miércoles, 27 de diciembre de 2006

NO a los días "sanguche"

Bueno, ya está. Una menos. Queda una. Vamos que se puede.
Ya pasó la bendita Navidad, y al menos por cuatro días todo vuelve a funcionar en un nivel de mediana normalidad.
Aunque, en realidad, no sé que es peor.
Si, ya se. Al final nada me conforma.
No importa. El tema es que esta semanita "small" de cuatro días que queda en el medio me molesta; no sirve para un carajo, salvo para interrumpir y ponerle paños fríos al espíritu festejero.
Está al gas (para no decir "al pedo" que queda feo y ordinario).
No es que yo sea "el loco de los festejos", pero son cuatro días hábiles en el medio de dos fiestas que caen en fin de semana. ¿¿A quien se le ocurre?? Tener que volver al trabajo estos días es lisa y llanamente un despropósito (no se si está bien utilizada la palabra pero queda linda y parece que fuera alguien muy culto y que estuviera muy molesto).
Indiscutiblemente, comenzar la semana laboral siempre es una reverenda porquería, pero sobretodo en verano. (No, no es que hay que usar "sobretodo" en verano, me refiero a sobre todo, o sea por encima de todo, o … bueno … se entiende ¿no? …).
Es que con esto de la calor, uno rápidamente se acostumbra al cómodo "modus vivendus" (¿qué carajo habré querido decir????) del fin de semana.
Estando al ped … gas, disfruta de los pequeños placeres de la vida, como rascarse la panza, andar en patas, vestirse con ropas ligeras y cómodas para estar fresquito, y demás delicias del ocio hogareño.
Sin embargo, el tiempo es tirano (agarrámela con la mano) y para cuando se quiere acordar, ya es domingo a la tardecita, y desde lo mas profundo de la mente, inconscientemente, comienza a resonar la frase "Mañana hay que volver a trabajaaaar" (imaginarla con voz fantasmagórica para completar el efecto), y ahí ya se caga todo. Lo que queda del día se arruina, el ánimo desciende bruscamente al nivel de los callos, y el buen humor y la tranquilidad se toman de la mano, se ponen sus sombreritos y se alejan dando pasitos de murga.
Ahora, este año, encima, a los sencillos deleites del fin de semana común, se le suma el haber tenido un día feriado mas gracias a una fiesta durante la cual se ha comido, bebido, y disfrutado como un puerco degenerado, situación ésta que provoca que el ánimo de retorno a la triste realidad laboral, se torne penoso hasta niveles casi insoportables.
Ya para empezar, físicamente uno no se encuentra en las mejores condiciones. Está pesado, hinchado, aún en pleno proceso de digestión de algunos restos de matambre con rusa, lechón y pan dulce, y con ganas únicamente de quedarse tirado, haciendo fiaca, desparramado en la cama, con el ventilador prendido y sin que nadie lo moleste.
Pero, claro; no se puede.
La perra vida exige que una vez mas se levante temprano, se bañe, se vista con ropas incómodas, y, cagándose de calor como un infeliz, vuelva a su repugnante rutina diaria, durante cuatro putos e inservibles días.
Como si en estos cuatro putos e inservibles días fuera a hacer algo mínimamente productivo.
Seamos sinceros: cuando quedan días así "sánguches", uno va solo a dar el presente. Todo lo que no hizo durante el año, seguramente no lo va a hacer en estos cuatro días. Dejémonos de joder.
Y sabiendo que es así ¿Para que cuernos molestarse en concurrir al trabajo? Y además es fin de año!!
No es que yo sea un vago atorrante que odia trabajar. Bueno, si, en realidad si; pero igual, si este fuera un país serio y las cosas fueran como debieran, uno tendría que irse alegremente el 23 de diciembre, festejar tranquilo, tomarse los días del medio para descansar de un festejo mientras prepara el otro y volver recién el 3 o el 4 de enero, ya recompuesto y con todas las energías recargadas, ahora si, para preparar, como se debe, las vacaciones.
Nada de días laborables intermedios, ni cosas raras, que tanto! Eso es cosa de negreros!!
Lo triste es que esto no es ni será posible, debido a la lamentable existencia, en todo ambiente laboral, de seres infrahumanos, desagradables, arrastrados, alcahuetes y lameculos, que durante estos días se ponen a trabajar en serio, ardorosamente, corriendo con el culito parado para todos lados, todos nerviositos, preocupándose por terminar con su arsenal de pelotudeces atrasadas que no le importan a nadie, con el miserable objetivo de quedar bien con los superiores y ver si consiguen llamar su atención, recibir un cumplido y con ello salvar el año y sentir que están vivos por un instante.
Gracias a esta despreciable raza de criaturas chupamedias, que no merecerían menos que una muerte lenta, horrible y dolorosa a manos de un grupo de enanos emporongadores, demoníacos y caníbales, los convenientemente válidos argumentos de la inutilidad de estos días laborales intermedios, se desvanecen tan rápido como mis esperanzas de ser exitoso algún día.


De todas maneras, ya que nada se puede hacer para declarar la ilegalidad de trabajar en días que queden en el medio de dos fiestas, al menos continuaré en mi lucha eterna y sagrada de no hacer nada útil mientras duren, a manera de silenciosa protesta.

Este es el cronograma de actividades a desarrollar durante estos días (aunque la idea base del "Día 1" puede utilizarse también en días laborales comunes, como lo hago yo, que hago de mi lucha un sacerdocio constante):


Día 1:

09:30 hs.: Llegada cagando sobre la hora. Marcar tarjeta. Saludar sin ganas y con mala cara.

09:35 hs.: Sentarse en el escritorio. Ponerse los anteojos. Encender la computadora. Desparramar sobre el escritorio papeles varios, carpetas, sobres y demás artículos que supongan gran ocupación.

09:45 hs.: Leer los diarios on line.

10:40 hs.: Leer blogs y dejar comentarios en todos ellos.

11:20 hs.: Abrir mail.

11:25 hs.: Borrar los 2.354 spams que ofrecen Viagra, alargamiento del pene, insumos de computación, alargamiento del pene, préstamos en efectivo, alargamiento del pene, software, alargamiento del pene, medicamentos sin receta, alargamiento del pene, y demás artículos (mayormente para alargar el pene).

11:55 hs.: Responder mails.

12:55 hs.: Quitarse los anteojos, refregarse los ojos y deperezarse. Ponerse de pie. Mover la cintura para un lado y para el otro. Desperezarse de nuevo agregando un quejido.

13:00 hs.: Salir a comer.

14:00 hs.: Regresar de comer aún cuando el tiempo para almorzar era de 40 minutos.

14:10 hs.: Tomar muy lentamente el café de las 2 de la tarde saboreando cada sorbo, aunque sea un brebaje inmundo.

14:40 hs.: Abrir Messenger. Esperar a que alguien se conecte. Mientras tanto releer diarios on line que se han actualizado.

15:05 hs.: Colocar una mano sosteniendo la cabeza a la altura de la sien cubriendo mas o menos los ojos y la otra sosteniendo el mouse, dando la impresión de estar haciendo algo. Dormitar.

15:45 hs.: Despertarse sobresaltado abriendo catorce ventanas por tocar repetida e involuntariamente el mouse.

15:50 hs.: Releer blogs revisando si alguien respondió a los comentarios anteriormente dejados.

16:05 hs.: Tomar el café, té o matecocido de las 4 de la tarde. Comer galletitas.

16:20 hs.: Buscar en Google imágenes de Angelina Jolie, Jessica Alba o Evangeline Lilly, para relajar la vista.

16:55 hs.: Enviar un mail a alguien como para hacer algo.

17:15 hs.: Chatear con contactos que se activaron en el Messenger.

17:30 hs: Minimizar messenger ante cercanía del jefe de sector que pasa como haciéndose el que no quiere la cosa porque es un forro, botón y vigilante.
Agarrar cualquier carpeta y/o papel y mirarlo con cara de concentrado, entrecerrando los ojos y meneando la cabeza como si estuviera deduciendo algo importante. Opcionalmente tomarse el mentón con una mano, para reforzar la imagen de concentración.

17:45 hs.: Retomar conversación por Messenger cuando el forro de jefe se haya alejado.

18:00 hs.: Cerrar Messenger. Abrir Word. Ponerse a escribir cualquier cosa, con el fin de que se escuche el teclado y parezca que se está trabajando. Pueden ser letras de canciones, recetas de cocina, o simplemente caracteres al azar.

18:15 hs.: Comenzar a rejuntar todos los papeles, carpetas y demás artículos escenográficos. Mirar la hora arqueando las cejas. Mover la cabeza denotando decepción por la falta de tiempo para realizar todas las importantes tareas que quedan pendientes.

18:20 hs.: Quitarse los anteojos y guardarlos. Desperezarse. Estirar las piernas. Mover la cintura. Decir "No doy mas!" de la forma mas convincente que se pueda.

18:23 hs.: Ir al baño.

18:26 hs.: Apagar la computadora. Colocarse el saco. Poner la mochila al hombro. Despedirse de mala manera y con mala cara.

18:30 hs.: Fichar salida y abandonar las instalaciones a velocidad supersónica.

Día 2:

Repite Día 1.

Día 3:

Repite Día 1 y 2.

Día 4:

Repite Día 1, 2 y 3 hasta las 17:30 hs.

17:35 hs.: Guardar el papelerío escenográfico habitual. Apagar la computadora.

17:45 hs.: Acercarse hasta el sitio donde se realizará el brindis de despedida del año con el resto del personal. Simular una sonrisa. Buscar un rincón alejado y quedarse ahí.

17:50 hs.: Tomar un vasito de plástico. Acercarse al que esté sirviendo las bebidas. Llenar el vasito. Tomar un sanguchito de miga. Volver al rincón.

17:55 hs.: Beber. Fagocitarse el sanguchito. Mirar con odio a todo el mundo. No hacer contacto visual directo con nadie para que no se acerquen a hablar. Mirar la hora deseando que ya termine la farsa.

18:00 hs.: Brindar con compañeros. Desear felicidades. Simular buen humor (no demasiado para evitar confusiones). Desear mentalmente una muerte horrible a varios. Desear diarreas e indigestiones a otros. Contener las arcadas ante las obscenas demostraciones de falsedad de cierta gente. Desear otra vez que todo termine de una puta vez.

18:15 hs.: Tomar otro sanguchito (de otro gusto). Servirse mas bebida. Volver al rincón. Mirar la hora.

18:25 hs.: Dejar el vasito por ahí. Volver rápidamente al escritorio a buscar las pertenencias. Ponerse el saco. Cargar la mochila. Dirigirse hacia la salida.

18:27 hs.: Pasar raudamente diciendo "Felicidades" a los compañeros con la sonrisa mas falsa que se pueda, mientras se piensa en cuanto se los odia.

18:30 hs.: Fichar la salida y abandonar las instalaciones a velocidad Mach 3 deseando que todo vuele en mil pedazos cuando esté a una distancia segura.






3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta tortura china ya casi termina... Este tema da para que escribas un libro, de verdad. Saludos!

Anónimo dijo...

MORI de risa. MAL.
Buenisimo


AJAJAJAJAJJAJAJAJA

Flopy dijo...

Esa es mi vida diaria en la oficina! No solo los dias previos a Fin de Año!!!!!