Estoy sentado en una silla en un pasillo de lo que parece ser una casa vieja, medio venida abajo, de paredes descascaradas y muebles viejos y desvencijados, esperando que una enfermera venga a sacarme las agujas que permanecen clavadas en mi brazo.
Hay gente que pasa caminando rápido, como desesperada, medio chocándose porque el espacio es reducido.
Cansado de esperar me meto en una habitación a preguntar si faltará mucho para que me atiendan. Es un lugar poco iluminado y tenebroso. Alguien me habla pero no entiendo lo que me dice.
En ese momento, una enfermera pasa caminando apurada por el pasillo. La llamo. Le pregunto si va a tardar mucho mas, y me contesta que está muy ocupada y que no sabe si va a tener tiempo para mi.
Me molesto y le digo que entonces me voy, porque quiero que me retiren las agujas de una vez.
Abandono ese lugar enojado y rezongando.
Atravieso una plaza oscura y de aspecto lúgubre.
Llego a la casa y me tiro en una cama. Siento que el brazo me duele y veo que empieza a sangrar un poco.
La enfermera con la que había hablado antes llega poco después que yo. Me había seguido, preocupada. Hablamos un rato largo. Finalmente me dice que me calme y que es hora de quitarme las agujas.
No sentamos en una mesa, ella me retira las agujas con cuidado, me limpia la sangre y me venda el brazo.
Se levanta y me dice que esta será la última vez que lo haga porque debe irse, y ya no va a volver. Además se tiene que ir a cambiar porque son casi las cinco de la tarde.
En ese momento llegan mis padres y me ofrecen ir a dar una vuelta en el auto, un Ford Falcon blanco modelo 81 al que hacía años que no subía.
De repente estamos viajando por una calle de tierra, con campos de pasto seco a los costados.
Me doy cuenta de que estamos muy lejos de casa y que tengo que volver porque la enfermera se va, y quiero despedirme.
Le digo a mi viejo que volvamos. Él retoma el asfalto medio fastidiado, pero el auto anda muy lento.
Sé que no voy a poder llegar a tiempo, y me angustia no poder despedirme de ella, porque siento que se lo debo.
Dejo el auto. Me subo a una moto y acelero. En la ruta hay autos abandonados en las banquinas, y fardos de pasto seco.
Empiezo a ganar tiempo. La moto es rápida. Pero, de golpe, se levanta un viento en contra muy fuerte que me empieza a frenar hasta casi detenerme. Fuerzo el motor pero no alcanza y apenas puedo avanzar.
Para cuando llego a la casa, alguien me dice que ella ya se fue.
Me siento mal por no haber llegado para despedirme.
Después, pensándolo bien, por algún motivo, sospecho que en realidad fue capturada.
Ahora tengo que encontrarla. No tengo idea de por qué.
Ya es de noche.
Recorro una ciudad que no conozco haciendo preguntas, pero la gente no ayuda y responde cualquier cosa.
Por alguna razón reparo en mi vestimenta. Estoy usando jeans celestes, mocasines de cuero marrones y un sobretodo. Y alguien me acompaña.
Sé que sin ayuda no voy a poder encontrarla a tiempo, así que junto con el hombre que me acompañaba, que era el Puma Goity, vamos a buscar al único grupo capaz de ayudarnos.
Llegamos al estudio de Bon Jovi, que era una puerta como de casa antigua en una cuadra llena de comercios, y tocamos el timbre.
Como tiene un portero visor yo me pongo delante de la cámara mientras el Puma nos anuncia haciendo como que habla en inglés.
Entramos y nos recibe Jon Bon Jovi en persona. Se lo ve avejentado, con arrugas y poco pelo peinado para atrás. Está vestido con un saco muy grueso de color gris y una bufanda. Nos habla muy amablemente sin dejar de sonreír, sin sacar las manos de los bolsillos y algo encogido de hombros, como si tuviera frío.
Estamos todos sentados como en un pasillo. Es un lugar muy chico con una cortina que lo separa de la otra habitación.
En eso llega Richie Sambora. También está viejo. Tiene puesta una boina y un sobretodo. Se sienta con nosotros y se une a la charla muy alegremente.
Mientras les contamos nuestro problema, llega Dave Bryan que ahora es un viejito regordete, de cachetes rozagantes y barba, que no deja de sonreír y hacer bromas.
Finalmente, sin mas preámbulos, la banda accede a ayudarnos.
Nos hacen pasar al estudio, que es un lugar muy amplio, lleno de pantallas con mapas y computadoras.
Jon y Richie vuelven a verse jóvenes y enteros otra vez como por arte de magia.
Se ponen detrás de una enorme mesa en cuyo centro hay una gran pantalla.
Entre los dos murmuran algunas cosas, señalan algunos puntos en la pantalla y deliberan como si diagramaran un plan o algo así.
Finalmente Jon nos mira y sonríe. Richie agarra su guitarra con confianza y nos dice "Ok. ¡Let’s go!".
Y ahí me desperté.
Creo que el omellette con jamón y champignones que cené, me cayó un poco pesado.
Fue eso o es que, realmente, estoy muy hecho mierda.
Hablemos de aborto, dale
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¿En serio quieren discutir el aborto legal? ¿En serio todavía creen que a
esta altura del partido todavía se puede “discutir” sobre el tema?
OK. Discutamos...
Hace 6 años.
7 comentarios:
Interpretación de los sueños:
Tienes un problema, que se está haciendo cada vez más grande, (pero es un problema cotidiano, en que la solución es más simple de lo que imaginas). Ese problema está causando estragos en tu mente y nadie ha podido tenderte una mano y se ha tranformado en algo más grande. La solución la sabes inconcientemente y es simple: "aterrizar" y ver las cosas como realmente son. Te duele ese problema y necesitas sacarlo, porque es molesto. Sientes que nadie es capaz de entenderte y sabes que si fueran capaces de escucharte, podrían hacerlo y así poder ayudarte a salir del problema, pero sientes que hay desidia y egoismo en la gente que te rodea. Al fin sabes que necesitas recuperar lo de antes, ese tiempo en que las cosas salían como tú decías y resultaban, porque las cosas en la vida son simples. Y a la vez, eso traerá como consecuencia, volver a sentir la magia que tiene la vida, lo que realmente te hace feliz, ser un soñador y esperanzador de la vida. Volver a creer.
Veo que ya le interpretaron el sueño.
Me alegro.
Los armenios, me contó una amiga, antes de contar un sueño dicen:
-Se lo cuento a las estrellas.
Extraños sueños de curación.
Besos.
Anónimo: Le agradezco tan detallada interpretación. Déjeme decirle que tiene varios puntos que no distan demasiado de la realidad. Muy interesante lo suyo.
Cerriwden: ¿Vio? Y lo hicieron en serio y todo.
No sabía eso de los armenios. ¿Como es lo de los "extraños sueños de curación"? Me gusta aprender sobre estos temas.
Hey de noche mejor siempre algo ligero sino ya ve ud las consecuencias
Besos
queriod renegado:
los sueños nos curan: de lo que pasó ayer, de lo que pasó hace años.
Por eso uno queda maravillado con algunos sueños.
Además en el suyo usted agradece a la enfermera.
Igual, solo uno sabe el secreto de sus sueños si se los pone a pensar.
Besos
Adriana: Si. Igual no está mal tener estos sueños locos eh. Mire todo lo que se entera uno de uno mismo cuando sueña.
Cerriwden: Ah. Bueno, ojalá sea así.
Con razón siempre tengo sueño. Debo tener muchas cosas que curar.
Hay unos hongos que se venden -entre otros sitios- en México y Guatemala. Se comen con miel, cruditos, y le hacen a uno soñar cosas muy parecidas a las que usted describe, pero despierto.
Qué diablos fue a hacer a Mexico.
Ah... ¿no fue?
Usted tiene un problema, aunque yo no puede hablar mucho.
Un saludo.
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