Realmente haber pagado $10,75 por entrada para ver ese fiasco, casi me provoca un infarto de miocardio.
Fui esperando encontrarme con una mirada nueva de la ya conocida historia; con una película polémica, o tal vez intensa como fue La Pasión. Pero no, me encontré con un cuentito para chicos y para viejas que rezan el rosario en las misas de las siete de la tarde.
Esa película tiene el rigor histórico de un capítulo de He Man, y un rigor bíblico demasiado lineal y simplista. No hay un doble sentido, ni una insinuación, ni nada que haga pensar en otra cosa mas que en lo que se ve.
A los diez minutos ya me di cuenta de por qué el Vaticano la había aprobado. Sinceramente, como críticos de cine, los vaticanienses serían unos excelentes acróbatas.
El argumento trata, obviamente, del nacimiento de Jebús. Arranca con la historia de María, de cómo es entregada a José, del cuento de la inmaculada concepción que no se la come nadie, del largo y duro viaje a Belén y termina, y disculpen si les arruino la sorpresa del final, con el nacimiento propiamente dicho en el consabido pesebre.
El reparto está conformado por actores (supongo que eran actores) que deben ser muy reconocidos en su barrio, porque, al menos yo, no conocí a ninguno.
La actriz que hace de María, es Keisha Castle-Hughes, una morochita mezcla de Roberto Edgar Volcán y Julieta Prandi si fuera negra, bastante poco expresiva, pobrecita.
El que hace de José (Pepe para los amigos), es Oscar Isaac, uno muy barbudo con cara de pobre tipo, medio nabo.
El supuesto ángel que le anuncia a María que tiene la cocina llena de humo, es un flaco también con barba (¿un ángel con barba?) mezcla de Dolina y Javier Calamaro, cero onda y encima sin alas. Medio fantasma el ángel.
Los Reyes Magos fueron un desastre. Los muestran como tres viejos pavotes, así medio amigotes, que viven juntos y estudian las estrellas en un piletón con agua que refleja el cielo de noche a través de un agujero en el techo. Son como la parte "graciosa" de la película, haciendo chistes malos y poniendo cara de picarones. Una paparruchada.
El resto del elenco acompaña al reparto principal coherentemente, o sea, son todos de madera terciada también. Incluso el que hace de la voz de Dios.
Se destacan, sin dudas y salvando las papas, las convincentes actuaciones de las ovejas y las vacas (o bueyes, no se, es lo mismo), interpretadas por ovejas y vacas (o bueyes).
La escena en la que el soldado ilumina el pesebre ya vacío buscando al recién nacido, y la vaca (o buey) debe mirarlo poniendo cara de pelotuda y disimulando como que no sabe que pasa, está muy bien lograda.
También es justo mencionar la correcta labor del burro, interpretado por un burro, aunque en algunos tramos se notó cierta sobreactuación.
Mas allá de eso, el resto de la película es una pérdida de tiempo.
Ver eso y ver alguna obrita escolar representando este tema, es lo mismo y mucho mas barato. Por si interesa, la dirigió Catherine Hardwicke, que de ahora en mas debería dedicarse a dirigir el tránsito, a ver si eso le sale mas o menos bien.
Calificación: 1 Renegado (devuelvanmén la plata)
Recomendación: Si va al cine solo porque tiene ganas de comer pochoclo, elija otra película, cualquiera, al azar si quiere, seguro que es mejor que esta.
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