Mejoramiento literario

Como habrán podido notar, he agregado desde hace algún tiempo, unos vistosos chirimbolitos en mi barra lateral que indican en que puesto de varios rankings se encuentra este modesto sitio.
También podrán apreciar allí lo patético y vergonzoso de mis posicionamientos (Si estos rankings estuvieran expresados en una pizarra, yo seguramente me ubicaría del lado de atrás.).
En fin; cuando al correr de los días vi, no solo que no escalaba ninguna posición, sino que, por el contrario, lo mío es una evidente caída libre, comencé a reflexionar acerca de las causas de semejante fracaso (como si en mi vida fuera una gran novedad fracasar en algo).
Muchos interrogantes me surcaron entonces la mente: ¿Estaré escribiendo demasiadas boludeces? ¿Tendré que promocionarme mas agresivamente? ¿Tan malo será lo que escribo? ¿Deberé escribir mas seguido? ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Volverá Guillermo a Boca? ¿Existe el monstruo del Lago Ness?. Y así podría seguir pelotudeando todo el día, pero mejor sigo, ya que mis interrogantes son demasiados y enumerarlos, sería aburrido.
El caso es que me propuse cambiar esta cruel realidad, para intentar, aunque sea por una vez, sentir las mieles del éxito derramarse en mi boca y saborearlas hasta el hartazgo (bueno, mucho no porque la miel no me gusta), por lo que comencé una intensa investigación acerca de cómo mejorar mi performance de escritura.
Ya una vez hace tiempo, había hecho algo parecido (acá), pero se ve que no fue suficiente, y que debía enfocarme en aspectos mucho mas precisos del tema en cuestión.
Entre tantas otras cosas, encontré algunos "tips" aparentemente fundamentales a la hora de ponerse a escribir, y a los que, en lo personal, nunca di demasiada importancia.
Uno de ellos es lograr que la introducción de los posts sea mas atractiva ya que, aparentemente y según la gente que sabe de esto, los lectores en base a la misma, deciden si vale la pena leer el resto del artículo, o si es mejor huir despavoridos y ponerse a mirar fotos de minas en bolas.
Inmediatamente noté que esto, en mi caso particular, sería de extrema utilidad, ya que en reiteradas oportunidades se me ha hecho notar que mis escritos son demasiado extensos, por lo que solo se los lee someramente, así nomás, como por arriba, casi como con desprecio y escupiéndome a la cara si me tuvieran cerca; actitud ésta que para un escritor sensible es cruel, dolorosa, y difícil de soportar.
Afortunadamente yo ni soy escritor, ni soy muy sensible, por lo que esa desconsiderada actitud solo me molesta ligeramente y me provoca odiarlos con toda mi alma, pero solo por un rato.
Por eso, no me pareció una mala sugerencia, y no me vendría nada mal ponerla en práctica para mejorar la calidad de mis entradas.
Bien.
Según la fuente encontrada, para lograr que la introducción a un post resulte mas interesante a los ojos del ocupadísimo y exquisito lector, debe contener cinco características básicas, o el mayor número posible de ellas, o al menos una, que se yo, no se, mucho no entendí.
Estas son:

1. Hacer una pregunta

Parece que empezando con una pregunta, se crea una irresistible curiosidad en el que lee, y por eso sigue leyendo (o sea, se da por descontado que la gente que lee blogs lo hace de chusma nomás, y porque, además, tiene mucho tiempo libre).
Bien. No parece tan difícil. A ver … Una pregunta que genere curiosidad:
¿Ud. sabe cual es el colmo de un pastelero? ¿No? Entonces siga leyendo este artículo que en algún momento y de manera sorpresiva, se lo revelo.
Listo.
Pasemos a la que sigue.

2. Iniciar el post compartiendo una anécdota

Aparentemente, empezando con una anécdota, o una situación común y corriente, se consigue un ambiente más informal para que el lector se sienta más cómodo (o sea, que se saque los zapatos y el pantalón, y se tire a descansar en el sofá rascándose alevosamente la panza … Eso hago yo cuando alguien me dice "Ponete cómodo". Ya lo saben por si alguna vez me invitan a su casa). Esto será mas efectivo aún, si se utilizan anécdotas graciosas, o un chiste o broma típico de la temática a tratar.
Bueno, a ver que hacemos:
Supongamos que la temática a tratar se referirá a pequeños accidentes domésticos y situaciones ridículas de esas que siempre pasan.
Según este consejo, antes debería contar algo que me haya pasado y que tenga un poco que ver con el tema.
Está bien, ahí va.
Resulta que un día, siendo todavía muy chico, me subí a un árbol portando una pluma de gallina en cada mano, para luego arrojarme al vació con la intención de volar como el coyote del correcaminos porque había visto en los dibujitos que funcionaba. Me pegué un golpe que casi me mato.
Jaja … Que buena anécdota ¿No amigos?.
Y hablando de accidentes, me viene a la mente (no se cómo, pero bueno) la historia de un tipo que estaba de novio desde hacía mucho tiempo con una mina y no se quería casar, poniendo la excusa de que no tenía plata.
Un día la madre de la mina le dice:
- Mirá, ese atorrante te esta mintiendo con eso de la plata. De ahora en mas no le permitas que te toque sino fija una fecha para casarse. ¿Estamos?.
- Si, mamá. Está bien – dice la mina.
La chica va y se lo comunica al chabón, que acepta el trato de muy mala gana.
De todas maneras ni en pedo iba a fijar fecha para casarse, así que decide aguantar.
Pasan los días, las semanas, y hasta los meses, y la mina sigue firme en su actitud, siguiendo el consejo de su madre.
El tipo ya no da mas, pero no le va a dar el gusto a la vieja, así que decide descargar por otro lado.
Con otra mujer no puede porque todo el mundo en el pueblo lo conoce y seguro que alguno lo manda al frente, así que agarra y se roba una chiva.
Se va a la casa, toma firmemente a la chiva de los cuernos, y la posee sexualmente (que tipo fino que soy, por favor).
La chiva se sobresalta y sale disparando, con el tipo corriendo atrás abotonado sin poder zafarse.
Empiezan a correr por las calles del pueblo a toda velocidad.
En eso, el tipo se da cuenta de que están a punto de pasar por el frente de la casa de la novia que a esa hora siempre está tomando mate con la vieja en el patio de adelante de la casa.
Desesperado agarra fuertemente a la chiva de los cuernos para intentar frenarla o desviarla de su camino, pero le resulta imposible, y pasa corriendo en esa situación ante la atónita mirada de la novia y su madre.
La vieja lo ve y dice:
- ¿Viste nena? Yo que te dije. Miralo a ese hijo de puta. Te dice que no se quiere casar porque no tiene plata y se compra una motoneta.

Punto dos, listo.
A lo que sigue.

3. Evocar una imagen mental

Dice este que escribió esto, que otro truco bastante interesante es iniciar los posts haciendo a los lectores recordar, o imaginar algo, iniciando el artículo con palabras como "Imagínate que…", "recuerdas que…", etc.
Hasta ahora tuve que hacer preguntas, contar anécdotas y chistes, y ahora, encima, hay que evocar imágenes.
Se va a hacer un poco larga la introducción.
No se quien escribió estos consejos pero bueno, habrá que hacerle caso. Si está en Internet debe ser cierto.
Veamos. Sería así:
Imaginate que seguís leyendo toda esta sarta de incoherencias hasta el final. Que después aplaudís de pie entre risas y con lágrimas en los ojos de la emoción; que me dejas un comentario extremadamente favorable, y que, finalmente, me mandás plata todos los meses en agradecimiento por los gratos momentos que disfrutas leyendo lo que escribo.
Imaginate lo feliz que harías a una persona especial (especialmente vaga como yo).
¿Te lo imaginás amigo lector?
¿Ah No?
Bueno, hay que poner un poco de aquel lado también. Todo yo no puedo.
Esto evidentemente no funciona. Habrá que usar el otro:
¿Te acordás que me dijiste que me ibas a presentar a tu hermana, y después a darme plata?.
¿No? ¿Tampoco?
Me parece que esto así no va.
Acá reina la mala voluntad.

En fin. Sigamos.

4. Utilizar analogías, metáforas y símiles

Dice el cada vez menos respetable entendido autor de estos consejos, que usando el lenguaje metafórico, también se anima al lector a usar su mente, y que le llamará más la atención un post con una introducción metafórica, que con una frase común y corriente.
Yo ya tengo mis serias dudas de que esto sea cierto, pero con probar no pierdo nada (solo a los pocos sufridos que llegaron hasta acá leyendo).
A ver, esto vendría a querer decir que en lugar de escribir: "Ayer me tomé el colectivo y venía lleno hasta el techo. Encima se sube una vieja y empieza a hacer quilombo. La quise matar", debería poner "Ayer tomé el colectivo que venía colmado, cual corazón enamorado ante la visión de su amada. Las gentes se oprimían entre si como los dedos de dos manos fuertemente entrelazadas y entregadas a la pasión.
En un momento, una mujer con las huellas del paso del tiempo recorriéndole el rostro y cabellos blancos como la niebla, asciende y, con vehemencia, comienza a vociferar, cual grito de batalla, su desagrado ante la incomodidad reinante.
Yo, a la distancia, no pude evitar fantasear con silenciarla, como se silencia la voz del alma con el último suspiro."
No se. No me convence mucho. No creo que lo use. Hay que pensar demasiado.

Pasemos al último consejo.

5. Citar una estadística chocante

Dice el payaso este, que si se comienza un artículo citando una estadística que sorprenda, el lector se animará a entrar y leer más, ya que el muy paparulo cree que a la gente le gustan los datos interesantes, pero sobre todo si son únicos y sorprendentes.
También aclara (porque debe creer que además de no saber escribir uno es un completo imbécil) que la estadística que se cita debe ser relevante, o estar relacionada con el artículo.
Para finalizar, es muy importante saber cerrar bien un artículo, y no dejarlo a medias.
Una buena forma de cerrar un artículo es llegando a una conclusión, o resumiendo el artículo brevemente.
Bueno. Genial. Ahora si. A ver:
Miren! Miren! Tengo una estadística interesantísima: dice que de veinte (con mucha suerte) personas que empezaron a leer este artículo: Cinco se fueron a la mitad pensando "Esto no vale la pena"; cuatro llegaron hasta acá pensando "Que ladrón es este pibe. Yo no entro mas"; tres me putearon indignados por haberles hecho perder tanto tiempo de gusto; dos se pusieron a llorar de la angustia; uno juró por la memoria de su difunta abuela que me encontraría para vengarse; dos se durmieron víctimas del aburrimiento; dos en este momento están mordiéndose el labio inferior al tiempo que emiten un sonido similar a un "MMMMMMMM" lo cual conforma el típico gesto de "que hambre"; y el restante me odia con todas sus fuerzas.

Como conclusión solo resta decir que si hasta ahora me criticaban porque mis escritos eran demasiado largos, si le llego a dar bola al bienintencionado experto que escribió estos consejos, y en cada introducción me mando con una, dos o tres de estas cosas, mi escasa popularidad haría bien en ir escribiendo su testamento.
De todas maneras, no se si los consejos fueron buenos, o si a alguien les resultaron de utilidad.
A mi, al menos, me permitieron chorear con un post, en una semana en la que no se me cae una idea ni aunque me cuelguen patas para arriba de los tobillos y me sacudan.

En fin … Así estamos …
Nos leemos en la próxima.

Ah … La respuesta a la pregunta de arriba es: Que le salga una hija torta.

(Listo … Con ese chiste lamentable, se fue para no volver el último lector que me quedaba).