteeeeemmm … porque la caja nooooo … ¿ves?
Mario (suspirando): Sacá el subtotal, cerrá la compra, seleccioná efectivo, ahora ingresá el monto … y cerrá de nuevo …
Cajera nueva: Aaahh … ahora si .. gracias …
Mario: Listo… Me voy a firmar mi renuncia … Chau …
Cajera nueva (entrtegándome el ticket de la compra): Mil disculpas eh . es que soy nueva .. jijiji ….
Yo (entre dientes): Msi ... está bien …
Mi esposa (con una cara de orto que daba miedo): Me tenés que devolver la tarjeta de envío…
Cajera nueva: Ay si … perdón … No me di cuenta … Lo que pasa es que…
Mi esposa, yo, la gente de la cola, la gente de la cola de al lado, Mario, Mauricio, Mercedes sosa, el de seguridad, todos a coro: Siii… ES QUE SOS NUEVAAAAAA.

Así fue. Una verdadera pesadilla supermercadesca que puso a prueba toda nuestra paciencia y respeto por el quinto mandamiento.
Lo único que me queda por esperar de este lugar, es que lo nuevos propietarios, al menos, mantengan las mínimas condiciones de higiene y seguridad que se veían en el otro super.
Porque cuando se inaugura está todo bien, limpio y ordenado pero despues se lo deja estar, se aflojan los controles y cuando queres acordar te estás llevando mercadería que vencía en el 2001 y tenés gente en usa las góndolas como tenedor libre.

No hay caso, de ahora en mas ir al supermercado a hacer las compras, ¡va a ser una porquería peor de lo que era! …

Necesito un mayordomo urgente!!.



(Como seguramente nadie llegó leyendo hasta acá, voy a escribir groserías solo por diversión: CULO TETA CULO. Ahí está. Que lindo es estar solo jijijiji).