Me calenté....

Creo que ya lo he dicho en alguna oportunidad, pero no me canso de repetirlo: me molesta soberanamente (por no decir que me da por las pelotas) la hipocresía en los discursos.
Estoy harto de esta onda pseudo-progre que anda invadiéndolo todo por estos días, gracias al "relato" mentiroso y populista que nos estamos tragando en los medios desde que tenemos este Gobierno de mamarrachos impresentables, y que cunde tan profundamente en las cabezas llenas de aire comprimido de la mayoría, o al menos, de una parte importante de la gente.
Pareciera que hoy en día decir que se tiene una ideología liberal, de centro, o de derecha es sinónimo de ser fascista, golpista, asesino, nazi, torturador, pro yanqui, abusador de bebes de osito panda y no se cuantas otras pelotudeces mas, todas tendientes a descalificar y denigrar al que piensa distinto.
Como hoy está de moda ser "progre", ser "de izquierda", ser "nacional y popular", se aplaude y se enaltece cualquier barbaridad, siempre y cuando provenga de alguien con esa línea de pensamiento (por llamarlo de alguna manera).
Y eso, salvando algunas excepciones de gente que siempre pensó así, es pura hipocresía, es ir con la corriente para quedar bien y nada mas. Puro bla bla.
Se preguntarán a que viene todo esto (y si no se lo preguntan igual lo voy a contar).
Pues bien, viene a que hace unos días leyendo el blog de Podeti como suelo hacerlo, en un post que él escribió ironizando sobre el éxito de la operación de rescate de Ingrid Betancourt y dudando de la veracidad de la versión oficial de los hechos, se me ocurrió comentar que (siempre refiriéndonos a operaciones ficticias y operativos de prensa), mucho mas berreta fue la "misión de rescate" encabezada por Chávez, y secundado por nuestro crédito local el Nessstor, la cual, encima, fue al pedo.
Y si; a Chávez lo llamé "orangután bolivariano".
A partir de ahí se sucedieron una serie de "intercambios de opinión" medios calenchu con el autor del blog, Podeti que, como todos saben, es de izquierda, y como tal tiene la muy mala costumbre de llamar "facho" a todo el que opina distinto, y que se ofendió porque le dije "orangután" al inefable Huguito Chavez (de lo cual me retracté luego pidiéndoles disculpas a todos los orangutanes del mundo).
Mas allá de esta situación, molesta e innecesaria por cierto, lo que me jode sobremanera no es la opinión de Podeti, que ya la conozco, sino los comentarios chupamedias que aparecieron después, tendientes por supuesto a quedar bien con él, y que siguieron con la cantinela esa de "facho" y demás latiguillos discursivos de revolucionarios de cafetín.
Para todo esto, me permito aclarar aquí (porque este es MI blog y acá el poronga soy yo) que en ningún momento yo dije que me había comido la versión oficial, ni que aplaudía a Uribe ni nada de eso (De hecho lo primero que me vino a la cabeza cuando vi bajar a Ingrid del avión fue que, para haber estado seis años cautiva, estaba bastante bien cuidada y tenía los dientes blancos).
Simplemente que, entre una operación ficticia y otra, al menos la de Uribe consiguió rescatar a esas personas que hacía seis (¿leyeron bien no? SEIS) años que estaban privadas de su libertad, maltratadas y torturadas en el medio de la selva (en nombre de la revolución claro, que seguramente no está tan mal porque es una causa popular y marxista).
O sea, de última ¿Qué carajo importa si las rescataron poniendo plata o haciéndole un pete al comandante de la guerrilla?
La cosa es que la mina volvió a la civilización mas o menos entera y hoy está libre.
Si el rescate lo hubiera hecho Chávez, el progrerío ya estaría llenándose la boca hablando de lo "humanitario y democrático" que es el comandante, y cubriéndolo de loas. Pero como el que lo logró fue el gobierno de Colombia, quizás con alguna ayudita del norte, ahí ya la cosa cambia y hay que buscarle el pelo al huevo y tratar de ensuciar y desprestigiar todo.
Y eso es lo que me molesta y me parece de cuarta.
Pero terminado esto, y tratando de alejarme del quilombo, me encuentro con que no solo en ese lugar uno se encuentra a estos paladines de la causa popular de la boca para afuera.
También aparecieron algunos, comentando en este excelente y crudo post de Mantis, quien con su humor característico y una sinceridad absoluta expresa su parecer acerca del caso este del chico Kevin que humillo y maltrató a su profesora delante del resto de la clase mientras otro zángano lo filmaba con el celular.
Un parecer que, seguramente, coincidirá con el de muchos otros pero que, a diferencia de él, no tienen las pelotas de expresarlo en público y mucho menos por escrito.

Bueno, para redondear, me tienen podrido.

Esto harto de esta sociedad hipócrita y veleta.
Estoy harto de estos supuestos "intelectuales" de izquierda que miran por arriba del hombro a cualquiera que no comulga con sus "ideales", y degradan, y agreden, y repiten hasta el hartazgo los mismos cinco o seis argumentos anacrónicos que conforman su remanido discurso.
Estoy harto de esta nueva ola de neo-izquierdistas que por usar una remera del Che Guevara ya se suben al caballo del progresismo, la revolución y los derechos humanos (de algunos), porque es lo que está bien visto, pero sin saber de que carajo se trata.

Yo no sé si soy tan de derecha como tal vez aparento; lo que si sé es que tengo sentido común, y de ninguna manera sería de izquierda.
Y me importa un carajo, si estoy a la moda o no.

De todas maneras, en este país, derecha e izquierda son simplemente palabras, porque las ideologías de la mayoría popular acá siempre están a la venta.