miércoles, 24 de enero de 2007

Un año ...

Hoy hace un año.
Ya pasó un largo, triste, asqueroso y vil año desde que mi vida ya no es lo que era; desde que dejó de pertenecerme y de gustarme.
Hoy es un día que pensé que nunca llegaría, simplemente porque no debía llegar. No quería que llegara. Pero acá está, y acá estoy.
Y sigo igual. O tal vez peor. Pero sigo, y alguien diría que eso es lo más importante. Aunque no sé si estoy del todo de acuerdo con eso.
¿De que sirve una vida a medias, llena de privaciones y limitaciones, dependiente, y probablemente sin futuro?
¿De que sirve seguir, si los que se llaman a si mismos "sabios" aseguran que el desenlace es inevitable?
Me cansan las teorías. Me cansa esperar. Me cansa el acecho constante de la desesperanza.
Quiero que esto se termine de una vez.
Quiero poder volver a disfrutar de las cosas simples que antes me hacían feliz.
Extraño mucho el sentir alegría. Extraño el despertarme cada mañana sin la sensación horrible de esta presencia, que todo lo arruina, que todo lo vuelve gris y sombrío.
Extraño demasiado sentirme en paz.
Y no me acostumbro, y quizás jamás me acostumbre a este nuevo lugar que el destino me tenía reservado. No puedo. No quiero.
Lo que quiero es creer; de verdad, quiero creer que todo esto va a pasar, que hay un milagro esperándome a la vuelta de la esquina, que voy a volver a vivir, y que todo esto será solo una lección de aprendizaje o un mal recuerdo. Pero no siempre puedo.
Y la tristeza lo invade todo adentro y afuera. Una y otra y otra vez.
Hoy es uno de esos días.
El recuerdo vivo, tan real, de aquel día hace exactamente un año atrás, cuando por primera vez me enfrentaba a lo que sería mi vida de ahí en mas, es algo que no deja de lastimarme.
Y todo es igual. La misma angustia, la misma bronca, la misma soledad. Todo sigue ahí, por mas que intente ocultarlo o disimularlo. Las cicatrices están ahí a la vista, y aún sangran.
Por mas que los demás, los que están del otro lado, ya se hayan acostumbrado, y crean que lo tengo asumido y que lo acepto, no es así. Y quizás no puedan entender que nunca será así.
No pueden entender que voy a seguir intentando encontrar una salida mientras quede algo de mi verdadero yo dentro mío. Por mas que haya quienes intenten desmoralizarme y convencerme de que lo mejor es rendirme, por mas que me traten de iluso o simulen compasión ante mi esfuerzo y mis intentos fallidos, por mas que me aseguren con sus pruebas y sus aires de suficiencia que estoy equivocado. No me importa. No me importan. Yo voy a seguir intentando, aferrado a lo que me quede de esperanza.
Y voy a seguir porque es lo único que me queda. Para mi no hay otra opción. Es mi decisión y es mi vida. No intenten hacer que la viva como otros digan.
No obligo a nadie a aceptarlo ni a acompañarme, pero si nada van a hacer para ayudarme, al menos no se pongan en mi camino.

1 comentario:

Alfonsina dijo...

Este es un post viejo y probablemente nunca leas este comentario. Importa?
No lo sé. Ufff, nene, te juro que si yo escribiera bien, hubiese descripto este momento de mi vida, como lo hiciste vos.
Gracias!